y a 18 millones de ciudadanos, hombres, mujeres y niños, como que no es guerra, batalla, escaramuza, es otra cosa...... y mas cuando existe una decisión política y unos objetivos concretos al respecto.
En apenas ocho meses de 1941-42, la invasión del ejército Alemán mató un número estimado de 2.8 millones de Prisioneros de Guerra Soviéticos por medio de la inanición, la exposición al raso y las ejecuciones sumarias. Este generocidio poco-sabido compite con el genocidio en Ruanda como el más concentrado asesinato masivo que ningún otro en la historia de la humanidad.
Los antecedentes:
Las fuerzas alemanas invadieron la Rusia Soviética el 22 de Junio de 1941, en la "Operación Barbarossa" de Hitler, que tenía como finalidad derrocar el régimen Comunista de Josif Stalin e imponer un sistema pronazi. El ejército soviético había sido diezmado por las purgas de la preguerra y se derrumbó frente al asalto de los Nazis. En los primeros meses de la guerra, los Nazis encerraron tropas soviéticas en series de cercos alrededor de Minsk, Smolensk, Bryansk y Kiev. A ese tiempo el invierno brutal de Rusia descendió, millones de PDG soviéticos murieron en cautiverio, encerrados detrás del alambre de púas sin protección de los elementos, siendo ejecutados en masa por el Ejército Aleman (Wehrmacht), o siendo transportados a Alemania para la exterminación por cientos de miles.
R.J. Rummel escribe que los prisioneros de guerra (PDG) a través de la historia han recibido un "tratamiento particularmente letal ... Si sus vidas fueran perdonadas serían mandados frecuentemente a trabajar como esclavos en las minas, en la galera de los barcos, en pantanos, u otras labores que los matarán rápidamente. Los Mongoles usaban a sus prisioneros como soldados rasos en primera fila cuando atacaban ciudades y pueblos fortificados, y los forzaban a llenar los fosos o preparar las catapultas cerca de los muros más peligrosos. Si no los convertían en esclavos, los prisioneros de guerra eran con frecuencia simplemente asesinados, capturadas las guarniciones y masacrados." (Rummel, Death by Government, p. 67.) Los jóvenes Soviéticos que cayeron en manos germanas durante esos terribles años podrían esperar un trato aún más bárbaro que el de estándar histórico. Como eslavos, eran considerados Untermenschen -- subhumanos -- por los alemanes. En cuanto a las fuerzas Nazis tocan, las leyes de guerra no se aplicaron.
Divagando, no debería asumirse que la designación de "PDG" se refiere a los hombres que habían realmente estado en el servicio militar. La política Nazi en las áreas ocupadas era muy explícita: "Hombres entre la edad de 15 a 65 años debieran ser tratados como PDG ... [y] llevados a los campos de PDG." La 18va. División Panzer estudiada por Omer Bartov tenía "ordenes de arrestar a todos los hombres en edad militar y mandarlos a la retaguardia" (Bartov, The Eastern Front, p. 110). Éste rápidamente se volvió un eufemismo para el asesinato masivo por ejecución, inanición y exposición al raso. Aún aquellos alistados dentro de un servicio militar formal tuvieron poca oportunidad de ver una batalla: como se apuntó, la mayoría de los prisioneros en estas primeras fases de la Operación Barbosa se rindieron en masa después de ser reunidos en enormes cercos.
El Genocidio:
"El testimonio es elocuente y prolífico en el abandono de enteras divisiones bajo el cielo abierto," escribe Alexander Dallin del destino de estos PDG Soviéticos. "Epidemias y enfermedades epidémicas diezmaron los campos. Palizas y abusos por los guardias eran comunes. Millones pasaron semanas sin comida ni asilo. Carretadas de prisioneros llegaban muertos a su destino. Cifras de bajas varían considerablemente, pero casi ninguna parte llega a menos del 30 por ciento en el invierno de 1941-42, y en algunas instancias fueron tan altas como el 95 por ciento" (Dallin, German Rule in Russia, 1941-45: A Study of Occupation Policies, Second Edition, pp. 414-15.)
Varios de los hombres Soviéticos capturados fueron forzados a caminar "cientos de kilómetros" hacia los lugares designados para su detención. El Coronel Erwin Lahousen, un oficial Alemán de la inteligencia extranjera, escribió en Octubre de 1941 que "Las columnas de prisioneros de guerra Rusos que seguían caminando en las sendas dan la ingenuo impresión de parecer un rebaño de animales. El guardia detalla ... pueden mantener sólo algún semblante de orden ... pero usando la fuerza física. Debido al esfuerzo físico de las marchas, la escasa dieta y las pobres condiciones en los cuartos de los campos individuales, los prisioneros de guerra frecuentemente quiebran su resistencia, son después cargados por sus compañeros soldados [Véase la foto al principio de este documento] o son dejados tendidos en el suelo. La 6ta. Armada ha dado órdenes que todos aquellos prisioneros de guerra que quebraran su resistencia deberían ser ejecutados. Desafortunadamente esto es hecho en el camino, aún en los pueblos ..." (Citado en El Instituto para la Investigación Social de Hamburgo, The German Army and Genocide: Crimes Against War Prisoners, Jews, and Other Civilians, 1939 - 1944, pp. 100, 142.)
Las condiciones en las prisiones de los campos eran así mismo similarmente atroces. "No había cuarteles o alojamiento permanentes. Los campos eran simplemente áreas abiertas separadas con cercas de alambre de púas. Los prisioneros tenían que quedarse bajo el sol, en el lodo, y en el otoño -- con temperaturas tan bajas como 30 grados centígrados bajo cero -- había la posibilidad de congelarse y morir." (The German Army and Genocide, p. 142.) Un oficial de tanque Húngaro que visitó un encierro lo describió como sigue: "Detrás del alambrado había decenas de miles de prisioneros Rusos. Muchos estaban en el punto de expirar. Pocos podían sostenerse en pie. Sus caras estaban disecadas totalmente y sus ojos hundidos profundamente dentro de sus cuencas. Cientos estaban muriendo cada día y aquellos que todavía tenían alguna resistencia los arrojaban a una gran fosa. (Werth, Russia At War, pp. 635-36). El canibalismo era dominante y deliberado, de acuerdo con Dallin: "La policía germana hubo causado o por lo menos hubo tolerado, la degradación de los prisioneros -- y después exhibido a su propia gente como algo que debe ser denigrante, como algo típico de un sub-humano que nunca podrá ser como un hombre de Occidente" (Dallin, German Rule in Russia, p. 415).
La muerte masiva por inanición fue anticipada por los planeadores militares nazis. "Diariamente las raciones proporcionaban sólo un cuarto de lo que una persona normal necesita para sobrevivir. Estas escasas raciones fueron el resultado de la decisión tomada antes de la campaña, por ejemplo, proveer comida para la Wehrmacht y para Alemania tenía prioridad. 'Como resultado, millones de personas serán seguramente obligadas a pasar hambre,' fue la conclusión concisa formulada en la conferencia de los Secretarios de Estado de Alemania en Berlín en Mayo de 1941." (The German Army and Genocide, p. 142.)
A pesar del eventual cambio de una completa extinción a una labor de esclavos, que también barrieron con cientos de miles de mujeres Soviética, "el maltrato continuó ... hasta el final," con "momentos de crueles atrocidades ... aún reportadas a finales del invierno de 1944-5" (Bartov, The Eastern Front, p. 110.) "Varios [prisioneros] fueron disparados," escribe Alexander Werth, "muchos murieron en campos de concentración durante las últimas etapas de la guerra, ... [y] algunos otros fueron aún usados para viviseccionarlos y otros experimentos 'científicos'" (Russia At War, p. 635).
¿Quién fue responsable?
El asesinato masivo de los PDG Soviéticos fue una expresión directa de "el concepto ideológico del régimen Nazi, el cual físicamente se esforzó en eliminar el 'Bolshevik Untermenschen'" (Bartov, The Eastern Front, p. 107). Así pues, son los líderes del régimen Nazi, sobre todo Adolfo Hitler, quien tiene la mayor responsabilidad por imponer su racista y genocida visión en el pueblo Soviético, los Judíos y muchos otros. "Aunque claramente, consiente del sufrimiento de los prisioneros," escribe Alexander Dallin, "las autoridades Nazis adoptaron una posición de justa indignación acerca del comportamiento de los sufrientes." El líder Nazi, Hermann Goering, bromeaba acerca del canibalismo en los campos, diciéndole a un diplomático que "en los campos de los prisioneros de guerra Soviéticos, después de haberse comido todo lo que era posible, incluyendo las suelas de sus botas, ellos han empezado a comerse unos a otros, y lo que es aún más serio, se han comido también a un guardia Alemán" (Dallin, German Rule in Russia, p. 415).
Pero ningún hombre o pequeño grupo puede cometer genocidio por sí solo. La decisión de ignorar las leyes que gobernaban el tratamiento de los prisioneros de guerra fue hecha también por decenas de miles de oficiales Alemanes. "Excepto por algunos generales de Nuremberg que trataron de argumentar que era difícil, de repente, tener que alimentar a tantos PDG, hay que decir que el ejército no hizo algo para oponerse a la política de exterminio de los prisioneros de guerra Rusos, por lo menos durante los primeros doce o dieciocho meses de la guerra. Más que eso: algunos de estos 'caballerosos' oficiales Alemanes fueron conscientes de la inanición de los prisioneros de guerra Rusos" (Werth, Russia At War, p. 637).
Las acciones genocidas en contra de la población Soviética y en contra de los Judíos Soviéticos en particular, fueron llevados a la práctica por cientos de miles de "Alemanes ordinarios" mandados a pelear en el Frente Este y a implementar las políticas de ocupación Nazi. En el libro Hitler's Willing Executioners de Daniel Goldhagen, se ha hecho mucho por revivir el debate acerca del rol de la gente "ordinaria" por imponer las atrocidades genocidas. En la investigación Explaining Hitler de Ron Rosenbaum, están las diferentes interpretaciones del gobierno Nazi y de la maldad personal de Hitler e incluye un capítulo del trabajo de Goldhagen.