Yo visité la Unión Soviética y la impresión que me llevé fue realmente mala. Es cierto que sólo estuve en la zona de Carelia, y no en las grandes ciudades, pero era muy extraño ver a gente como nosotros viviendo como en Marruecos (sin ánimo de ofender). El color de la URSS era el rojo, pero el rojo del óxido que avanzaba inexorable por donde quiera que mirases: edificios, saneamientos... incluso en las instalaciones de los hoteles en donde ni siquiera con dinero podías encontrar leche para hacerte un café a la española. Había mucha gente borracha, mucha gente pobre (especialmente ancianas) ofreciéndote cualquier cosa y mucha gente triste... Eso sí, en una panadería vi la mujer más hermosa que haya visto en toda mi vida.
Comprenderéis que después de esa mísera visita no me apeteció regresar.
Años después, mi máximo acercamiento a Rusia fue con la llegada de la libertad a los países bálticos visité Tallin. Fue un viaje maravilloso donde descubrí una encantadora capital como ya nunca más lo será por más que siga siendo hermosa. La caída del comunismo dió paso a una ilusión que era evidente a cada paso, mientras la ciudad permanecía aún ajena al turismo que sin duda les ha llevado a la prosperidad.
Por circunstancias de la vida, un día me vi residiendo en Finlandia, país rusofóbico al igual que el resto de los bálticos. Sin embargo, en mi trabajo comencé a conocer a gente de Rusia y a descubrir que eran "más parecidos" a mi que los finlandeses (por ejemplo). Finalmente, un compromiso de trabajo me llevó a visitar Rusia de nuevo. Despertar llegando a San Petersburgo, junto al Neva durante la noche, fue una de las visiones más maravillosas que recuerdo.
El país ha cambiado mucho desde entonces, y aunque la desigualdad sigue existiendo (y existirá mientras no crezca la clase media), ahora es mucho mejor. Es posible acceder a las cosas, a los bienes de consumo, es posible relacionarse y me gusta que la gente se siente libre y rusa.
Ahora sigo residiendo en Finlandia, mi novia es rusa, así como la mayor parte de mis amigos y conocidos con los que me relaciono todo el año. También viajo siempre que puedo, sobre todo en verano y navidades. En otras fechas me visitan a mi
Muchos saludos a todos,
Félix