Sea como sea, Cristina Onassis se enamoró de este hombre, se casó con él en un juzgado moscovita (del que marcharon en un pequeño Lada en el que, debido a su obesidad, apenas cabía en el asiento delantero) y se fue a vivir con su marido y su suegra a un pequeño apartamento de la capital rusa.
¿Qué pensarían sus vecinos al saber que tras la pared vivía una mujer que en el mundo capitalista podía comprarlo casi todo? ¿En qué tiendas hacía sus compras Cristina Onassis? ¿En los GUM?


Como no podía ser de otra forma, el matrimonio se disolvió al cabo de unos meses y del espía nunca más se supo. Cristina Onassis murió al cabo de diez años, en Argentina, en circunstancias nunca aclaradas. Pero no lo contemos muy alto porque aún dirán que fue culpa de los rusos...
En internet se puede leer la noticia sobre el divorcio, publicada en El País hace 32 años:
Rumores de divorcio entre Cristina Onassis y su marido ruso
Este mundo es un lugar bien curioso
