Kozhedub escribió:Por partes (aunque tendré que dejar algunas cosas en el tintero para mejor ocasión)
Lo de "apologista" del Jemer es una acusación hipócrita y sin fundamento que ha sido repetida hasta el aburrimiento por la derecha más rancia y liberal.Jagellon escribió:En cuanto a Chomsky sobra su presencia, el apologista del Khmer Rojo no me merece ninguna credibilidad

Kozhedub escribió: Veamos: Chomsky, al alimón con Thomas Hermann, escribió una serie de informes sobre el régimen Jemer englobaados en "Los Guardianes de la Libertad", que se basaba tanto en entrevistas personales con refugiados de la zona como con dos de los responsables de las principales acusaciones contra los Jemeres; Lacouture y Ponchaud. Ambos reconocieron que las cifras de víctimas que dieron se basaban en impresiones casuales y que no tenían ningún fundamento más allá del derivado de extrapolar al conjunto del país lo que habían visto en regiones concretas. Es más, uno de ellos rectificó públicamente sus estimaciones cuando éstas ya se tomaban como oficiales, pero el desmentido no tuvo ningún eco mediático. Y para acabar de rematar este numerito circense, llegó a felicitar públicamente a Chomsky y Hermann por escrito, sin que el hecho tuviera tampoco la menor resonancia. Al final quedó la estimación, no los desmentidos ni la rectificaciones. Chomsky no deja de condenar al jemer por lo hecho, a diferencia de la Administración Norteamericana, que lo reconoíó como gobiernbo legítimo como parte de su campaña de aproximación a China y de acoso a Vietnam. Hecho, por cierto, muy duramente criticado por Chomsky, lo que desmiente categóricamente esa disparatada acusación de pro-jemer, hecha en algunos foros por personas que no se toman la molestia de leer con detalle lo que cae en sus manos (no lo digo por algunos compañeros de este foro, sino por los mantas de Liberalismo.org, de donde sospecho se ha extraido la información)
Hombre, pues te has equivocado, yo miro en más sitios como cosas como esta:
http://personal5.iddeo.es/magolmo/chomsky.html
Paul Johnson, Intellectuals, una cita de su libro incluida en esa página web.
"En Camboya, como resultado directo de la retirada norteamericana, uno de los mayores crímenes de un siglo de crímenes espectaculares tuvo lugar en 1975. Un grupo de intelectuales marxistas, educados en el París de Sartre y ahora al frente de un ejército formidable, llevaron a cabo un experimento de ingeniería social, despiadado incluso según las pautas de Stalin o Mao.
La reacción de Chomsky ante esta atrocidad es instructiva. Fue compleja y
retorcida. Significó la eyección de mucha tinta confusionista. En realidad tuvo una sorprendente similitud con las reacciones de Marx, Engels y sus seguidores ante el descubrimiento de la manera deliberadamente errónea en que Marx citó el discurso sobre el presupuesto de Gladstone.
Llevaría demasiado tiempo examinarla en detalle, pero su esencia es muy
sencilla. Estados Unidos era, según definición de Chomsky, que a estas alturas había alcanzado la categoría de hecho metafísico, el villano en Indochina. En consecuencia no podía reconocerse que hubiera tenido lugar masacre alguna en Camboya hasta que se encontraran los medios para mostrar que Estados Unidos era, directa o indirectamente, responsable de ellas.
Fue así como la respuesta de Chomsky y sus colegas pasó por tres etapas. (1) No hubo masacres; eran un invento de la propaganda occidental. (2) Pudo haber matanzas en pequeña escala; pero el "tormento de Camboya ha sido explotado por los humanitarios occidentales cínicos, desesperadamente ansiosos de superar el síndrome de Vietnam". (3) Las matanzas eran más extensas de lo que primero se creyó, y fueron el resultado del embrutecimiento de los campesinos por los crímenes de guerra norteamericanos. (4) Chomsky finalmente se vio llevado a
citar a "uno del puñado de auténticos estudiosos camboyanos" quien, con una habilidosa manipulación de la cronología, podía "probar" que las peores masacres ocurrieron no en 1975, sino "a mediados de 1978", y tuvieron lugar por "razones tradicionalistas, racistas, antivietnamitas" y no marxistas. Para ese entonces "el régimen había perdido cualquier color marxista que una vez tuviera" y se había convertido en "un vehículo para el hiperchovinismo del campesinado pobre".
Como tal, "por fin" se ganó la aprobación de la CIA, que de exagerar las
masacres con fines de propaganda pasó a participar activamente en su
perpetración. En resumen, el crimen de Pol Pot era en realidad de Estados
Unidos, quod erat demonstrandum.
A mediados de la década del ochenta el foco de atención de Chomsky se había desplazado de Vietnam a Nicaragua, pero había sobrepasado largamente el punto en que la gente razonable estaba aún dispuesta a discutir en serio con él, repitiendo así el triste patrón de Russell y Sartre.
(Paul Johnson)"
Luego está esto (atención a la bibliografía que se cita):
http://blogs.vandal.net/47209/vm/2214321262006
Las 100 principales mentiras de Chomsky (I)
Publicado @ 22:14 - 12/6/2006
Etiquetas: Comsky
Por Paul Bogdanor
A. Sobre las matanzas masivas comunistas
10.
La mentira: "En comparación con las condiciones impuestas por la tiranía y la violencia de EE.UU., el Este de Europa bajo la esfera rusa era prácticamente un Paraíso".[1]
La verdad:Los comunistas mataron entre 4 y 5 millones de personas en Ucrania; 400.000 en Polonia; 360.000 en Rumanía; 300.000 en Bielorrusia; 200.000 en Hungría; 100.000 en Alemania del Este; 100.000 en Lituania; 70.000-100.000 en Yugoslavia; 30.000-40.000 en Bulgaria; 20.000 en Checoslovaquia y 5.000 en Albania. Otras atrocidades incluyen la muerte de más de 500.000 prisioneros de guerra y las violaciones masivas a más de 2 millones de mujeres por parte del Ejército Rojo en áreas de Alemania ocupadas por los soviéticos.[2]
9.
La mentira: "También es relevante la historia de la colectivización en China, que, comparada con la Unión Soviética, muestra una mayor confianza en la persuasión y la ayuda mutua que en la fuerza y el terror y parece haber tenido más éxito".[3]
La verdad: Los comunistas declararon oficialmente que habían matado a 800.000 personas en los primeros años de dictadura, de forma no oficial admitieron la muerte de 2 millones en un solo año.[4] La colectivización forzosa china culminó en el Gran Salto Adelante, la peor catástrofe en la historia humana, en la que murieron 30 millones de personas.[5]
8.
La mentira: "las fuentes básicas para las altas estimaciones de muertes en por la reforma agraria de Vietnam del Norte fueron personas relacionadas con la CIA o el Ministerio de Propaganda de Saigón (...) de hecho no hay evidencia de que los líderes ordenaran u organizaran ejecuciones masivas de campesinos".[6]
La verdad: Vietnam del Norte anunció que el 30% de las víctimas fueron inocentes y que 15.000 fueron ejecutados por error, lo que significa una matanza de 50.000 personas. Informaciones de desertores de Vietnam del Norte indican que se mató a 50.000. A un diplomático húngaro se le dijo a través de una fuente oficial que se había matado a 60.000. Un izquierdista francés que trabajaba en Vietnam del Norte escribió que se había masacrado a 100.000. El total de muertes habría sido muchas veces mayor, ya que las familias de los ejecutados murieron de hambre bajo la política de "aislamiento".[7]
7.
La mentira: "El éxito revolucionario en Vietnam, tanto en la teoría como en la práctica se basó principalmente en tratar de atender las necesidades de las masas (...) Un movimiento adaptado para ganarse el apoyo de las masas rurales no ocasionaría baños de sangre entre la población rural".[8]
La verdad: Según estimaciones conservadoras, los escuadrones de la muerte del Vietcong asesinaron a 37.000 civiles en Vietnam del Sur; la cifra real fue mucho mayor, ya que se registró sólo una pequeña parte de los asesinatos anteriores a 1967 y los datos sólo llegan hasta 1972. Los terroristas del Vietcong también iniciaron una campaña de matanzas masivas contra aldeas civiles y campos de refugiados; en la parte álgida de la guerra, cerca de un tercio de las muertes civiles fueron resultado de atrocidades deliberadas del Vietcong.[9]
6.
La mentira: "Dado lo confuso de los acontecimientos y evidencias, sumado a la completa falta de fiabilidad de las 'pruebas' de EEUU-Saigón, como mínimo puede decirse que el 'baño de sangre' del NFL-DVR[10] en Hue fue inventado a partir de evidencias realmente muy endebles".[11]
La verdad: Los comunistas se jactaron de asesinar a miles de personas en la ciudad sudvietnamita de Hue. Un regimiento informó que sólo sus unidades habían matado a 1.000 víctimas. Otro informe indicaba que 2.867 personas fueron asesinadas. Otro documento interceptado habla de una "enorme victoria" en la que mataron a más de 3.000 personas. Un documento posterior contaba 2.748 ejecuciones.[12]
5.
La mentira: "En un fenómeno con pocos paralelos en la experiencia occidental, parece que ha habido un número de muertes injustificadas cercano a cero en la posguerra de Vietnam. El milagro de la reconciliación y la moderación (...) ha sido casi totalmente ignorado".[13]
La verdad: El desertor Nguyen Cong Hoan afirmó que entre 50.000 y 100.000 personas fueron masacradas por los comunistas. El prisionero político Doan Van Toai y el oficial comunista Nguyen Tuong Lai informaron que 200.000 desertores del Vietcong fueron fusilados. Un número estimado en 165.000 disidentes y prisioneros de guerra murieron en campos de concentración. Las expulsiones masivas llevaron a la muerte ahogados de 200.000-250.000 boat people, de acuerdo con cifras de la ONU.[14]
4.
La mentira: "parece justo describir la responsabilidad de Estados Unidos y Pol Pot por atrocidades durante 'la década del genocidio' como más o menos del mismo calibre".[15]
La verdad: No son ni remotamente del mismo calibre. Las fuerzas estadounidenses causaron en Camboya aproximadamente 40.000 víctimas entre miembros de los Jemeres Rojos y civiles. Los Jemeres Rojos mataron a más de 1,8 millones de civiles entre 1975 y 1979.[16]
3.
La mentira: "Una comparación que presentamos con gran detalle es especialmente reveladora: el 'baño de sangre benigno' llevado a cabo por Indonesia tras su invasión de Timor Oriental en 1975 y el 'baño de sangre vil' de los Jemeres Rojos cuando se apoderaron de Camboya el mismo año (...) las dos matanzas son comparables en escala y características".[17]
La verdad: No son comparables ni en escala ni en sus características. La invasión indonesia de Timor Oriental causó 100.000-180.000 muertes.[18] El genocidio de los Jemeres Rojos en Camboya causó más de1,8 millones de muertes.[19] Los militares indonesios llevaron a cabo una brutal represión de la resistencia armada en un territorio extranjero. El baño de sangre de los Jemeres Rojos fue un ataque motivado ideológicamente contra una población indefensa en su propio país.
2.
La mentira: "Si 2-2½ millones de personas, alrededor de ⅓ de la población hubieran sido asesinados sistemáticamente por una banda de peligrosos criminales que hubieran accedido al gobierno, [el senador] McGovern estaría dispuesto a considerar una intervención militar. Suponemos que no habría hecho esta propuesta si la cifra de muertos fuera, digamos una centésima parte, es decir, 25.000 personas (...) [o] si las muertes no fueran consecuencia de matanzas o hambrunas sistemáticas organizadas por el estado sino más bien atribuibles en buena medida a venganzas entre campesinos, unidades militares indisciplinadas fuera del control del gobierno, hambrunas y enfermedades que son consecuencia directa de la guerra de EE.UU. u otros factores".[20]
La verdad: Ningún observador serio piensa que sólo murieron 25.000 personas bajo los Jemeres Rojos o que las muertes masivas fueran consecuencia de otra cosa que las matanzas y hambrunas sistemáticas organizadas por el estado. Incluso el líder de los Jemeres Rojos Khieu Zampan reconocía 2 millones de muertes, que atribuía a la invasión vietnamita.[21]
1.
La mentira: "La evacuación [de los Jemeres Rojos] de Phnom Penh, ampliamente denunciada desde entonces hasta ahora por su indudable brutalidad, puede en realidad haber salvado muchas vidas. Es sorprendente que los hechos cruciales raramente aparecen entre las voces condenatorias".[22]
La verdad: Al menos 30.000 niños muy pequeños murieron como consecuencia directa de la evacuación de Phnom Penh por los Jemeres Rojos.[23] En total, al menos 870.000 hombres, mujeres y niños de Phnom Penh murieron bajo la dictadura de los Jemeres Rojos.[24]
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[1] Carta reimpresa en Alexander Cockburn, The Golden Age Is In Us (Verso, 1995), páginas 149-151.
[2] Alec Nove, “Victims of Stalinism: How Many?” en J. Arch Getty y Roberta T. Manning, eds., Stalinist Terror (Cambridge University Press, 1993), página 266 (Ucrania); Jan T. Gross, Revolution From Abroad (Princeton University Press, 2002), páginas 228-229 (Polonia); Martyn Rady, Romania in Turmoil (I.B. Tauris, 1992), página 31 (Rumanía); Washington Post, 16 de enero de 1994 (Bielorrusia); Karel Bartosek, “Central and Southeastern Europe”, in Stephane Courtois, ed., The Black Book of Communism (Harvard University Press, 1999), página 395, publicado en España como El libro negro del comunismo (Pozuelo de Alarcón: Espasa-Calpe, 1998) (Hungría, Bulgaria); Los Angeles Times, 27 de octubre de 1991 (Alemania del Este); US News & World Report, 20 de octubre de 1997 (Lituania); New York Times, 9 de julio de 1990 (Yugoslavia); Philadelphia Inquirer, 3 de noviembre de 1999 (Checoslovaquia); New York Times, 8 de julio de 1997 (Albania); David M. Glantz y Jonathan House, When Titans Clashed: How the Red Army Stopped Hitler (University Press of Kansas, 1995), página 307 (prisioneros de guerra); Anthony Beevor, The Fall of Berlin 1945 (Penguin, 2003), página 410, publicado en España como Berlín: la caída, 1945 (Barcelona: Crítica, 2003) (violaciones).
[3] American Power and the New Mandarins (edición revisada , The New Press, 2002), página 137 nota 56.
[4] New York Times, 13 de junio de 1957 (cifras oficiales); 15 de noviembre de 1970 (cifras no oficiales).
[5] Basil Ashton, Kenneth Hill, Alan Piazza, Robin Zeitz, “Famine in China, 1958-61”, Population and Development Review, Diciembre de 1984, página 614.
[6] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), páginas 342 y 432 nota 168.
[7] J. Price Gittinger, “Communist Land Policy in North Vietnam”, Far Eastern Survey, Agosto de 1959, página 118 (porcentage, error); Robert F. Turner, Vietnamese Communism: Its Origins and Development (Hoover Institution Press, 1975), páginas 141-143 y 155-157 (desertores, diplomático, aislamiento); Gerard Tongas, J'ai vécu dans l'enfer communiste au Nord Viêt-Nam (París: Nouvelles Editions Debresse, 1960), página 222(izquierdista francés). Chomsky al antiguo ofial de Diem Nguyen Van Chau, que tildó la historia de invención de Saigón, pero Chau había sido purgado por las autoridades de Saigon y era un activista en apoyo del Vietcong: New York Times, 23 de noviembre de 1963 (purga); Vietnam News Agency, París, 21 de diciembre de 1972 (Vietcong).
[8] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), páginas 340-341.
[9] Guenter Lewy, America in Vietnam (Oxford University Press, 1978), páginas 272-273 y 448-449.
[10] Frente de Liberación Nacional de la República Democrática de Vietnam (N. del T.).
[11] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), página 352.
[12] Stephen T. Hosmer, Viet Cong Repression and its Implications for the Future (Rand Corporation, 1970), páginas 73-74.
[13] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), página 28.
[14] Human Events, 27 de agosto de 1977 (Nguyen Cong Hoan); Al Santoli, ed., To Bear Any Burden (Indiana University Press, 1999), páginas 272 y 292-2933 (Doan Van Toai, Nguyen Tuong Lai); Orange County Register, 29 de abril de 2001 (campos de concentración); San Diego Union, 20 de julio de 1986 (boat people).
[15] Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (South End Press, 1979), páginas 264-265.
[16] Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique (París: L'Harmattan,
1995), páginas 41-48 y 57.
[17] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 380, publicado en España como El miedo a la democracia (Barcelona: Crítica, 2004).
[18] Washington Post, 21 de enero 2006, citando la Comisión de la Verdad de la ONU.
[19] Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique (París: L'Harmattan,
1995), página 57.
[20] After the Cataclysm (South End Press, 1979), páginas 138-139.
[21] Entrevista en el Time, 10 de marzo de 1980.
[22] After the Cataclysm (South End Press, 1979), página 160.
[23] Ea Meng-Try, “Kampuchea: A Country Adrift”, Population and Development Review, Junio de 1981,
página 214.
[24] Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique (París: L'Harmattan, 1995), página 57.