
Berlín 1961 / Kennedy, Jrushchov y el lugar más peligroso del mundo
Autor: Frederick Kempe
ISBN: 978-84-8109-966-9
Editorial: Galaxia Gutemberg/Círculo de Lectores
¿Quién y por qué decidió la construcción del Muro de Berlín? ¿Qué papel desempeñaron las relaciones personales entre J. F. Kennedy y Nikita Jrushchov? ¿Y la China de Mao? ¿Qué llevó en aquellas tensas semanas de octubre de 1961 a los tanques norteamericanos y soviéticos a apuntarse mutuamente a tan sólo unos metros de distancia en las calles de Berlín?

La construcción del muro de Berlín pudo haberse evitado
Mucho se ha hablado de la caída del muro de Berlín y de lo que este acontecimiento histórico significó para curar heridas en Europa. Pero, ¿qué hay de su construcción? El escritor alemán Frederick Kempe ha viajado en el tiempo, hasta 1961, para describir la tensa situación internacional que vivían Estados Unidos, la URSS y sus respectivos líderes en el contexto de la Guerra Fría, algo que desembocó en el levantamiento del muro de la vergüenza. ‘Berlín 1961’ (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores) era ‘El lugar más peligroso del mundo’.
1961 fue un año convulso y realmente peligroso. J.F. Kennedy llegaba a la presidencia de Estados Unidos en enero. Según el autor del libro, Frederick Kempe, fue el peor año que vivió un presidente norteamericano en lo que se refiere a política exterior. “Al iniciarse la Administración Kennedy, el presidente no entiende los mensajes que le transmite para negociar el líder soviético, Nikita Jrushchov. De hecho, hay tres gestos por su parte: la liberación de pilotos estadounidenses al poco tiempo de que Kennedy iniciase su andadura en el poder, la transmisión de su mensaje de investidura y el no interferir en él a través de las frecuencias de radio. Por otro lado, en abril de 1961, se produjo el intento fallido de invadir Bahía de Cochinos, en Cuba, por parte de Estados Unidos. Esta debacle para Kennedy fue percibida como un signo de debilidad por parte del presidente soviético. Fue sólo tras este acontecimiento cuando Jrushchov accedió a participar junto a Kennedy en la cumbre de Viena, cuando percibió su debilidad. Dos meses después de su celebración, en agosto de 1961, comenzó a construirse el muro”.
Desde el final de la II Guerra Mundial hasta 1961, en torno a dos millones de personas abandonaron Berlín y Alemania oriental. Ese año se intensificó el flujo de refugiados que pasaba a la zona occidental, lo que ponía en peligro el imperio soviético. Para el escritor alemán, “Kennedy aceptó la construcción del muro para evitar una guerra y porque pensaba que si permitía a Jrushchov impedir la salida de gente de su lado berlinés y alemán la relación entre ambos países sería mejor, cosa que no fue así. Sin embargo, eso se percibió en la URSS como una situación de mayor peligro”.
Pero, ¿hubo alguna posibilidad de evitar que se construyera el muro de Berlín? Kempe cree que se pudo lograr en dos ocasiones. “La primera se produjo durante la cumbre de Viena. Si Kennedy hubiera seguido la línea política de sus antecesores, consistente en no tocar para nada Berlín, Jrushchov no se hubiera atrevido a construirlo. Sin embargo, su discurso cambió al siguiente: si limitáis vuestras acciones a vuestro territorio, no haremos nada. Por eso, el muro se construyó a dos metros de la frontera trazada en la ciudad alemana, dentro de la parte oriental. La segunda posibilidad se abrió a lo largo de una ventana de 48 horas después del cierre de fronteras y hasta el inicio de su construcción. Únicamente se apostaron los soldados de Alemania oriental en su zona. Si los del lado occidental se hubieran enfrentado a ellos en ese momento, posiblemente no se habría construido el muro. En este caso cabían dos posibilidades: que las fuerzas soviéticas no contestaran o que se iniciase una guerra”. Con unas palabras históricas, Kennedy dejó claro por qué el ataque norteamericano no se produjo: “Prefiero un muro a una guerra”.
Un año después de la construcción del muro de Berlín, se produjo la crisis de los misiles en Cuba, hecho al que, en opinión de Kempe, se le ha prestado demasiada atención histórica en el contexto de la Guerra Fría. “Cuba no habría sido un motivo de guerra. Berlín, en cambio, sí”. Estos dos hechos cercanos en el tiempo, la construcción del muro de Berlín y la crisis de los misiles en Cuba, se tradujeron en casi 30 años más de Guerra Fría.
1961 vs. 2012
En opinión de Frederick Kempe, las decisiones que los líderes políticos tomaron en 1961 y las que están tomando en 2012, ambos años de crisis, son de gran calado. “En 1961, esas decisiones tuvieron consecuencias para millones de europeos y las que se están adoptando ahora también las tendrán. La creación del euro es el acto de reconciliación más importante desde la caída del muro de Berlín. Su creación se cuestiona ahora, por lo que también podría llegar a cuestionarse la conciliación europea que se ha conseguido. Puede considerarse que Europa es uno de los mayores logros de la política exterior norteamericana”.
“Tendemos a olvidar las sutilezas de la historia. Europa, esto que hemos construido, ha costado mucho. Por eso no hay que olvidar los motivos que llevaron a la construcción de la Unión Europea. La decisión de crear el euro fue política. Los mercados están poniendo a prueba la voluntad política de Europa y sus países. Lo que está en juego es mucho más que una moneda. El interés de Alemania por la supervivencia del euro no es superado por el de cualquier otro país. Si desapareciera el euro, la moneda alemana se revalorizaría frente a otras y eso sería el fin de la Unión Europea. ¿Entenderá Alemania que si cae el euro también fracasará el proyecto europeo? Esto lo dejo para un próximo libro”.
Kennedy vs. Jrushchov
La historia de ‘Berlín 1961’ está compuesta por dos personajes atractivos y de gran importancia histórica. Se trata de los líderes de los países enfrentados en la Guerra Fría. Pero entre uno y otro se atisban grandes diferencias. “Kennedy se convirtió en el presidente estadounidense más joven de la historia. Era brillante, pero muy inexperto. Fue un líder más reflexivo que visceral. Además, sobrestimó las posibilidades que tenía de poder llevarse a Jrushchov a su terreno. El presidente soviético, en cambio, era de origen aldeano y fue analfabeto hasta los 20 años. Detrás de su poder tenía la presión de los stalinistas para que ejerciera una postura más dura y beligerante frente a Estados Unidos, pero él quería coexistir pacíficamente con la potencia occidental”.
‘Berlín 1961’ es el primer libro sobre la Guerra Fría que publica Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores. Se ha hablado mucho de la destrucción del muro, pero no de su construcción. Muchas de las informaciones que Frederick Kempe ha plasmado en él se dan a conocer por primera vez, ya que está basado en muchos documentos que se han desclasificado recientemente. El trabajo de investigación ha llevado al autor alemán siete años, hasta tal punto que en el libro describe meticulosamente algunas conversaciones que mantuvieron los líderes políticos de esta etapa de gran tensión mundial. Según el propio Kempe, “este libro ha pasado a ser en Alemania uno de los que tienen más importancia histórica para los alemanes”.
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