Gracias por lo de la revolución naranja RKKA, creo que nunca había leído algo tan duro como eso

Moderador: casarusia
Pues eso. Pero los homenajes, al Bandera.Fue precisamente el partido comunista, continuador de la obra de Lenin el que logró la reunificación de todas las tierras ucranianas en un estado ucraniano unificado.
La Ucrania de hoy, con sus fronteras actuales, es también herencia de Lenin.
Lenin sentó las bases de la industrialización de la Ucrania soviética. La potente industria del país, también es herencia de Lenin. Gracias a la política agraria de Lenin se creó en Ucrania una agricultura altamente desarrollada, toda la infraestructura de las zonas rurales - hoy destruida por los restauradores del capitalismo – se desarrolló activamente.
Lenin promocionó el renacimiento cultural y nacional ucraniano de los años 20, gracias al cual, nuestros compatriotas aprendieron a leer y a escribir en su idioma natal. ¿Acaso podemos olvidar que la Ucrania soviética, mostraba unos indicadores que le permitían estar entre los países más desarrollados del mundo?
http://www.publico.es/internacional/292 ... omentariosHoy en Ucrania ganará Rusia y perderá la Alianza Atlántica
Moscú se beneficiará de las elecciones presidenciales tanto si gana el prorruso Yanukóvich como la carismática Timoshenko. La integración ucraniana en la OTAN quedará descartada
PÚBLICO LUIS MATÍAS LÓPEZ - 07/02/2010 08:00
Los ucranianos eligen hoy presidente entre dos ex primeros ministros: la glamourosa Yulia Timoshenko, protagonista, con Víktor Yúshenko, de la Revolución Naranja de 2004, y el tosco Víktor Yanukóvich, que perdió entonces la jefatura del Estado tras la anulación de los resultados por el fraude masivo.
Yúshenko fue el ganador de aquella batalla, cuyo desenlace prometía encarrilar por la senda de la democracia de corte occidental a este país de 46 millones de habitantes que un día fue considerado granero de la URSS. La humillación que sufrió el pasado 17 de diciembre en la primera ronda de los comicios (5,5% de los votos) fue consecuencia del caos interno, las peleas de gallos en la coalición de gobierno, el fracaso económico y el choque suicida del presidente con el oso ruso.
Es un duelo entre una hábil política y un tosco gigante sin carisma ni oratoria
Yanukóvich quedó en cabeza con el 35,3% de los votos, lo que a priori lo situaba como favorito frente a Timoshenko (25,1%), pero el pronóstico es incierto. Esta última tiene más posibilidades que su rival de arañar votos entre la clientela de otros candidatos. No sólo entre la de Yúshenko, sino sobre todo en la de Serguéi Tigipko (13,1%), de imprecisa vitola liberal y que, pese a declararse neutral, ya tiene la oferta de ser jefe del Gobierno.
Timoshenko, la princesa rubia, tiene un carisma que la sitúa a años luz de la tosquedad de un Yanukóvich de aspecto imponente (casi dos metros y más de 100 kilos), que habla ucraniano peor que ruso y que se embarulla si no tiene un papel delante. Tal vez por ello no asistió el lunes al acto cumbre de la campaña: un debate televisado con Timoshenko. No quería, explicó, entrar en una competición de "mentiras y suciedades", y la despachó con un toque machista: "Si quiere ser tratada como una mujer, que demuestre su talento en la cocina". Su rival le fulminó durante dos horas, se dirigió a la silla vacía y le mostró su desprecio: "Siento su olor, el olor del miedo, y no quiero que un vulgar cobarde se convierta en líder de nuestra nación".
Pase lo que pase, ya hay un ganador y un perdedor. Ganará Rusia. Perderá la OTAN.
La deriva antirrusa de Yúshenko llegó a hacer sonar los tambores de guerra
Rusia ganará porque Yúshenko, la bestia negra de Moscú, ya ha perdido. Fue incapaz de conducir a su país hacia el modelo democrático y de progreso occidental sin quebrar la relación con el oso ruso, que sigue viendo Ucrania como parte de su esencia nacional, con origen hace más de 11 siglos en la Rus de Kíev. A Yúshenko, como a Saakashvili en Georgia, le ha faltado mano izquierda y le ha sobrado ambición.
Guerra del gas y base naval
Para evitar que su país se convierta en un protectorado de Moscú, Yúshenko se dejó embrollar en una guerra del gas que no podía ganar, apoyó la aventura de su homólogo georgiano en Osetia del Sur y amenazó con no renovar el alquiler de la base rusa en Sebastopol que caduca en 2017.
El mayor peligro es que un resultado incierto lleve a un estado de excepción
El pasado agosto, uno de los dos líderes del Kremlin, el presidente Dmitri Medvédev, hizo pública una carta abierta en la que, con tono insultante, denunciaba la deriva antirrusa de Yúshenko. Llegaron a sonar tambores de guerra, alimentados en un supuesto fermento independentista en Crimea, que Nikita Jruschov regaló a Ucrania cuando no imaginaba que la URSS saltaría un día en pedazos. Timoshenko y Yanukóvich (este con más énfasis) ya han dejado claro que no tropezarán en la misma piedra y desarrollarán una relación privilegiada con Rusia.
Moscú apuesta a los dos caballos en carrera, con lo que no puede perder. Tal vez prefiera a Yanukóvich, pero también se entendería con su rival. Putin lo dejó claro tras negociar un nuevo acuerdo sobre el suministro y transporte de gas que ha evitado una guerra como la de hace un año y que media Europa vuelva a pasar frío.
Evitar el choque con Rusia
La integración de Ucrania en la OTAN queda descartada por ahora. Rusia, impotente, ya miró a otro lado cuando entraron en la Alianza las primeras tres repúblicas de la antigua URSS (Letonia, Lituania y Estonia), pero no toleraría que ocurriera lo mismo con países más esenciales, como Georgia y Ucrania. Ya quedó claro en la guerra de agosto de 2008 en la república caucásica y la confrontación del tándem Medvédev-Putin con Yúshenko lo ha vuelto a poner de manifiesto. La OTAN cree que la fruta aún no está madura y prefiere evitar el choque con Rusia. La agenda de Yanukóvich nunca incluyó sumarse al Tratado de Washington y Timoshenko, en teoría más atlantista, tampoco cree llegado el momento de pelar esa cebolla.
Por su parte, la Unión Europea (UE) empata porque los dos candidatos están de acuerdo en avanzar hacia un acuerdo de libre comercio y, en su momento, la plena integración en la UE. Pero en la balanza, el platillo ruso estará más cargado que con Yúshenko. El camino será largo y repleto de obstáculos. Timoshenko parece más europeísta, pero Yanukóvich (que quiere evitar la etiqueta de títere de Moscú) también reconoce que la UE es la principal opción de progreso. En Bruselas, no hay prisas. Las últimas ampliaciones han resultado difíciles de asimilar y hay demasiados candidatos que llaman a la puerta. Ucrania tendrá que esperar.
Lo más importante ahora no es quién va a ganar, sino que, sea quien sea, lo haga con claridad, para que sea imposible otra revolución como la de 2004 y a la que sería difícil encontrar color, porque el arco iris no da para tantas. Entre insulto e insulto, los dos candidatos acusan al rival de preparar un fraude masivo y aseguran que intentarán ganar en los tribunales o en la calle lo que les nieguen los votos. Ella reaccionó airadamente a la reforma de la ley electoral aprobada el miércoles en una agria sesión parlamentaria que cambió las normas de funcionamiento de los colegios.
Antecedentes delictivos
Cuando Timoshenko se pone la toga de fiscal, recuerda los antecedentes de Yanukóvich: su fallida elección presidencial y su ficha penal, con dos encarcelamientos por robo y asalto cuando era joven. Pero también él recuerda que ella pasó un mes en la cárcel acusada de corrupción y sostiene que ha mandado imprimir millón y medio de papeletas fraudulentas.
Un batallón de observadores internacionales, que no hallaron graves irregularidades en la primera vuelta, intentará evitar el pucherazo. Un detalle preocupante: la destitución esta semana del ministro de Interior por una maniobra parlamentaria de las huestes de Yanukóvich. Se ha llegado a evocar un escenario aterrador, aunque improbable: que Yúshenko aproveche el caos tras un resultado incierto y proclame el estado de excepción.
El nuevo presidente necesitará toda la legitimidad democrática para sacar al país de la ruina y superar el bloqueo político. Un cambio constitucional aprobado en 2006 ha hecho bailar el poder los últimos años entre el Parlamento y el presidente, y ha hecho ingobernable el país. Timoshenko quiere recuperar la primacía del jefe del Estado y Yanukóvich promete clarificar la división de poderes. Para que todo encaje, puede ser necesario convocar elecciones legislativas.
Pese a tanta incertidumbre, Ucrania es el país más democrático de los surgidos de la descomposición de la URSS (excluidos los tres bálticos miembros de la UE y la OTAN) y el que puede presumir de mayor libertad de prensa. Que dure.
Saludos.Gala | 07-02-2010 13:53:56 Hola a todos.
Soy ucraniana que vivia en Rusia 13 años y conozco los dos paises de sobra. lo que quiero decir que son dos paises diferentes y tienen muchas cosas en comun. Ahora vivo en Europa desde hace 7 años.Y me alegro que Ucrania se aleje de OTAN y que se acerque a Rusia. Por muchas razones.
La libertad la tienen los ricos y poderosos y los demas somos los esclavos de sus politicas y de sus intereses.Lo que manda- OTAN y bancos. Lo mejor para mi pais- ser mas cerca a su hermano de siempre ya que Europa no los necesita. No tiene mucho interes en Ucrania solo para hacer mal a Rusia.. pero no se atreve ni puede. Rusia es un pais demasiado poderoso para dejarse humillar como lo hacian hace poco. Mientras tanto los ucranianos ya han entendido la eleccion. Lituania esta en borde de bancarota y es UE.No lo dice la prensa occidental porque no les interesa.Me pregunto ¿ esta ahora en el paraiso?...Que aprendan los ucranianos de las faltas de los demas...
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/0 ... 66019.htmlUCRANIA | A falta de escrutar poco más del 2% de los votos
El prorruso Yanukovich gana las elecciones presidenciales
Daniel Utrilla (Enviado especial) | Kiev
Actualizado lunes 08/02/2010 13:33
El líder del Partido de las Regiones, el prorruso Viktor Yanukovich, se había 'enrocado' desde primeras horas de esta mañana para defender su ajustada victoria en las presidenciales, arropado por cientos de partidarios que se concentraban a las puertas de la Comisión Electoral Central.
Sin embargo, ya no hará falta defender en las calles el resultado, ya que la Comisión Electoral Central confirmó su victoria en los comicios.
Con el 97,56% de los votos escrutados, Yanukovich acapara un 48,49% de los votos frente al 45,92% de su aguerrida rival, la primera ministra Yulia Timoshenko, que ha denunciado irregularidades.
Aunque queda un pequeño porcentaje de papeletas por desvelarse, la Comisión Electoral ha asegurado que éste no podría dar ya a Timoshenko la victoria. Los resultados finales se conocerán el martes por la mañana. A medida que el escrutinio tocaba a su fin, el margen se fue reduciendo, pasando del 10% que alcanzó en los primeros compases a casi un 2%, lo que ensancha las posibilidades de que Timoshenko conteste el resultado en los tribunales o en las calles, como ya hizo en 2004, cuando la Revolución Naranja forzó la repetición de los comicios.
Anoche, Yanukovich se atribuyó la victoria, se felicitó por una victoria "largamente esperada" y animó a su rival a aceptar la derrota y dejar la Jefatura del Gobierno. El hecho de que hiciera su declaración en ruso fue sintomático de su deseo de acercarse a Rusia tras cinco años de gestión 'naranja' que Moscú tacha de "antirrusa".
Por su parte, Timoshenko se dijo dispuesta a "luchar por cada voto" y rechazó sacar conclusiones sólo a partir de los sondeos de a pie de urna, que concedían todos la victoria a su rival. Su equipo de campaña dice haber detectado "fraude masivo", mientras se espera hoy el veredicto de los observadores internacionales.
muy buen apunte Hasek, es algo que a mí también me llama la atención, el que tiene los medios para hacer trampas en las elecciones es el que está en el poder, no el que está en la oposición, porque es el que controla los organismos de seguridad, por ejemplo.Algo que no entiendo... Por qué precisamente es Timoschenko la que denuncia irregularidades? Si han sido los de su propio gobierno los que han organizado esas elecciones
pero luego dice, cuando habla de los errores de los naranjas:Los resultados confirman una vez más la maldición que aqueja a los países europeos que estuvieron bajo el imperio soviético: sus líderes apenas duran una legislatura. Pagan con ello la escasa madurez de sus débiles democracias.
Y no será, digo yo, que los ucranianos le han hecho pagar a su presidente precísamente por estos errores que se mencionan (bastante graves) y otros que no se mencionan como el descenso del nivel de vida, política fascista, represión contra las minorías étnicas, etc... ¿por qué hay que recurrir a eso de la falta de madurez democrática, cuando en cualquier país democráticamente maduro un gobierno que hicera lo que ha hecho el gobierno ucraniano no ganaría unas elecciones ni de coña? (claro que no estamos en España como para dar lecciones de "madurez democrática", ni por cierto en numerosos países que se supone que son democracias estables)...Errores políticos, porque nada más hacerse con el poder antepusieron sus propias rivalidades personales a otras consideraciones. Económicos, pues no sólo no han atajado un déficit del 10%, sino que han triplicado la deuda, han tenido que recurrir a un préstamo del FMI para evitar la suspensión de pagos, y han incumplido sus condiciones. Sociales, porque no han impedido que la corrupción siguiese incrustada en la economía y en la Administración. Geoestratégicos, por su mala gestión del reiterado pulso planteado por Moscú sobre el suministro de gas.
pues es mucho menos inquietante de lo que ha sido hasta ahora, narices. Inquietante es nombrar héroe del país a un ultranacionalista asesino, por ejemplo. O impedir el suministro del gas a media Europa en pleno invierno.La etapa que ahora se abre, sin embargo, resulta inquietante
O lo que es peor, se enteran pero pretenden que sus lectores no se enteren.Jozsi escribió:Y eso sin contar la tontería esa de siempre de que Yanukovich es pro-Kremlin y Timoshenko pro-occidental... desde luego los de El País no se enteran de la misa la mitad...
Yanukóvich insta a Timoshenko a reconocer su derrota y a dimitir del Gobierno
"Ucrania no necesita más crisis políticas y la primera ministra debe tomar la decisión acertada y pasar a la oposición", dice el líder opositor
AGENCIAS - Kiev - 10/02/2010
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Ucrania a la espera de Timoshenko
Simpatizantes celebran hoy la victoria oficial del líder opositor Víctor Yanukóvich- EFE
El vencedor de las elecciones presidenciales ucranianas, Víktor Yanukóvich, ha instado hoy a la primera ministra, Yulia Timoshenko, a reconocer su derrota en las urnas, a dimitir de la jefatura del Gobierno y a asumir su nuevo papel de opositora.
"Me dirijo oficialmente a la primera ministra para pedirle que dimita y pase a la oposición", ha dicho Yanukóvich, de 59 años, en una declaración difundida por la página web de su formación política, el Partido de las Regiones. Agregó que los líderes democráticos deben admitir los resultados de la manifestación de la voluntad popular en las urnas. "Quiero recordar a Timoshenko que la democracia se basa en el voto del pueblo", prosigue. "Ucrania no necesita más crisis políticas y la primera ministra debe tomar la decisión acertada y pasar a la oposición".
Casi 72 horas después del cierre de los colegios electorales, Timoshenko mantiene un silencio, para muchos inexplicable, y sólo algunos de sus colaboradores más próximos han dado la cara al público para anunciar que impugnarán en los tribunales los resultados de los comicios.
"Durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ucrania, se produjeron falsificaciones que influyeron significativamente en los resultados de los comicios y que cuestionan los resultados de la votación", ha dicho hoy el jefe de la campaña de Timoshenko, Alexandr Turchínov.
En una declaración difundida por la página web del Bloque de Yulia Timoshenko (BYT), Turchínov aseguró que estaba facultado para anunciar los "primeros hechos jurídicamente demostrados de fraude en favor de Yanukóvich".
Hoy, la Comisión Central de Elecciones ha difundido las cifras después del recuento total de los votos, y da a Yanukóvich un 48,95 % y a Timoshenko un 45,47%, una diferencia a favor del primero de más de 887.000 votos.