No les costó tanto. Unas cuantas deportaciones masivas "de esclavos" en condiciones nefastas a Europa Occidental, unos cuantos asesinatos masivos y torturas, el desmantelamiento del sector productivo en aprovechamiento del Reich, el hambre y lo que la población fue sabiendo de las futuras intenciones de sus "libertadores" arios, y en menos de un año la mayoría de la población se decantó por Stalin como "mal menor".Jagellon escribió:Kozhedub escribió:
Décadas más tarde la mayoría de Ucrania se daría cuenta de lo que suponía ser "colonia occidental" y se pondría nuevamente de parte de los bolcheviques, esta vez contra los nazis. A pesar de la represión estalinista o de las hambrunas. Así que si unos son como son, ¡cómo serán sus rivales!
Saludos.
Anda, que les costo un poquillo volver al zar rojo, diría yo más: muy a regañadientes.
Lo que me lleva a dos conclusiones: las cifras que algunos dan sobre el "genocidio ucraniano" son pura fantasía (la mitad de la población, he llegado a leer por ahí), porque los nazis no llegaron a tal numero de víctimas y aun así perdieron el apoyo inicial de los ucranianos; y por otro lado, que la brutalidad (y la estupidez) del nazismo demostró a los ucranianos que muchos de los argumentos que hasta entonces habían cosiderado pura propaganda del régimen eran ciertos, o que incluso se quedaban cortos. Claro que esto no importó demasiado a los entusiastas nacionalistas neonazis que describen Williamson y los supervivientes de los campos de exterminio (y que supongo que pensaban, como quien yo me sé, que nazimo y bolchevismo eran lo mismo, perdón por el pareado).

Lo que occidente quería el este no era convertirlo en su igual, sino en un apéndice de África o La India, donde las hambrunas eran constantes y de proporciones mucho mayores que las padecidas por los soviéticos en algunos momentos de la existencia de la URSS. Así que seguramente los ucranianos no volvieron"con entusiasmo" a la URSS, pero sí con un cierto alivio.
Puedes ver lo que está pasando en Polonia, ya miembro de la UE, con la sociedad al borde del colapso por la migración de más de dos millones de personas, tal y como denunció el gobierno a finales el año pasado.
http://medios.mugak.eu/noticias/noticia/126201POLONIA se desfeminiza, se desangra en mujeres. La entrada en la Unión Europea ha abierto la puerta del país a una auténtica fuga de faldas. En los tres últimos años han emigrado de Polonia un millón de mujeres, cifra que se incrementará ahora con la entrada en el espacio Schengen y la apertura total de fronteras. El problema es inmenso. No sólo a nivel de desestructuración familiar, o de caída de la natalidad, sino que incluso llega a amenazar con el colapso del sistema social polaco ya que son las mujeres las que llevan el peso del cuidado de niños y ancianos.
Al menos, en ese sentido apunta el último informe de la London School of Economics, cuyos datos coinciden con los que baraja la Comisión Europea. En Polonia, la emigración no sabe de género. La mitad de los dos millones de ciudadanos polacos que trabajan actualmente en el extranjero serían mujeres de entre 20 y 40 años “Hasta ahora sólo se ha hablado de la fuga de cerebros como principal consecuencia de la emigración, pero lo cierto es que Polonia vive una fuga de cuidadoras tras la marcha de tantas mujeres”, alertó el informe de la Escuela de Estudios Económicos. Pero el problema supera incluso ese ámbito. Para la demógrafa Irena Kotowska, “la principal amenaza es que las mujeres que deciden marcharse suelen estar entre los 20 y 40 años, una edad en la que son piezas fundamentales en el mercado laboral y social polaco”, además de en la configuración de la misma sociedad polaca, al ser base esencial de la estructura familiar,
sanidad, educación… De hecho, los efectos ya se han dejado notar en el sistema sanitario de Polonia, donde se cuentan cinco enfermeras por cada mil habitantes, justo la mitad de lo que la Organización Mundial de la Salud considera recomendable, lo que hace que en algunos hospitales la situación sea insostenible y, por ejemplo, una sola enfermera se haga cargo de 60 pacientes.
Ucrania haría bien en mirar las barbas de su vecino polaco y tomar nota. Puede que Putin no sea una hermanita de la caridad, pero desde luego que tampoco es Stalin. Pero apostar por EEUU supone apostar por un caballo perdedor (tanto PIB y tanta potencia mundial y tienen a cientos de miles de ciudadanos en la calle tras la crisis hipotecaria, por no hablar de los hambrientos) y por un futuro, como se ve en este caso o en el de Georgia (que ha pasado de ser una de la regiones con la mayor esperanza de vida del mundo con la URSS a despoblarse y pasar hambre con su gobierno filoyanqui), mucho peor que el ofrecido por Rusia. Y conste que tampoco Bush o Brzezinski son Hitler, pero están consiguiendo casi lo mismo que su precursor aunque sea con medios "menos violentos" (obviando Haití, Iraq o Afganistán, naturalmente, allí saben muy bien lo que es la violencia).
Un cordial saludo.