Llegado al obelisco, veo una mujer que sube hasta donde están las flores que depositan en recuerdo de los que participaron en la victoria. Cámara en mano, me digo: "que foto más buena, una mujer normal depositando su ofrenda, un día cualquiera, a las cinco de la tarde".
Pues mi gozo en un pozo. La muy pájara, sin cortarse un pelo, empieza a mirar los ramos y flores que había depositados y va eligiendo los que más le molan y se los va metiendo en una bolsa de plástico. No contenta con su botín, luego va mirando los restos que ha dejado y va pillando flores sueltas de los ramos que aún le quedan por saquear.
Cuando escuchó la palabra militsia le entró la prisa, sus explicaciones dio... pero yo me cago en su puta madre. Qué lista la tía.
La secuencia y el careta de la susodicha: