Ese país es Islandia que esta sufriendo graves problemas económicos y era un país estratégico para USA debido a una base que servía para perseguir a submarino nucleares soviéticos
la OTAN pidiendo ayuda financiera a Rusia

Moderador: casarusia
Saludos.¿Cuál será mañana la política internacional de Estados Unidos?
Michel Collon
InvestigAction
Traducido del francés por Beatriz Morales Bastos
Después de Bush todos esperamos un cambio o bien nos tememos los peor. ¿McCain u Obama? ¿En qué cambiarán las elecciones la situación de Iraq, Afganistán, Palestina, África, el Cáucaso, Cuba o Venezuela? ¿Y las relaciones con las grandes potencias, Europa, Japón, Rusia, China?
No creemos que la política internacional de Estados Unidos se decida en la Casa Blanca. De hecho, la elite estadounidense está dudando actualmente sobre la estrategia que se va a seguir en los próximos años. En este texto se analizan las dos opciones que se le ofrecen. La crisis económica hace que la pregunta sea aún más candente: ¿cómo hará Estados Unidos para seguir siendo la superpotencia que domina el mundo?
Este texto es un extracto de nuestro libro Los 7 pecados de Hugo Chavez (capítulo 11: Estados Unidos, el oro negro y las guerras de mañana), de próxima aparición. En las páginas anteriores se explican las razones del ascenso y posterior declive de Estados Unidos. Investig'Action considera necesario publicar ya este extracto para arrojar algo de luz sobre los actuales debates acerca de las elecciones en Estados Unidos...
El fracaso de Bush
¿Qué balance se puede hacer de esta guerra global que la administración Bush ha llevado a cabo a partir del 11 de septiembre? Negativo. Prácticamente en todas partes...
En Afganistán e Iraq Estados Unidos desencadenó sendas guerras que ha sido incapaz de ganar y que no ganará nunca. A Bush le hubiera gustado emprender una tercera contra Irán, pero al estar demasiado debilitado tuvo que renunciar a ello. El objetivo de esta guerra era asegurar a Washington el control del petróleo. En cinco años su precio ha pasado de 25 dólares a más de 100 dólares, lo que ha tenido unas consecuencias muy negativas para la economía estadounidense y mundial.
En América del Sur Estados Unidos ha perdido total o parcialmente el control de casi todas sus colonias: Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Argentina y Brasil. En el momento de escribir estas líneas sólo le quedan Perú, Chile y Colombia.
También en África la resistencia se ha marcado tantos. El Congo de Kabila se ha negado a ponerse de rodillas. Y cuando Washington buscaba dónde instalar el centro de su nuevo mando militar Africom, todos los países declinaron educadamente.
Igualmente, en el sur de Asia a un grupo de estrategas estadounidenses les preocupaba recientemente el ascenso de las resistencias en todas la región y proponía reforzar la 'capacidad de proyección' de Estados Unidos en el sur de Asia. En su jerga esto quiere decir los medios de organizar el desembarco de militares, bombardeos o apoyo a golpes de Estado. Pero se apresuraron a señalar que debido a la impopularidad de Estados Unidos en esta región sería imposible encontrar un país que pudiera acoger la sede de esta fuerza estadounidense (1).
La política de Bush ha provocado resistencias incluso entre los aliados europeos. Así, en la cumbre de la OTAN en Bucarest del pasado mes de abril George Bush reclamó una nueva expansión para integrar en esta ocasión a Ucrania y Georgia, dos pistolas que apuntan a Rusia. Pero sufrió la negativa firme y pública de Alemania, Francia, España, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, poco deseosos de enemistarse con Moscú, su suministrados de gas. Steve Erlanger y Steven Lee Myers, dos analistas cercanos al Pentágono, vieron en ello «un notable fracaso de la política de Estados Unidos en una alianza normalmente dominada por Washington» (2).
En Rusia, precisamente, el tono está subiendo. Moscú se niega a que se instale en el continente europeo unas armas que Estados Unidos llama escudo antimisiles: «Si una parte del potencial nuclear de Estados Unidos está en Europa (...), tendremos que tener unos objetivos en Europa» (3). Además, en mayo de 2008 Rusia probó un nuevo misil intercontinental de cabezas múltiples «en respuesta a los actos unilaterales e infundados de nuestros socios», declaró Putin. Sin embargo, Washington asegura que el escudo antimisiles no se dirige contra Rusia, sino sólo contra Estados como Irán. Pero Putin replica: «ningún misil iraní tiene tanto alcance, así que es evidente que esta novedad también nos concierne a nosotros, los rusos» (4).
China, como Rusia, tampoco dio marcha atrás ante las múltiples presiones y campañas organizadas por Washington.
La elite estadounidense se divide
Hace diez años Zbigniew Brzezinski, ex-consejero del presidente Carter y el estratega más importante de Estados Unidos, publicó El gran tablero de ajedrez, una especie de libro de instrucciones sobre «Cómo seguir siendo la única potencia que domina el mundo» (5). Con la brutalidad de quien ya no está en el poder, en este libro explicaba que era imperioso que Washington debilitara no sólo a sus rivales, Rusia y China, sino también a Europa y Japón, y que les impidiera aliarse entre sí. Divide y vencerás.
¿Que nota se podría poner hoy en día a George Bush basándonos en los criterios definidos por Brzezinski? ¿Ha conseguido debilitar a las grandes potencias rivales? Notable en relación a Japón, bien (por ahora) en lo que concierne a la Unión Europea, pero suspendido en lo que concierne a Rusia y muy deficiente en lo que concierne a China.
Bush ha provocado globalmente tantas resistencias que el dominio de Estados Unidos se ha debilitado. Los sectores que le habían llevado al poder (armamento, petróleo, automóvil, defensa, farmacéuticas) constatan que las guerras de Bush no han aportado ni grandes beneficios ni nuevas zonas de explotación. De hecho, han costado más que los beneficios aportados. Y la administración Bush ha demostrado ser un pequeño círculo restringido que piensa mucho cómo llenarse personalmente los bolsillos pero que es incapaz de tener sutileza táctica y una verdadera visión a largo plazo.
Una vez que el fracaso ha resultado evidente se ha exacerbado las divisiones en el seno de la elite estadounidense, e incluso de la administración Bush. A partir de 2006 los neocons han tenido que ceder el terreno. Han tenido que aceptar que el ministro de la Guerra, Donald Rumsfeld, sea sustituido por Robert Gates, un hombre de la Trilateral y de la tendencia Brzezinski. En un discurso pronunciado ante los alumnos de la Academia Militar de West Point el nuevo ministro en cierto modo aceptó la debilidad del militarismo estadounidense: «No combatan a menos que se vean obligados a ello. Nunca combatan solos. Y nunca combatan durante mucho tiempo» (6). Tiempo después la comisión bipartita Baker-Hamilton condenó el intento de Bush de remodelar el 'Gran Oriente Próximo' por no ser realista y recomendó, por el contrario, un enfoque más táctico respecto a Siria e Irán.
Incluso en el seno de los servicios secretos y del ejército se han desencadenado varias revueltas. En diciembre de 2007, cuando Bush quiso preparar un ataque contra Irán bajo el pretexto clásico de las armas de destrucción masiva, dieciséis servicios de inteligencia estadounidenses sorprendieron a todo el mundo publicando un informe donde constataba que al menos desde 2003 Irán había suspendido su programa nuclear.
«El declive de Estados Unidos es inevitable»
(Zbigniew Brzezinski) [Se nos va a volver marxista a este paso]
Brzezinski proponía en su libro una estrategia agresiva y maquiavélica para salvar al Imperio estadounidense. Pero, ¿cree él mismo que funcionará? Por muy sorprendente que parezca, la respuesta es no.
«A largo plazo la política global está condenada a hacerse cada vez menos propicia a la concentración de un poder hegemónico en las manos de un solo Estado. Por lo tanto, Estados Unidos no sólo es la primera superpotencia global, muy probablemente será la última» (p. 267).
La razón se debe a la evolución de la economía: «El poder económico también corre peligro de dispersarse. En los próximos años ningún país será susceptible de alcanzar aproximadamente el 30% del PIB mundial, cifra que Estados Unidos ha mantenido durante la mayor parte del siglo XX, por no hablar de la barrera del 50% que alcanzó en 1945. Según ciertos cálculos, Estados Unidos todavía podría detentar el 20% del PIB mundial a finales de esta década para caer a un 10-15% de aquí a 2020, mientras que las cifras de otras potencias (Europa, China, Japón) aumentarían para igualar de forma aproximada el nivel de Estados Unidos. (...) Una vez que se haya iniciado el declive del liderazgo estadounidense, ningún Estado aislado podrá asegurar la supremacía de la que goza hoy Estados Unidos» (p. 267-8).
«Una vez que se haya iniciado el declive del liderazgo estadounidense». Por lo tanto, Brzezinski no habla de una posibilidad, sino de una certidumbre. Escribe esto en 1997. Hoy resulta claro que el declive ha iniciado totalmente. El mundo llega a ser multipolar.
Pero, ¿quizá Brzezinski es un pesimista aislado? ¿Quizá los neocons que inspiraron a Bush son más 'optimistas', si nos atrevemos a usar esta palabra? Pues bien, de hecho no lo son mucho más. En el texto fundador de toda la política de la administración, el Project for a New American Century (PNAC, Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense), redactado en 1992 por Paul Wolfowitz y sus amigos, encontramos, por supuesto, toda la ideología de la nueva cruzada militarista, pero también un observación que llama la atención: «Actualmente Estados Unidos no tiene ningún rival mundial. El objetivo de la gran estrategia de Estados Unidos debe ser preservar y extender esta posición ventajosa el mayor tiempo posible (...) Preservar esta situación estratégica deseable en la que se encuentra Estados Unidos en este momento exige unas capacidades militares predominantes a nivel mundial» (7).
«El mayor tiempo posible». Por lo tanto, también aquí se cree que no será posible que Estados Unidos sea eternamente el amo del mundo. He aquí una gran paradoja. El mundo entero teme a Estados Unidos. Pero los dirigentes estadounidenses, por su parte, saben que están al mando del Titanic. Y están divididos en dos opciones respecto a cómo salvar al Imperio tanto como sea posible ...
Dos opciones para salvar al Imperio
¿Cuál será la politica estadounidense en los próximos años? La elección de uno u otro presidente es, desde luego, una indicación, pero no es decisiva.
Recordemos que durante la campaña presidencial de 2000 George Bush había prometido ¡una política internacional mucho más humilde y menos intervencionista que la de su predecesor! Mientras que el otro candidato, Al Gore, había propuesto un presupuesto militar más alto que el de Bush. Creemos que las grandes orientaciones de la política internacional no las deciden los presidentes, sino las multinacionales en función de sus necesidades del momento y de su evaluación de la relación de fuerzas mundial.
Y, precisamente, tras el balance de fracaso de los años de Bush que acabamos de describir la elite estadounidense parece bastante dividida respecto al camino que hay que seguir. ¿Cómo salir de esta delicada situación?
La primera opción posible es la opción militarista. En estos últimos años la han encarnado los neocons de Bush con la estrategia de Wolfowitz. La agresión y la intimidación como estrategia general. Multiplicar las guerras, inflar al máximo los gastos en el complejo militar-industrial para obtener el crecimiento y el dominio de las multinacionales estadounidense, y también para intimidar a aliados y rivales.
La otra opción es la defendida por Brzezinski y que a él le gusta llamar 'soft power' (poder blando). Otros hablan de un 'imperialismo inteligente'. Se trata, de hecho, de lograr los mismos objetivos de Estados Unidos pero por medio de unas formas de violencia menos directas y visibles, contando menos con las intervenciones militares estadounidenses, muy costosas, y más con los servicios secretos, las maniobras de desestabilización, las guerras por medio de países interpuestos y también con la corrupción ...
Cinco generales de la OTAN preparan un gobierno mundial...
La primera opción consiste en militarizar más la vida política y en multiplicar las guerras. Bush al cuadrado.
En enero de 2008 cinco ex-generales de la OTAN presentaron un documento preparatorio de un encuentro en la cumbre de la OTAN en Bucarest (8). Sus propuestas revelan una tendencia absolutamente espantosa. Y lo que da mucho peso a este documento es que hasta hace poco tiempo todos ejercían funciones del más alto nivel. El general John Shalikashviliera era jefe del Estado Mayor estadounidense y comandante en jefe de la OTAN en Europa; el general Klaus Naumann dirigía el ejército alemán y presidía el comité militar de la OTAN en Europa; el general Henk van den Breemen era jefe del Estado Mayor holandés; las misma funciones en Francia las ocupaba el almirante Jacques Lanxade, mientras que Lord Inge dirigía el Estado Mayor y del servicio de Defensa de Gran Bretaña. Ni más ni menos que personajes importantes. Y muy agresivos, como vamos a ver ...
Página 6: « [Los autores] proponen pistas sobre la forma de superar una posible rivalidad con la Unión Europea y permitir a la OTAN acceder a unos instrumentos no militares». Dos observaciones. 1. De hecho, esta rivalidad no sólo es posible sino que es absolutamente real. ¿En qué sentido quieren superarla? 2. ¿Qué significa para la OTAN «acceder a unos instrumentos no militares»? ¿Se trata de obtener una influencia mayor sobre la vida civil de las sociedades occidentales?
Página 7: «A fin de iniciar el proceso proponen establecer un directorio que reúna a Estados Unidos, la UE y la OTAN. Su misión sería coordinar todas las operaciones en la esfera atlántica». Por tanto, un super-gobierno mundial. ¿Con qué objetivos?
Los Cinco nos lo explican en la página 42: «Lo que esperan los aliados occidentales es la defensa proactiva, mantenida a largo plazo, de sus sociedades y de su modo de vida». 'Defender nuestro modo de vida' ya fue un argumento esgrimido por el padre de Bush para desencadenar la primera guerra contra Iraq. En realidad, 'modo de vida' es una manera hipócrita de designar el dominio de las multinacionales sobre la vida económica, dominio cuyo efecto es mantener en la pobreza a la mitad de la humanidad. El objetivo de los cinco es, efectivamente, emplear los medios militares para mantener el abismo entre ricos y pobres. Para quienes tengan dudas, en la página 92 se precisa: «Los objetivos de nuestra estrategia son preservar la paz, nuestros valores, el liberalismo económico y la estabilidad ».
Por consiguiente, preserva la estabilidad de las multinacionales. Y ¿contra qué enemigo? Los autores proporcionan algunos ejemplos de lo que no hay que tolerar en el tercer mundo. Página 52: «Tenemos ejemplos menos importantes de ayuda no deseable: de Venezuela al régimen cubano». El gendarme mundial se arroga el derecho de intervenir por todo el mundo contra cualquier país que plantee actos que desagradan a las multinacionales.
Pero, ¿cuál es entre todos los indeseables el enemigo principal? La respuesta aparece en la página 44: «China puede causar un gran daño a las economías estadounidense y mundial basándose en sus enormes reservas de dólares». Y en la página 52: «China puede utilizar el arma de las finanzas para imponerse en África y si decide hacerlo tiene capacidad de utilizarla a una escala mucho mayor».
He aquí bien definido quiénes son los buenos y los malos. El liberalismo necesita de la OTAN para imponerse al mundo entero. Y, ¿de que medios debería disponer la OTAN para llevar a cabo esta guerra económica?
El derecho internacional y la ONU arrojados por la borda
Estos cinco generales se siente, de hecho, frustrados. Página 76: «Uno de los principales problemas en la concepción estratégica actual de la Alianza Atlántica es que sus acciones siguen siendo más reactivas que preventivas y se limitan a unos medios militares». Página 91: «Ahora bien, una estrategia ambiciosa debe comprender la utilización bien integrada de todas las armas disponibles, ya sean políticas, económicas, militares, culturales, sociales, morales, espirituales o psicológicas».
¡Aquí lo tenemos! La Banda de los Cinco pretende desbordar sus tareas militares y ejercer una influencia sobre el funcionamiento de la sociedad civil. Pero, al menos, ¿respetará este nuevo gobierno mundial el derecho internacional? Es extremadamente dudoso ... Páginas 94-95: «Otro principio que hay que respetar es la legalidad. Toda acción debe ser legítima, autorizada, y debe respetar el derecho internacional. Esto puede representar una desventaja considerable cuando el adversario no tenga respeto alguno por ninguna ley, pero, a fin de cuentas, actuar de otra manera significaría aplicar la ley de la jungla y minar nuestra propia credibilidad. Sin embargo, este principio no impide que se tenga que adoptar el derecho internacional existente a un contexto internacional en constante evolución ... »
En esta cita las primeras frases sirven para dorar la píldora y el verdadero contenido viene al final: 'adaptar' el derecho significa en realidad violarlo, negar los principios proclamados hasta el momento. Después de Abu Ghraib, Guantánamo, la tortura, los asesinatos de jefes de Estado, los vuelos clandestinos y las prisiones secretas de la CIA, ¿se nos propone luchar contra estas violaciones del derecho? No, se propone legalizarlas 'adaptando' el derecho.
Hay que recordar que las dos guerras contra Iraq y la guerra contra Yugoslavia ya habían violado el derecho internacional, la Carta de la ONU e incluso la propia Carta de la OTAN. Pero precisamente es de la legalidad internacional de lo que se quieren desembarazar los Cinco. Páginas 104-105: « La aprobación de Naciones Unidas puede no ser necesaria según el Artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas (legítima defensa) y quizá es posible renunciar a ello según los términos de la Convención sobre el genocidio».
«¡Viva la guerra preventiva!». Incluso la nuclear.
Más inquietante es la lectura de la página 96: «Lo que necesitamos es una forma de disuasión por medio del rechazo proactivo, donde el tanteo es una forma de reacción en caso de amenaza inminente y la prevención un intento de recuperar la iniciativa y acabar con el conflicto».
En la jerga militar 'defensa proactiva' designa la guerra preventiva. Este término aparece una y otra vez en el documento de los Cinco. George W. Bush ya había invocado una 'guerra preventiva' contra el terrorismo. Como Hitler en su época. Porque los agresores se refugian con frecuencia tras el pretexto de prevenir un peligro. En realidad, el derecho internacional siempre ha prohibido explícitamente las guerras supuestamente preventivas. Pero los temores no acaban ahí...
Página 94: «El arma nuclear puede parecer a primera vista desproporcionada, pero si se tienen en cuenta los daños que evita, es posible que sea razonable». Aquí resplandece toda la inmoralidad de estos cinco bandidos. La guerra nuclear es una atrocidad y la humanidad no ha dejado de exigir el desmantelamiento de estas armas de destrucción masiva. He aquí que se pretende justificarla con una hipocresía que no puede engañar a nadie: 'evitar daños'. Absolutamente vago y sin duda racista: la vida de los pueblos adversarios no vale nada.
La verdad es que al constatar que los bombardeos clásicos no bastan para romper las resistencias y que las guerras clásicas son caras y peligrosas para los invasores, estos generales criminales proponen el arma nuclear como solución al problema de la hegemonía mundial de las multinacionales.
«Preparar los ánimos»
Como vemos, la mercancía que pretende vendernos la Banda de los Cinco está completamente podrida y estropeada. Por ello, previsores como son, cuentan con trabajar a la opinión pública por medio de campañas de propaganda a largo plazo. Página 104: «Estas medidas deben ir acompañadas de esfuerzos proactivos y coordinados de comunicación en los medios de comunicación (...). Esta campaña mediática podría, además, preparar los ánimos para una intervención armada».
¡'Preparar los ánimos'! Desde luego, esto no es una novedad... Haciendo balance de la guerra contra Yugoslavia (en 1999), que fue el mayor logro de la desinformación organizada, un general de la OTAN confesaba después de la guerra que se habían lanzado sistemáticamente informaciones falsas, mientras que se habían apartado o marginado las informaciones molestas para «anestesiar a la opinión pública». Resumía de la siguiente manera la filosofía de la OTAN: « La opinión pública se trabaja, como todo lo demás» (9). Además, en cada guerra los generales occidentales contratan spin doctors, es decir, agentes publicitarios para vender sus guerras y manipular a la opinión pública. Pero esta vez se va mucho más lejos: se trata de toda una campaña a largo plazo para condicionar a la opinión pública ...
Página 129: «Por consiguiente, es necesario que la OTAN desarrolle una estrategia de información que debe cumplir tres objetivos a la vez. Debe persuadir al mundo de que la OTAN es una fuerza del bien. Debe desplegarse antes de que los adversarios empiecen a difundir su información, es decir, que la OTAN deben imponer su dominio en materia de relaciones públicas. Debe ganarse el corazón y el espíritu de los habitantes de los países de la OTAN (acorde con la actitud de la Alianza Atlántica) y también de las poblaciones de los países donde se produzca la intervención armada».
«Imponer su dominio en materia de relaciones públicas». La información se concibe como una guerra que se gana eliminando las fuerzas del adversario. No se trata aquí de acusaciones gratuitas: el ejército estadounidense bombardeó y encarceló a periodistas de al-Jazeera, la OTAN bombardeó la televisión de Belgrado (17 muertos), el Pentágono prepara planes para eliminar informaciones molestas en internet, cuyo carácter democrático molesta considerablemente. [casarusia, que te cierran el chiringuito]
Un plan de dictadura mundial
Al principio de su documento los cinco generales anunciaban «unas pistas para superar una rivalidad con la Unión Europea». ¿Cómo lo van a hacer? De hecho, utilizan el marco de la OTAN para organizar la sumisión de la UE a la voluntad de Washington...
Página 137: «Consideramos que las fuerzas multinacionales son la clave de una modernización rápida y poco onerosa de las fuerzas de la OTAN, pero ponemos de relieve que esta opción sólo es posible si los Estados miembro aceptan sin restricción que sus fuerzas estén a disposición de la OTAN para cualquier operación autorizada por el Consejo de OTAN». Traducción: se obligará a los ejércitos europeos a obedecer las decisiones de la OTAN (actualmente se requiere la unanimidad).
El plan de los Cinco proporciona a Estados Unidos tres ventajas: 1. Integrar a las fuerzas europeas en sus guerras. 2. Trasladar los gastos a los aliados. 3. Repartir también la impopularidad.
El carácter antidemocrático de los Cinco se manifiesta claramente en la página 139: «Elegimos no formular nuestras propuestas para la reforma de la UE de manera tan detallada como para la OTAN por dos razones: en primer lugar, un nuevo tratado, que viene a sustituir a la 'constitución' que había sido condenada, ha sido adoptado actualmente con discreción, para evitar consultar a las poblaciones».
El objetivo de su plan es, efectivamente, hacer imposible toda oposición. Página 144: «Con el fin de eliminar toda fuente de irritación, se podría decidir que sea siempre en el seno de la OTAN donde se trate un punto y que los miembros de la OTAN que también son miembros de la UE se comprometan a no alejarse del voto depositado en la OTAN cuando éste se aborde ese punto en las instancias europeas ». Así pues, una vez que haya decidido la OTAN, un país europeo no tendrá derecho a oponerse.
Como conclusión, este plan de la Banda de los Cinco, preparado por unos individuos que han estado en la cumbre del poder militar mundial, indica una tendencia significativa en esta elite. Su plan de super-gobierno mundial a tres (en realidad dominado por Estados Unidos) arrojaría a la basura todo vestigio de derecho internacional, legitimaría la guerra preventiva y las armas nucleares, organizaría la manipulación sistemática de las opiniones públicas. Es un plan de naturaleza fascista.
He aquí una de las dos opciones en las que la elite estadounidense está pensando actualmente para resolver sus problemas. La otra la encarna fundamentalmente Zbigniew Brzezinski, del que hemos hablado antes ...
¿«El imperialismo inteligente» ?
Los estrategas militares estadounidenses distinguen tres tipos de guerras que ellos pueden desencadenar: 1. Las guerras de alta intensidad. Se trata de enfrentamientos entre grandes potencias del tipo de las dos guerras mundiales. 2. Las guerras de intensidad media. Comportan también un compromiso militar estadounidense directo, pero contra potencias mucho más débiles, como Iraq o Yugoslavia. 3. Las guerras de baja intensidad. No comportan un compromiso militar directo de Estados Unidos, que logra que otros combatan. Provoca conflictos entre países vecinos o a través de los movimientos paramilitares o terroristas.
El término 'baja intensidad' es engañoso, puede dar la impresión de que los daños son menores, pero, en realidad, sólo son menores para Estados Unidos. Así, la guerra llamada de 'baja intensidad' que Washington desencadenó contra Congo (a través de los ejércitos de los vecinos Ruanda y Uganda, y de diversas milicias) dejó cinco millones de muertos y paralizó el desarrollo de Congo.
A diferencia de Bush, la estrategia Brzezinski privilegia estas guerras de baja intensidad. No es más moral, simplemente quiere ser más inteligente.
Pero Brzezinski propone también recurrir a otras formas de intervención. Muchas veces sólo se piensa en la forma más visible de agresión: la intervención militar de Estados Unidos. En realidad, este país dispone de todo un despliegue de medios. Si queremos establecer una tipología completa en orden de intensidad, hay que contar con las siguientes formas: 1. Corrupción de los dirigentes locales. 2. Chantajes a estos dirigentes locales. 3. Campañas mediáticas de demonización. 4. Desestabilizaciones diversas. 5. Embargos y bloqueos comerciales. 6. Golpes de Estado. 7. Provocación de separatismos. 8. Guerras por intermediación de otros. 9. Bombardeos. 10. Ocupaciones terrestres. [Rusia conoce en persona unas cuantas de estas modalidades de agresión, en Chechenia, Georgia o Ucrania, por citar tres casos] Como vemos, toda una gama de métodos y que, evidentemente, se pueden combinar, pero que son todos ellos agresiones.
Por supuesto, todos los gobiernos estadounidenses recorren al conjunto de estos métodos y no sólo a algunos. Lo que difiere es la dosificación y la financiación.
Después de los crímenes cometidos por Bush, uno podría estar tentado de alegrarse de un cambio de métodos. En realidad, si Washington decide cambiar sus tácticas, no se tratará de pacifismo sino sólo de hacer menos visible la brutalidad. Hay que recordar que Brzezinski es el hombre que financió a ben Laden en Afganistán para entrampar a la Unión Soviética en una guerra de larga duración y cara, y romper su alianza con el mundo musulmán. Brzezinski está muy orgulloso de su éxito y no deja pasar ninguna ocasión de recordarlo.
Si Estados Unidos decide aplicar la estrategia de Brzezinski, sin duda habrá menos guerras directas. Y éstas se harán lo más posible de acuerdo con los aliados, lo que también permitirá cuidar mejor la imagen mediática y la manipulación de la opinión pública.
Y, sobre todo, haciendo trabajar más a la CIA, se hará un esfuerzo para sustituir las guerras que Estados Unidos lleva a cabo directamente por guerras 'indirectas': hacer que los países vecinos se peleen apoyando al 'bueno' con todo tipo de buenos pretextos. Este fue el método que Clinton empleó con éxito contra Yugoslavia.
El método de Brzezinski presenta dos ventajas para Estados Unidos: 1. Le devuelve un aspecto más presentable, para restablecer su autoridad moral. 2. Invertir menos dinero en el complejo militar-industrial permite ayudar más a la economía estadounidense para reforzar su postura competitiva frente a Europa, China, India, etc...
Para ahorrar en las guerras la estrategia de Brzezinski recurre más a los chantajes y también a la acción clandestina. Los chantajes pueden pasar, sobre todo, por el uso de los instrumentos del control económico global como el Banco Mundial, el FMI y la OMC. Instituciones multilaterales pero dominadas por Estados Unidos y que permiten dictar su voluntad al tercer mundo de una manera aparentemente más objetiva. Pero esto no será fácil puesto que el Banco Mundial y el FMI han acumulado tanto odio ahí donde han pasado que los países han buscado alternativas. La idea del Banco del Sur lanzada por Chávez se va abriendo paso ...
La acción clandestina, es decir, la CIA, también se tendría que utilizar más. Permite deshacerse de los gobiernos molestos con inversiones mucho menores.
He aquí por qué los defensores de la estrategia de Brzezinski se definen como partidarios de un 'poder blando' o 'imperialismo inteligente'. El peligro de este poder blando sería que la izquierda se alegrara de haberse librado de Bush y disminuyera su vigilancia porque, durante un tiempo, habrá menos guerras directas, de modo que el movimiento internacional contra la guerra, que conoce una evidente crisis, respondería aún menos ante unas estrategias más discretas del Imperio.
De todos modos, este Imperio no se volverá pacífico. Tarde o temprano emprenderá guerras al estilo Bush porque la elite estadounidense practica de hecho un ciclo de alternancia entre las dos opciones...
Los presidentes pasan, las multinacionales permanecen
Estas dos opciones, militarista o 'inteligente', no son nuevas. No se trata de una oposición entre republicanos y demócratas porque estos dos partidos no representan 'la guerra' y 'la paz', sino solamente unos electorados diferentes y unas tácticas diferentes, siempre al servicio de las multinacionales. Así, no fue un republicano sino un demócrata quien en 1950 desencadenó la guerra contra Corea y China. Y no fue un republicano sino un demócrata quien inició la guerra contra Vietnam en 1961.
Tampoco se trata de un voto popular contra un voto burgués. Las multinacionales estadounidenses siempre financian a ambos candidatos, con lo que siempre reparten los huevos entre ambos cestos. Pero por la cantidad de dinero entregada podemos ver sus preferencias. A principios de los años noventa las multinacionales invirtieron en ambos lados, pero privilegiaron a Clinton y a los demócratas al 58 %. A partir de 1996, al contrario, beneficiaron a los republicanos al 67 %. En las presidenciales de 2000 fue a Bush a quien se financió masivamente. Y quien fue declarado electo aunque el escrutinio hubiera designado a su rival Gore. En cambio, en las presidenciales de 2008 las multinacionales vuelven a cambiar de lado y financian más a Obama que a su rival McCain. [Obsérvese que casi inequívocamente, el ganador es el apoyado por las multinacionales, aunque tenga que recurrir al fraude]
De todos modos, el mismo presidente puede cambiar de política. Tras la caída de la URSS y el final de la guerra fría, en un primer momento Bill Clinton bajó los presupuestos militares y los pedidos al complejo militar-industrial con la esperanza de relanzar la máquina económica estadounidense en general. Pero aunque la decisión pasó prácticamente desapercibida, el propio Clinton dio un giro al final de su mandato: «El presupuesto militar estadounidense debe aumentar un 70 %» (10). Lo que confirma lo que dijimos más arriba: las grandes decisiones políticas no dependen del carácter de tal o cual presidente, sino de estrategias que se deciden más arriba. Los presidentes pasan, las multinacionales permanecen.
La política estadounidense alterna los métodos
Por consiguiente, hablaremos más bien de una alternancia en la política de Estados Unidos. Tras cada gran revés se constata una vuelta, temporal, al 'soft power'.
Tras la derrota de Vietnam y la reprobación moral de las dictaduras instaladas por Washington en América latina, las multinacionales estadounidenses llevaron a la presidencia al amable pastor Jimmy Carter con su maravilloso discurso sobre los derechos humanos. Tras la guerra fría y la primera guerra contra Iraq el presidente Clinton se esforzó por embarcar a los europeos en sus guerras y cuidó la presentación mediática.
De hecho, la burguesía estadounidense ha dudado constantemente entre ambas opciones para tratar de resolver sus problemas. O, más bien, las ha alternado: un poco más de palo, un poco más de zanahoria. Pero sus opciones son cada vez más difíciles, porque ningún método resuelve verdaderamente los problemas.
Actualmente, tras el desastroso balance de Bush, esta burguesía estadounidense duda entre las dos opciones. O bien la huida hacia adelante, es decir, la guerra generalizada. O bien un repliegue táctico, retroceder para saltar mejor y reorganizar los métodos de acción. La cuestión no es tanto qué presidente elige esta burguesía sino qué estrategia.
De todos modos, no está claro que, al final, la estrategia de Brzezinski sea menos brutal que la de Bush. Es verdad que en 2008 criticó públicamente al presidente diciendo que era estúpido querer atacar a Irán porque no podía ganar y que una guerra perjudicaría a la situación de Israel, al precio del petróleo y, por consiguiente, a la economía estadounidense. Pero algunos analistas piensan que Brzezinski quiere salvar Irán porque espera poder dar la vuelta a este país y hacerle participar un día en el cerco de Rusia. He aquí la potencia que sigue siendo la bestia negra, la obsesión del autor de El Gran tablero. Algunos creen que el objetivo de Brzezinski sigue siendo cercar y debilitar a Rusia, aún a riesgo de tener que vérselas con ella. Sin olvidar a China, que se ha convertido claramente en un objetivo capital. En esta hipótesis, el soft power se transformaría en un apocalypse now.
Sus soluciones empeoran el problema
La división de la burguesía respecto a qué línea tiene que seguir se desprende del hecho de que finalmente Estados Unidos no es tan potente como se cree. Ni en el plano económico ni en el militar. Cada vez que los dirigentes estadounidenses han creído encontrar una solución, al cabo de un tiempo ha resultado que esta solución empeoraba las cosas.
Por ejemplo, en los años ochenta para escapar a la recesión las multinacionales estadounidenses se abalanzaron sobre América latina y otras regiones del tercer mundo y se apoderaron de sus materias primas, de sus empresas, de sus mercados. Pero como esta ofensiva neoliberal empobreció tanto a estos países, acabó provocando catástrofes y, por consiguiente, resistencia cada vez más fuertes, y América latina giró a la izquierda. A partir de 1989 Washington desencadenó una guerra global para asegurarse el control absoluto del petróleo. Pero el petróleo se le escapaba cada vez más. A partir de 2001 Bush desencadenó una guerra contra el supuesto Eje del Mal, pero sólo ha logrado reforzar las resistencias en todas las regiones.
Estados Unidos parece muy fuerte, pero, ¿lo es realmente? Con todos sus dólares, toda su tecnología y todos sus crímenes, ha perdido la guerra de Corea (1950) y la de Vietnam (1961-1975), tuvieron que replegarse de Líbano (1982) y de Somalia (1993), sin el menor género de dudas no habrían ganado en Yugoslavia (1999) si el presidente Milosevic hubiera aceptado los combates terrestres y ya han perdido en Iraq y Afganistán, aunque todavía no lo reconozca. ¿Acaso no es lo que se llama un 'tigre de papel'? ¿Acaso los pueblos que defienden sus riquezas y su futuro no son a largo plazo más fuertes que los dólares y los misiles?
Por mucho que Estados Unidos haya gastado él solo en presupuesto militar más que todas las demás naciones del mundo, esto tampoco ha logrado asegurarle la supremacía mundial. Él mismo es víctima, si se puede decir, de su contradicción fundamental: todo lo que hace se opone a los intereses de la inmensa mayoría de los habitantes de este planeta, por lo tanto, él mismo crea la fuerza que lo abatirá.
Un ejército no puede ser más fuerte que la economía que lo financia. Y la debilidad fundamental que impedirá a los dirigentes estadounidenses alcanzar su objetivo es que la economía estadounidense sierra la rama sobre la que se asienta. Infra-pagando a sus trabajadores, deslocalizando una parte de su producción, arruinando a los países del tercer mundo que deberían ser sus socios no deja de empobrecer a aquellos a quienes se supone que vende sus productos.
Ninguna de las dos opciones, ni la militarista ni la 'inteligente', podrá resolver este problema. Los militaristas aumentan los gastos y las resistencias. Si bien los 'inteligentes' disminuyen el terror que difunde la guerra directa, también fomentan la resistencia.
Sea cual sea la táctica elegida, Estados Unidos seguirá llevando la guerra a todas partes del mundo para imponer su sistema económico y sus intereses. Es urgente volver a crear un movimiento poderoso por la paz y la soberanía de los pueblos.
Fuentes :
(1) John E. Peters, etc, War and escalation in South Asia, http://www.rand.org/pubs/monographs/200 ... -1.sum.pdf
(2) New York Times, 3 de abril de 2008.
(3) Le Monde, AFP, Reuters, Le Figaro, 21 de abril de 2008
(4) Corriere della Sera, 21 de abril de 2008.
(5) Michel Collon, Monopoly, EPO, Bruxelles, 2000. Agotado [en francés], véase una copia gratuita en: Brzezinski [Versión en castellano, Monopoly, Hiru, Hondarribi, 2000]
(6) Le Soir (Belgique), 23 de abril de 2008.
(7) Project for a New American Century (PNAC), Rebuilding America's Defenses, septiembre 2000.
(8) Towards a grand strategy for an uncertain world, German Marshall Fund of the United States, http://www.gmfus.org/event/detail.cfm?p ... e=E&id=451
(9) Nouvel Observateur (France), 1 de julio de1999.
(10) Bill Clinton, State of Union speech, enero de 1999.
¿Cuál amenaza rusa?
El Universal, Mexico
19 de octubre de 2008
Jean Meyer
Después de la campaña de Georgia, Rusia tiene asustados a muchos. A vecinos inmediatos, como Finlandia y Suecia, que ya decidieron revisar al alza su presupuesto de defensa; a los antiguos miembros del difunto Pacto de Varsovia, la OTAN soviética, que no han olvidado la presencia del Ejército Rojo entre 1944 y 1991, tampoco sus intervenciones en Berlín, Budapest y Praga. Por eso los polacos aceptaron, a los pocos días de la derrota georgiana, la instalación de un dispositivo militar estadounidense que habían rechazado hasta ahora.
Inquietos también, los gobiernos de Ucrania y Moldavia, que temen ser los próximos en la lista; Ucrania porque sabe que Putin no perdona la “revolución de las naranjas” que derrotó a su candidato, porque ha agravado su caso al gritar que necesita entrar a la OTAN y al apoyar a Georgia con todo y venta de armas. La pequeña Moldavia tiene un problema comparable al de Georgia: una minoría rusófona en su provincia de Transnistria, que goza de una autonomía de hecho bajo la protección de tropas rusas, las que pusieron fin a una breve y cruenta guerra civil, a la hora de la caída de la URSS, como en Georgia.
Tanto en Crimea, territorio ucraniano poblado por una mayoría de rusos, como en Transnistria, Moscú reparte pasaportes, como lo hizo en Abjasia y Osetia del Sur antes de la guerra. Advirtió el presidente Medvedev que su país no dudaría en intervenir para defender a sus ciudadanos.
Preocupados, los dirigentes de la Unión Europea por su dependencia energética para con una Rusia, que ha demostrado que puede cerrar las llaves tanto de sus oleoductos como de sus gasoductos cuando quiere. Georgia y Ucrania lo experimentaron en inviernos anteriores. Finalmente habrán de preocuparse sobremanera los gobernantes estadounidenses una vez que despierten de la cruda posterior a sus elecciones presidenciales, a suponer que la crisis financiera les deje tiempo para pensar en otra cosa. El presidente recién electo tendrá el hermoso espectáculo de maniobras aeronavales conjuntas, en las aguas y el cielo del Caribe, por parte de las fuerzas rusas y venezolanas.
Y es que Moscú, consciente de su aislamiento, aprovecha las tensiones entre Estados Unidos, Caracas y La Paz para mover sus piezas en América Latina; ha recalentado sus antiguas relaciones con Cuba y Nicaragua, a los cuales vende material militar, pero sobre todo está amarrando una verdadera alianza política, económica y militar con un presidente Chávez, que tenía tiempo de efectuar compras masivas de armamento ruso para mayor inquietud de sus vecinos. En las últimas semanas, los rusos han visitado Caracas; Chávez, invitado por Putin, voló casi en seguida a Moscú.
En cuanto a Evo Morales, después de expulsar la misión estadounidense de lucha contra la coca y al embajador EU, invitó a los rusos para hacer el mismo trabajo. Los rusos van a construir un centro espacial en Cuba y Chávez les ofrece una base militar en Venezuela: “Vamos a dinamizar la nueva geopolítica mundial… somos aliados estratégicos. Es un mensaje, una advertencia al imperio”, al imperio estadounidense, claro.
Eso se llama realpolitik, política realista, y nadie puede reclamarle a Moscú contestar así a la marcha constante de la OTAN hacia sus fronteras, algo que ha resentido desde 1992 como una amenaza para su seguridad nacional. Lo malo es que esto puede desembocar en conflictos regionales, precursores a su vez de crisis internacionales más graves. Hasta ahora Moscú ha tenido una diplomacia ambigua hacia Irán, porque tampoco le gusta la perspectiva de armas nucleares en manos de Mahmud Ahmadineyad; pero resulta que su buen amigo el presidente Chávez y su nuevo amigo Evo Morales pretenden formar con su colega iraní un “Frente Antiimperialista”.
Ahora bien, todo esto debería resolverse sin desastre mayor, porque es, como bien dicen los ingleses, history as usual, la historia de siempre, desde que el mundo es mundo y sólo los ilusos pueden pensar en la paz perpetua. En realidad, a la pregunta de saber a quién amenaza el gobierno bicéfalo Putin-Medvedev, uno tiene ganas de contestar: a los rusos. En Rusia la violencia es muy presente y los derechos individuales pesan poco frente a la clásica razón de Estado.
Acuérdense del sacrificio de cientos de civiles por las fuerzas del orden, en el teatro de Moscú, en la escuela de Beslán, para resolver una toma de rehenes por comandos chechenos; de las dos guerras de Chechenia: la primera inaugurada por Yeltsin o sus militares; la segunda, que permitió a Putin forjar su poder y su fama. Violencia contra el enemigo interior, violencia adentro también.
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/41833.html
Se ve santi que como ahora andan con las Jornadas de Rusia en America Latina, la resistencia, se esta encargando de formar e informar al pueblo, al uso que tiene acostumbrado informar en Occidente.santi escribió:Los Mexicanos lo mejor que podian hacer es preocuparse por "lo suyo" que no es poco , por cierto "El universal" este , ¿no será del grupo PRISA?
España: Debería Georgia ser miembro de la OTAN
Estados Unidos, la UE y la Organización para el Tratado del Atlántico Norte han criticado intensamente a Rusia por reconocer a dos regiones separatistas de Georgia _ Osetia del Sur y Abjazia _ como naciones independientes después de la guerra de agosto, insistiendo que las fronteras de Georgia deben permanecer intactas.
Sáb, 18/10/2008 - 08:41
Tiflis.-España aseguró el sábado que cuando asuma la presidencia rotativa de la Unión Europea en 2010, defenderá la postulación de Georgia para que se una a la OTAN y estreche más sus relaciones con la UE.
El ministro español de Relaciones Exteriores, Miguel Moratinos, se comprometió asimismo a incrementar sus vínculos con Georgia y habló contundentemente sobre la defensa de su integridad territorial
``España ha defendido siempre este principio, a diferencia de otros países que consideran que este principio puede ser usado en ciertas circunstancias'', dijo en una conferencia de prensa.
Estados Unidos, la UE y la Organización para el Tratado del Atlántico Norte han criticado intensamente a Rusia por reconocer a dos regiones separatistas de Georgia _ Osetia del Sur y Abjazia _ como naciones independientes después de la guerra de agosto, insistiendo que las fronteras de Georgia deben permanecer intactas.
Rusia ha ignorado la crítica y planea mantener 3 mil 800 tropas en cada región.
La guerra de cinco días estalló cuando las tropas de Georgia lanzaron una ofensiva para recobrar el control de Osetia del Sur. Rusia envió tropas que rápidamente derrotaron a los militares georgianos y se adentraron en Georgia, donde permanecieron por varias semanas.
Rusia ha retirado sus fuerzas de las áreas que rodean a Osetia del Sur y Abjazia bajo acuerdos negociados con el presidente francés Nicolas Sarkozy, pero dejó sentado que no tiene intención de retirarlas de algunas partes de las regiones separatistas que habían estado bajo control georgiano antes de la guerra.
La guerra de agosto siguió a varios años de una tensión creciente entre Rusia y Georgia, cuyo presidente prooccidental, Mijail Saakashvili, ha cultivado vínculos estrechos con Washington y ha pedido ser miembro de la OTAN.
http://www.milenio.com/node/97997
http://www.estrelladigital.es/ED/diario/52822.aspRusos y europeos contra la burocracia
Alberto Piris*
Un perspicaz comentarista ruso escribía hace poco: "Hay muchas cosas que Occidente no entiende sobre Rusia. Sobre todo, no quiere comprender que un país que no ha conocido la democracia en toda su larga historia no puede decir, tras 15 ó 20 años, ¡vale, ya somos una democracia! Esto es algo que requiere varias generaciones. Todavía estamos gobernados por personas que crecieron durante la época soviética". Y expresaba un ruego: "Dadnos una oportunidad. Dejad que los rusos evolucionen y no les sometáis a demasiada presión, para que no ocurra lo peor: que vuelvan los superpatriotas diciendo `¿Veis? Ya os lo advertíamos, no hay que fiarse de Occidente´".
Lo cierto es que, vistas las cosas desde Moscú, Occidente ha seguido sometiendo a Rusia a una constante presión, a impulsos de la política de Bush, apoyada por la Unión Europea. La ampliación de la OTAN hasta las fronteras rusas; el despliegue en Europa de elementos del sistema estadounidense contra misiles; el apoyo, si bien fallido y en último término vergonzoso, a la errática política del presidente georgiano, para crear un conflicto en una zona crítica para Rusia. Todo ello coincide con una vieja obsesión histórica rusa: su temor al cerco hostil europeo.
En este sentido fueron las palabras del presidente Medvedev el pasado miércoles, en una larga conferencia ante un auditorio formado por miembros de la Duma y el Consejo de la Federación, altos cargos del gobierno, medios de comunicación y dirigentes religiosos. En ella, dejó caer el dato de que, forzado por la política de Washington y para proteger al país, se veía obligado a desplegar misiles de corto alcance en Kaliningrado, el enclave ruso situado entre Lituania y Polonia, a menos que EEUU no desistiera de sus planes para instalar en Polonia y Chequia ciertos elementos de su escudo antimisiles. En ese discurso, justo después de las elecciones presidenciales en EEUU, abundaron también las señales dirigidas al presidente electo, Barack Obama, para buscar nuevas vías de entendimiento, obstruidas -según Medvedev- tras los dos mandatos de Bush.
Unos días antes se había celebrado un encuentro en memoria de Andréi Sajarov, exaltando su recuerdo como académico, defensor de los derechos humanos y activo luchador por la paz. Es interesante leer lo que en él dijo un antiguo embajador de EEUU ante la URSS: "Nuestro próximo presidente deberá, lo antes posible, reunirse con el presidente Medvedev -y no hay razón que impida la presencia del primer ministro Putin en esa reunión- y discutir a fondo qué es lo que ambos países necesitan hacer en beneficio de todos los demás; se trataría de continuar el proceso iniciado por Reagan y Gorbachov".
La intervención del diplomático estadounidense tuvo otros aspectos de interés. Recordó que James Baker, entonces Secretario de Estado de EEUU, había prometido a Gorbachov que la OTAN no se extendería hacia el Este, a cambio del apoyo ruso a la reunificación alemana. El grado de confianza entre la URSS y EEUU era entonces tal que resultaba inimaginable que la OTAN, el instrumento principal de la Guerra Fría, llegase a resucitar un día y se convirtiese en el principal escollo en las relaciones entre Occidente y Rusia.
Es casi imposible, desde entonces, encontrar ninguna actividad de Rusia que justifique una ampliación de la OTAN, incorporando a ésta a los antiguos aliados de la URSS. Bastantes indicios hacen sospechar que, en las elecciones presidenciales de 1992, Clinton prometió a Polonia su afiliación a la OTAN para asegurarse los votos de los numerosos inmigrantes polacos en EEUU; y que la Secretaria de Estado, Madeleine Albright, estaba empeñada en asegurar a su patria natal, la República Checa, análoga opción. En ambos casos predominaron los intereses locales a corto plazo, aunque hubieran de acarrear nuevos problemas internacionales para el futuro.
En el diario The Moscow Times escribía el pasado miércoles el conocido analista político Alexei Pankin: "Nada une más a dos pueblos que tener un enemigo común. Medvedev y Obama lo tienen ya: la burocracia. Es decir, la corrupta burocracia rusa y la burocracia de la OTAN, que se empeña en ampliarla contra todo sentido común".
Con frecuencia, olvidar las reglas elementales que afectan a los fenómenos políticos y sociales dificulta la resolución de los problemas. Así, al abordar la actual crisis financiera echando mano de complejas teorías económicas y de refinadas técnicas que casi siempre resultan fallidas, no debería olvidarse lo que el filósofo y economista David Hume escribió a mediados del siglo XVIII: "La avaricia o el deseo de ganar es una pasión universal que opera en todas las épocas, en todos los lugares y en todas las personas". Del mismo modo, y por análogo razonamiento, tampoco debería ignorarse la regla esencial aplicable a todas las burocracias, que dice que éstas tienden a perpetuarse y expandirse aunque el motivo que las hizo nacer y crecer haya desaparecido y aunque para ello necesiten inventarse nuevas funciones que nada tengan que ver con lo que sería razonable o deseable. Es exactamente lo que le sucede hoy a la OTAN.
* General de Artillería en la Reserva
Y porqué no¡¡¡¡ hoy España es una superpotencia económica, dicen que la octava y también demócrata, y ha sido necesario poco más de 20 años para lograrlo; sin embargo los Rusos luchan para tener el PIB de hace 20 años. Hace mucho tiempo que Gorbachov empezó a democratizar el país, desde los 80, poco después que España. Y si estos se creen que EEUU es una democracia, vamos mal¡¡¡Kozhedub escribió:Rusos y europeos contra la burocracia
Alberto Piris*
Un perspicaz comentarista ruso escribía hace poco: "Hay muchas cosas que Occidente no entiende sobre Rusia. Sobre todo, no quiere comprender que un país que no ha conocido la democracia en toda su larga historia no puede decir, tras 15 ó 20 años, ¡vale, ya somos una democracia! Esto es algo que requiere varias generaciones. Todavía estamos gobernados por personas que crecieron durante la época soviética". Y expresaba un ruego: "Dadnos una oportunidad. Dejad que los rusos evolucionen y no les sometáis a demasiada presión, para que no ocurra lo peor: que vuelvan los superpatriotas diciendo `¿Veis? Ya os lo advertíamos, no hay que fiarse de Occidente´".
* General de Artillería en la Reserva
Echó el freno de mano en los 80 (y antes, si me apuras), le metieron la marcha atrás en los 90 (el borracho, que se hacía un lío con la palanca) y ahora están intentando meter la directa saltándose algunas marchas por el camino.Barvarroja escribió:Quizá es que ese país haya echado el frendo de mano en los 80 y ahí se quedó.
Yo nunca he estado en Rusia pero espero ir algún dia así que no sé lo que habrás visto pero hay que tener en cuenta el saqueo que sufrió el país en la década de los 90 cuando la mafia encabezada por Yeltsin, Berezovsky , los clanes chechenos y todos los nombres que sabemos robaron todo lo que nos imaginamos pues ellos robaron más todavía y a ello hay que sumarle que el país entro en suspensión de pagos en el año 98 con lo catostrófico que significa eso. Pués en esa situación económica tan mala el gobierno dejó que las infraestructuras se deteriorasen, baja inversión por no decir nula en educación y sanidad, en los 90 la pérdida de población era casi de un millón de muertos al año y la pérdida de esperanza de vida....En ciertos aspectos te doy la razón, pero tampoco es cuestión de frivolizar¡¡ el otro día el secretario general de CCOO el inombrable, afirmó cuando se le preguntó acerca de la refundación del capitalismo; "- No hay que prescindir del capitalismo, simplemente hay que fiscalizar desde el estado en la medida de lo posible el sistema de libre mercado; es obvio que otros sistemas no han funcionado.", fue una clara alusión al bloque socialista. Es decir la clase trabajadora y millones de seres huamnos están condenados a no luchar para mejor su situación, y todo ello porqué? porque la URSS fracasó. Parezco un freaky hablando de la URSS continuamente, pero es que el mundo tiene un problema, y nos hemos quedado sin norte desde que cayó el muro de Berlín. Que salga ahora un general ruso diciendo que Rusia es una incomprendida me parece grotesco.
Igual que se ha dicho que el socialismo fracasó en Rusia, también se tendría que afirmar por lógica, que en Rusia ha fracasado el Socialismo y también el Capitalismo.
Por lo demás te doy la razón en cierto modo, ya me gustaría ver Barcelona a 20 grados bajo cero, o con la humedad que hay en Leningrado; aunque hay cosas que uno no puede comprender, siempre se ha dicho; ostia que cutre es España, mira ese paso a nivel, ya podrían hacer un puente o algo, parece esto el Tercer Mundo. Cuando fuí a Rusia se me cayó el mundo encima, todo lo que yo había considerado tercer mundista de España estaba ahí. Quizá es que ese país haya echado el frendo de mano en los 80 y ahí se quedó.
Mi humilde opinión es que Rusia tiene los mismos problemas que hace 40 años, con la diferencia que antes se hacía respetar y ahora..... - no se yo? lo que ha ocurrido con el submarino este me hace pensar que algo no va bien. Egipto en los años de aproximación a la URSS, creyó ver en los soviets un buen aliado, al igual que otras naciones del Oriente Próximo, Africa y de hecho el mundo entero, sin embargo, a la hora de la verdad veía como Israel y su aliada EEUU les metían goleadas por doquier, el resultado fue obvio, muchos países de la región se distanciaron de la URSS para aproximarse a los EEUU y entre esas naciones dubitativas estaba Afganistán. Si Rusia quiere plantarle cara militarmente a la potencia mundial dominante va a tener que mejorar mucho, y es posible que no sea aconsejable enfrentarse a la bestia viendo como acabó la URSS. La cosa está chunga......Kozhedub escribió: ¿pero cuál es la esencia de la ieología rusa actual? ¿Qué ideas sobre política, sociedad o economía pueden aportar al mundo contemporáneo?
A ver si nos sorprenden.
Un buen camarada me dijo que en los tiempos de Gorbachov aquello ya estaba mal, pero estaban en los 80, en el 2007 que es cuando yo visité San Petersburgo, me pareció viajar en el tiempo, precisamente hacia los 80, quizá en los 70 fuera una maravilla, habría que preguntarselo a alguien que vivió esa época en ambos sistemas económicos. Lo que si que es verdad y lo he escuchado de gente poco sospechosa de ser comunista es que en Checoslovaquia y Hungría se vivía bastante bien y alguno me ha comentado, que en muchos sentidos, incluso mejor que ahora. Yo espero que les vaya bien a los Rusos a mi el único himno que me emociona es el ruso.iceman86 escribió: Yo nunca he estado en Rusia pero espero ir algún dia así que no sé lo que habrás visto pero hay que tener en cuenta el saqueo que sufrió el país en la década de los 90 cuando la mafia encabezada por Yeltsin, Berezovsky , los clanes chechenos y todos los nombres que sabemos robaron todo lo que nos imaginamos pues ellos robaron más todavía y a ello hay que sumarle que el país entro en suspensión de pagos en el año 98 con lo catostrófico que significa eso. Pués en esa situación económica tan mala el gobierno dejó que las infraestructuras se deteriorasen, baja inversión por no decir nula en educación y sanidad, en los 90 la pérdida de población era casi de un millón de muertos al año y la pérdida de esperanza de vida....
Yo lo último que se de oidas y de leer por aquí es que la calidad de vida de los rusos va aumentando cada día un poco más y supongo ahora que Rusia no tiene deuda externa vayaán invirtiendo en sanidad, educación, infrastructuras... Por lo menos en el último mandato de Putin había grandes proyectos en ese sentido para un periodo a medio plazo.
Es mi opinión