Hola:
Bueno
Inmi, ten en cuenta que en España el realquiler de vivienda es ilegal y puede justidficar perfectamente un deshaucio; otra cosa es que en este país las leyes se cumplan como excepción más que como norma.
Que en la URSS era muy difícl echar a un trabajador a la calle aunque fuera un incompetente es algo que aquí sucede cotidianamente en el funcionariado y con los directivos de las grandes empresas (Iberia, por ejemplo, pasó por una crisis gravísima hace varios años que supuso recortes de plantilla y de salarios; aunque todos los analistas coincidían en responsabilizar a los directivos de la compañía, no hace falta decir que no se echaron "a sí mismos" ni se rebajaron sus salarios de 600 000 pesetas mensuales de aquél entonces); y lo contrario, la flexibilidad laboral, es mucho peor. Ésta no sólo supone que puedas echar a la calle a un trabajador incompetente sino, sobre todo, a cualquier trabajador que exija una mejora laboral o que reclame mejoras en la seguridad, el salario y/o las prestaciones. En varias empresas lo primero que te preguntan es si estás afiliado a un sindicato, y si la respuesta es positiva te quedas sin plaza. Así de simple.
Lo que eso produce es una bajada acusada de la productividad, nadie se siente obligado hacia una empresa que le trata como a un bulto y que se va a deshacer de él en cuanto encuentre a mano de obra más sumisa o más barata. Las cifras de productividad por trabajador de EEUU o España distan de ser para tirar cohetes comparadas con las de países en los que los trabajadores (todavía) conservan algunos derechos que aquí se van esfumando a golpe de decreto (Ver la tabla comparativa de rendimiento de "La corrosión del carácter", de Richard Sennet, aquí no la tengo a mano).
Sí es cierto que el trabajo es visto como virtud en la moral protestante (aunque en La Biblia es un castigo impuesto por Dios a Adán y Eva). Pero eso no impidió que fueran países protestantes los que se pusieran a la cabeza del tráfico y la explotación de esclavos, o de la explotación de vastos imperios coloniales. El trabajo es una virtud, pero que trabajen otros... (No digo ahora que ingleses u holandeses sean unos vagos, pero España tiene una de las jornadas laborales más altas de la Europa de los Quince y uno de los niveles de competitividad más bajos)
Mucho de lo que dices de la URSS en cuanto a despilfarro es cierto, pero también se puede aplicar al sector productivo capitalista aunque sea en otros ámbitos: los miles de millones despilfarrados por el gobierno de EEUU en un proyecto realizado por empresas privadas tan disparatado como el "Comanche" (cancelado recientemente), la sobrevaloración ficticia del valor de grandes empresas para hinchar su cotización en bolsa justo antes del desplome (dejando grandes ganancias a los directivos que vendían las acciones justo antes del batacazo, como el caso
Enron en 1998)... El F-104 "starfighter" fue una de las mayores chapuzas de la historia de la aeronáutica, y las consecuencias fueron mucho más dramáticas que las derivadas de unos zapatos defectuosos. Sólo la aviación de la RFA perdió más de 200 aparatos de este modelo en accidentes (y a unos cuantos pilotos de paso), pero con la millonada invertida en su desarrollo ¿quién iba a retirarlo del servicio? En construcción, la uralita demostró ser otro fiasco (con ciertos problemas de toxicidad añadidos). Hoy por hoy la ves por todas partes. Ahora, cuando se vió que aquéllo tenía ciertos inconvenientes se exportó masivamente al Tercer Mundo como parte de "programas de ayuda" que no eran más que una manera encubierta de desprenderse de material inútili y/o peligroso cobrándolo a "precio de amigo". Tal vez ahí esté la diferencia, y ya he aludido a ella: la URSS no tenía manera de deshacerse de sus excedentes defectuosos, ni una reserva externa de la que echar mano ante una crisis. Occidente sí: sus ex-colonias. El despilfarro ocidental tenía (y tiene) arreglo aunque fuera a base de parches, el soviético no.
Sobre ese particular se cuenta una anécdota: cuando comenzó la carrera espacial, los yanquis invirtieron unos 7 millones de dólares en desarrollar un bolígrafo que fuera capaz de bombear la tinta para que sus astronautas pudieran escribir en gravedad cero.
Los rusos usaban lapiceros.
"El que esté libre de pecado..."
Un cordial saludo.