Recientemente leí en Ria Novosti la noticia de que el presidente Mendedev había decidido acometer importantes mejoras en los cuerpos policiales, lo cual llevaría aparejado el despido de unos 200.000 agentes de policía, parte de los cuales -sólo una minoría- podrían encontrar trabajo en las agencias privadas de detectives y empresas legales de seguridad, mientras que la mayoría no tendrían otra opción que jubilarse o reciclarse en el mundo del Hampa, es decir, trabajar como sicarios al servicio de organizaciones criminales, dato que se resaltaba en el artículo como una posibilidad bien cierta y que preocupaba tanto a la ciudadanía como a muchos periodistas y algunos políticos.

En ese mismo orden de cosas el presidente había destituido a varios altos cargos policiales, mientras el último escándalo policial salpicaba al Ministerio del Interior; según parece varios oficiales de la policía criminal habían secuestrado a un empresario, creo recordar que era extranjero, para pedir rescate por él. Incluso se barajaba la posibilidad de suprimir el propio Ministerio del Interior, provocando la alarma en medios políticos, que juzgaban las medidas de Mendedev como excesivas y precipitadas aunque bien intencionadas.
Hablando de todo ello con un amigo de Moscú, me comentaba que todo aquel asunto era "palabrería política para desviar la atención de problemas más graves y urgentes" y recalcaba que pese a algunas pocas excepciones de agentes honrados, la Policía como institución era la mayor organización criminal en Russia, y que para solucionar este asunto sería necesaria una reforma total de los cuerpos policiales y que dudaba que nadie se atreviese a llevar a cabo una iniciativa de tal calibre.

La pregunta que lanzo a la concurrencia es la siguiente: ¿Qué pensais de toda esta polémica iniciativa, de sus posibles consecuencias si realmente se llevase a cabo y de cómo solucionar el problema de la corrupción en la Policía y la poca credibilidad que tiene entre sus ciudadanos?
A ver quien recoge el guante....
