
Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
Moderador: casarusia
Reglas del Foro
Lee bien las reglas del foro y busca antes de preguntar para no repetir cuestiones ya tratadas. No se permiten mensajes de contactos personales, sobre scammers o relaciones virtuales, ni mensajes publicitarios o comerciales que no hayan sido previamente autorizados por un administrador
Lee bien las reglas del foro y busca antes de preguntar para no repetir cuestiones ya tratadas. No se permiten mensajes de contactos personales, sobre scammers o relaciones virtuales, ni mensajes publicitarios o comerciales que no hayan sido previamente autorizados por un administrador
- Pepe Visarión Acero
- Moderador
- Mensajes: 2748
- Registrado: 11/04/2006 07:59
- Ubicación: En un Volga negro
Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
El día 13 de Noviembre se ha publicado, por ahora en inglés, la nueva obra de Orlando Figes titulada Whisperers: Private life in Stalin's Russia, traducible como Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin. La editorial es Henry Holt & Co. Metropolitan Books. Como el autor nos tiene acostumbrados, sus obras son voluminosas, y esta no lo es menos, 784 páginas acompañadas por 103 ilustraciones en blanco y negro. Esperemos que próximamente se edite en español dentro de la colección Ensayo, como sus trabajos precedentes.



- Mayakovski
- Rusófilo experto
- Mensajes: 2707
- Registrado: 01/05/2006 13:55
- Contactar:
Susurradores
"Esperemos que próximamente se publique en español", ¿responde a un deseo o se sabe que la traducción está en marcha?
Un saludo,
Un saludo,
- Pepe Visarión Acero
- Moderador
- Mensajes: 2748
- Registrado: 11/04/2006 07:59
- Ubicación: En un Volga negro
-
- Rusófilo iniciado
- Mensajes: 109
- Registrado: 17/02/2007 10:11
Onib
Artículo que salía ayer en El País (Babelia):
Viaje al imperio de los susurros
Un millar de delatores y víctimas del estalinismo reconstruyen su terror en un libro
PATRICIA TUBELLA - Londres - 09/02/2008
Antonina Golovina nació en 1923 con el estigma de ser la hija de un kulak, otrora propietario de las tierras que cultivaba y, como tal, etiquetado de "enemigo del pueblo" en la era estalinista. Vivió su infancia en el exilio de Siberia, sufrió el acoso de condiscípulos y maestros (una profesora llegó a decirle que merecía ser exterminada) y volcó su juventud en forjarse una nueva identidad, que enterraba para siempre sus orígenes.
"Muchos aprendieron a colaborar para sobrevivir", explica Orlando Figes
La vida de las niñas Angelina y Nelly estuvo marcada por la discriminación
Aprendió a no hablar con nadie de su pasado, ni tan siquiera con sus dos sucesivos maridos. Sólo años más tarde descubrió que ambos habían sido también víctimas de la represión. Negarse a sí misma esa confianza era un imperativo del régimen al que temía, que gobernaba su existencia y la de millones de soviéticos.
El historiador británico Orlando Figes (Londres, 1959) ha recogido ésta y otras historias privadas de la dictadura de Stalin. Historias de súbditos forzados a desconfiar de todo y de todos bajo un régimen de vigilancia y control ideológico que sobrecogen en la lectura del libro The Whisperers, que Edhasa publicará en España el próximo año. Su título alude a "los que susurran", aquellos que reprimían sus instintos naturales en un mundo en el que las paredes oían, pero también a la legión de informadores en fábricas, escuelas, lugares públicos y apartamentos comunales donde vivían los trabajadores urbanos. Nadie estaba a salvo de los susurros de la delación.
"Durante muchos años, las memorias de los intelectuales disidentes fueron consideradas la voz de los silenciados. Este libro quiere reflejar también el mundo interior de millones de personas que no eran opositores -aunque muchos fueron víctimas del gulag-, que aprendieron a aceptar o a colaborar con el régimen como forma de supervivencia. ¿Cómo vivían? ¿Qué pensaba realmente esa población sometida?", se pregunta Figes. Desde luego, no es ningún advenedizo que se arrima al ascua de la última fiebre editorial por el estalinismo. El británico es una autoridad en la historia de Rusia como autor, entre otros, de La revolución rusa 1891-1924: la tragedia de un pueblo y El baile de Natacha: una historia cultural rusa.
Con el apoyo de la Sociedad para la Memoria -institución liberal nacida durante la perestroika- Figes dirigió a tres equipos de investigadores en San Petersburgo, Moscú y Perm para recuperar centenares de archivos (cartas, diarios personales, fotografías...) preservados por los supervivientes en rincones secretos. Ellos mismos aportaron sus testimonios, recogidos en un millar de entrevistas realizadas entre 2003 y 2006 (y que pueden consultarse en la web http://www.orlandofiges.com). "En los noventa" -explica el autor-, "la gente no estaba preparada para abrirse, ni siquiera habían hablado de aquello con sus hijos y nietos". Una década después accedían a relatar esta historia oral cuando todavía no era demasiado tarde: miembros de una generación nacida entre 1917 y 1925, una cuarta parte ya había muerto cuando salió el libro.
El resultado supone un relato de la destrucción de los lazos y lealtades que unían a familias y comunidades, del lastre moral para aquellos abocados a traicionar a colegas, amigos y allegados. Se esperaba que una esposa se divorciara del marido arrestado, o que los hijos delataran a sus progenitores porque "un familiar de sangre puede ser también un enemigo del espíritu". Zinaida Bushueva fue recluida a un campo de trabajo para "esposas de traidores", en 1938, por negarse a renegar de su marido, detenido meses antes. Sus hijas, Angelina y Nelly (véase fotografía), de dos y cuatro años, fueron enviadas a un orfanato, del que acabó rescatándolas su abuela, pero su vida siempre estuvo marcada por la discriminación. Por eso, muchos padres conminaban a sus propios hijos a delatarles para garantizar su protección.
En septiembre de 1932, Pavlik Morozov, de 15 años, apareció muerto en un bosque siberiano. La versión oficial estableció que su propia familia lo había asesinado porque denunció al padre. Éste fue enviado a un campo de trabajo y luego ejecutado. La prensa soviética decretó el culto a la figura de Pavel, cuya historia pasó a ser de lectura obligatoria en las escuelas: el Estado, y no la familia, definía a las "personas soviéticas".
El relato de los descendientes de aquellas víctimas, y de quienes colaboraron en la represión, revela una relación familiar llena de silencios -sus mayores no hablaban del pasado- que todos acabaron interiorizando. El legado del estalinismo y esa "memoria del terror", subraya Figes, "siguen incidiendo hoy en la sociedad rusa" y tienen su plasmación en el conformismo político que, a su entender, encarna el autoritario Vladímir Putin. Confrontando esa "amnesia moral", salen ahora a la luz los testimonios de quienes vivieron. Y sufrieron en tiempos de susurros.
Miedo, traición, vergüenza
- La delación. "No soy ni un bárbaro ni un animal. Os pido fortaleza, que seáis pacientes y trabajéis. La liquidación de los kulak como clase no significa la liquidación de las personas", escribía el poeta y editor Alexandr Tvardovsky a su padre y hermanos, arrestados en 1931. Su misiva les conminaba a que no comunicaran con él. Ante todo, quería preservar su carrera literaria. Dos meses más tarde, su padre huyó y su hijo lo denunció a la policía. "Estoy segura de que no tenía elección", defendió su madre.
- El arrepentido. El periodista, poeta y novelista Konstantin Simonov terminó por aprobar la detención de las tías que lo criaron y la persecución de colegas y amigos. Participó en las campañas antisemitas de Stalin y fue fiel al dictador incluso tras su muerte, en 1953. El arrepentimiento llegó años más tarde, con unas memorias llenas de remordimiento por su falta de coraje moral. Su historia, para Figues, resume "el compromiso de un ser humano con el mal".
- La única evasión. Yevgeniia (Zhenia) Yevangulova empezó a escribir un diario en 1937, cuando sus padres fueron arrestados. Tenía 19 años y sus compañeros de estudios no dejaron de acosarla por esa "vergüenza". Zhenia llenó su diario con sus emociones y mantuvo así lo que llamaba "una conversación interior" con sus padres, que desaparecieron en el gulag.
- La palabra recuperada. Zinaida, la madre de Larisa Levita, regresó a Leningrado en 1956 después de un largo exilio. Era el año en que Nikita Jruschov dio a conocer un informe crítico sobre la era estalinista. "Al principio mi madre no decía una palabra sobre su vida en los campos de trabajo, pero después empezó a hablar. Y cuanto más hablaba, nos volvíamos más escépticos. Nos convertimos en una verdadera familia".
Viaje al imperio de los susurros
Un millar de delatores y víctimas del estalinismo reconstruyen su terror en un libro
PATRICIA TUBELLA - Londres - 09/02/2008
Antonina Golovina nació en 1923 con el estigma de ser la hija de un kulak, otrora propietario de las tierras que cultivaba y, como tal, etiquetado de "enemigo del pueblo" en la era estalinista. Vivió su infancia en el exilio de Siberia, sufrió el acoso de condiscípulos y maestros (una profesora llegó a decirle que merecía ser exterminada) y volcó su juventud en forjarse una nueva identidad, que enterraba para siempre sus orígenes.
"Muchos aprendieron a colaborar para sobrevivir", explica Orlando Figes
La vida de las niñas Angelina y Nelly estuvo marcada por la discriminación
Aprendió a no hablar con nadie de su pasado, ni tan siquiera con sus dos sucesivos maridos. Sólo años más tarde descubrió que ambos habían sido también víctimas de la represión. Negarse a sí misma esa confianza era un imperativo del régimen al que temía, que gobernaba su existencia y la de millones de soviéticos.
El historiador británico Orlando Figes (Londres, 1959) ha recogido ésta y otras historias privadas de la dictadura de Stalin. Historias de súbditos forzados a desconfiar de todo y de todos bajo un régimen de vigilancia y control ideológico que sobrecogen en la lectura del libro The Whisperers, que Edhasa publicará en España el próximo año. Su título alude a "los que susurran", aquellos que reprimían sus instintos naturales en un mundo en el que las paredes oían, pero también a la legión de informadores en fábricas, escuelas, lugares públicos y apartamentos comunales donde vivían los trabajadores urbanos. Nadie estaba a salvo de los susurros de la delación.
"Durante muchos años, las memorias de los intelectuales disidentes fueron consideradas la voz de los silenciados. Este libro quiere reflejar también el mundo interior de millones de personas que no eran opositores -aunque muchos fueron víctimas del gulag-, que aprendieron a aceptar o a colaborar con el régimen como forma de supervivencia. ¿Cómo vivían? ¿Qué pensaba realmente esa población sometida?", se pregunta Figes. Desde luego, no es ningún advenedizo que se arrima al ascua de la última fiebre editorial por el estalinismo. El británico es una autoridad en la historia de Rusia como autor, entre otros, de La revolución rusa 1891-1924: la tragedia de un pueblo y El baile de Natacha: una historia cultural rusa.
Con el apoyo de la Sociedad para la Memoria -institución liberal nacida durante la perestroika- Figes dirigió a tres equipos de investigadores en San Petersburgo, Moscú y Perm para recuperar centenares de archivos (cartas, diarios personales, fotografías...) preservados por los supervivientes en rincones secretos. Ellos mismos aportaron sus testimonios, recogidos en un millar de entrevistas realizadas entre 2003 y 2006 (y que pueden consultarse en la web http://www.orlandofiges.com). "En los noventa" -explica el autor-, "la gente no estaba preparada para abrirse, ni siquiera habían hablado de aquello con sus hijos y nietos". Una década después accedían a relatar esta historia oral cuando todavía no era demasiado tarde: miembros de una generación nacida entre 1917 y 1925, una cuarta parte ya había muerto cuando salió el libro.
El resultado supone un relato de la destrucción de los lazos y lealtades que unían a familias y comunidades, del lastre moral para aquellos abocados a traicionar a colegas, amigos y allegados. Se esperaba que una esposa se divorciara del marido arrestado, o que los hijos delataran a sus progenitores porque "un familiar de sangre puede ser también un enemigo del espíritu". Zinaida Bushueva fue recluida a un campo de trabajo para "esposas de traidores", en 1938, por negarse a renegar de su marido, detenido meses antes. Sus hijas, Angelina y Nelly (véase fotografía), de dos y cuatro años, fueron enviadas a un orfanato, del que acabó rescatándolas su abuela, pero su vida siempre estuvo marcada por la discriminación. Por eso, muchos padres conminaban a sus propios hijos a delatarles para garantizar su protección.
En septiembre de 1932, Pavlik Morozov, de 15 años, apareció muerto en un bosque siberiano. La versión oficial estableció que su propia familia lo había asesinado porque denunció al padre. Éste fue enviado a un campo de trabajo y luego ejecutado. La prensa soviética decretó el culto a la figura de Pavel, cuya historia pasó a ser de lectura obligatoria en las escuelas: el Estado, y no la familia, definía a las "personas soviéticas".
El relato de los descendientes de aquellas víctimas, y de quienes colaboraron en la represión, revela una relación familiar llena de silencios -sus mayores no hablaban del pasado- que todos acabaron interiorizando. El legado del estalinismo y esa "memoria del terror", subraya Figes, "siguen incidiendo hoy en la sociedad rusa" y tienen su plasmación en el conformismo político que, a su entender, encarna el autoritario Vladímir Putin. Confrontando esa "amnesia moral", salen ahora a la luz los testimonios de quienes vivieron. Y sufrieron en tiempos de susurros.
Miedo, traición, vergüenza
- La delación. "No soy ni un bárbaro ni un animal. Os pido fortaleza, que seáis pacientes y trabajéis. La liquidación de los kulak como clase no significa la liquidación de las personas", escribía el poeta y editor Alexandr Tvardovsky a su padre y hermanos, arrestados en 1931. Su misiva les conminaba a que no comunicaran con él. Ante todo, quería preservar su carrera literaria. Dos meses más tarde, su padre huyó y su hijo lo denunció a la policía. "Estoy segura de que no tenía elección", defendió su madre.
- El arrepentido. El periodista, poeta y novelista Konstantin Simonov terminó por aprobar la detención de las tías que lo criaron y la persecución de colegas y amigos. Participó en las campañas antisemitas de Stalin y fue fiel al dictador incluso tras su muerte, en 1953. El arrepentimiento llegó años más tarde, con unas memorias llenas de remordimiento por su falta de coraje moral. Su historia, para Figues, resume "el compromiso de un ser humano con el mal".
- La única evasión. Yevgeniia (Zhenia) Yevangulova empezó a escribir un diario en 1937, cuando sus padres fueron arrestados. Tenía 19 años y sus compañeros de estudios no dejaron de acosarla por esa "vergüenza". Zhenia llenó su diario con sus emociones y mantuvo así lo que llamaba "una conversación interior" con sus padres, que desaparecieron en el gulag.
- La palabra recuperada. Zinaida, la madre de Larisa Levita, regresó a Leningrado en 1956 después de un largo exilio. Era el año en que Nikita Jruschov dio a conocer un informe crítico sobre la era estalinista. "Al principio mi madre no decía una palabra sobre su vida en los campos de trabajo, pero después empezó a hablar. Y cuanto más hablaba, nos volvíamos más escépticos. Nos convertimos en una verdadera familia".
- Vladiвосток
- Moderador
- Mensajes: 5289
- Registrado: 19/04/2006 16:07
- Ubicación: Провидения
Re: Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
Enlace a la fuente rusa mencionada:Hablando en susurros sobre la Rusia de Stalin
Moscú, 20 de junio, RIA Novosti. Un historiador británico, Orlando Figes, intentó retratar la historia del período estalinista en Rusia a través de testimonios verbales de las personas que fueron niños en aquella época, escribe hoy el diario moscovita Vedomosti.
Figes y sus auxiliares realizaron más de 450 entrevistas en profundidad con personas que tienen hoy más de 80 años y que en los tiempos de Stalin eran niños o adolescentes. Los padres de algunos fueron represaliados; otros provienen de familias que nunca tuvieron problemas con el régimen. El libro - "Los susurradores: La vida privada en la Rusia de Stalin" ("The Whisperers: Private Live in Stalin's Russia") - será traducido próximamente a una veintena de idiomas.
El autor trabajó, por supuesto, en los archivos pero prefiere poner énfasis en testimonios verbales, género que permite separar las vivencias reales de una persona de las impresiones posteriores, impuestas a través de libros que ya son canónicos. La narración en estilo directo ocupa más de la mitad del espacio en este libro que no se parece a otras obras de historiadores occidentales.
Estas experiencias personales reflejan el deseo de sobrevivir, quitarse de encima la etiqueta del FEP (Nota: sigla de "familiar de un enemigo del pueblo). Ida Slavina, hija de un jurista represaliado, recuerda lo feliz que se sintió cuando pudo participar en un desfile de las Juventudes Comunistas, a pesar del reciente arresto de sus padres: "Yo tenía 16 años, aspiraba a la felicidad y al amor. Quería reintegrarme otra vez en el inmenso ‘nosotros', marchar en columnas juntos con todos los demás".
Los consejos tipo "cuida esa lengua", "no hables mucho", "mide lo que dices" se reiteran en numerosos recuerdos. Se trata de una táctica de supervivencia que en el caso de mucha gente se fue transformando en un rasgo del carácter. "En mi familia hablaban en susurros", recuerda Liubov Tetiúieva cuyo padre, un sacerdote, fue arrestado en varias ocasiones.
http://friday.vedomosti.ru/article.shtm ... 6/20/12902
- España y Rusia, separadas por la distancia y unidas por el corazón.©
Vladiвосток
- Vladiвосток
- Moderador
- Mensajes: 5289
- Registrado: 19/04/2006 16:07
- Ubicación: Провидения
Re: Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
El libro saldrá a la venta en librerías españolas el próximo día 20 de marzo, aunque ya está disponible en internet. El título que le han dado en castellano es Los que susurran. La represión en la Rusia de Stalin.
Lo edita edhasa. Tiene 960 páginas y su precio ronda los 40 €.
Enlaces relacionados:
http://www.lecturalia.com/libro/26884/los-que-susurran
http://www.lecturalia.com/blog/tag/los-que-susurran/
Lo edita edhasa. Tiene 960 páginas y su precio ronda los 40 €.
Enlaces relacionados:
http://www.lecturalia.com/libro/26884/los-que-susurran
http://www.lecturalia.com/blog/tag/los-que-susurran/
No tienes los permisos requeridos para ver los archivos adjuntos a este mensaje.
- España y Rusia, separadas por la distancia y unidas por el corazón.©
Vladiвосток
- Pepe Visarión Acero
- Moderador
- Mensajes: 2748
- Registrado: 11/04/2006 07:59
- Ubicación: En un Volga negro
Re: Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
Muchas gracias por la info amigo! Da gospodin! Haciendo cuentas, se publica quince meses después de la primera aparición en lengua inglesa. Como he mencionado varias veces, es inaudito que resulte más rápido y más barato adquirir cualquier obra en internet que esperar a que la venda el librero de la esquina.
Saludos!!!

Saludos!!!





- Vladiвосток
- Moderador
- Mensajes: 5289
- Registrado: 19/04/2006 16:07
- Ubicación: Провидения
Re: Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
No hay de que amigo, si señor, supongo que ese tiempo tan largo de espera se debe a lo que conlleva el publicar el libro en otros idiomas: buscar posibles traductores, revisiones y correcciones de la traducción, acuerdos con las editoriales extranjeras, etc. En fin, el caso que ya está aquí, pero han hecho una traducción, además de muy libre, tendenciosa, de la segunda parte del libro, cambia mucho de Private life in Stalin's Russia"(vida privada en la Rusia de Stalin) a La represión en la Rusia de Stalin.lazareto escribió:Muchas gracias por la info amigo! Da gospodin! Haciendo cuentas, se publica quince meses después de la primera aparición en lengua inglesa. Como he mencionado varias veces, es inaudito que resulte más rápido y más barato adquirir cualquier obra en internet que esperar a que la venda el librero de la esquina.
Saludos!!!![]()
![]()
![]()
Saludos.
- España y Rusia, separadas por la distancia y unidas por el corazón.©
Vladiвосток
- Pepe Visarión Acero
- Moderador
- Mensajes: 2748
- Registrado: 11/04/2006 07:59
- Ubicación: En un Volga negro
Re: Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
En fin, el caso que ya está aquí, pero han hecho una traducción, además de muy libre, tendenciosa, de la segunda parte del libro, cambia mucho de Private life in Stalin's Russia"(vida privada en la Rusia de Stalin) a La represión en la Rusia de Stalin.
La hierba verde, la sangre roja y la represión de Stalin...
La hierba verde, la sangre roja y la represión de Stalin...

- Vladiвосток
- Moderador
- Mensajes: 5289
- Registrado: 19/04/2006 16:07
- Ubicación: Провидения
Re: Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
Artículo sobre el libro publicado hoy en la edición digital de El periódico:
Orlando Figes recupera la voz de los supervivientes del estalinismo

- España y Rusia, separadas por la distancia y unidas por el corazón.©
Vladiвосток
Re: Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
Acabo de terminar este libro, al final hace referencia a su página en la que se puede completar la información, enlace:
http://www.orlandofiges.com/index.php
En este apartado aparecen a la derecha el listado de las familias entrevistadas (hay que seleccionar para ver cada una). Ahí aparecen las entrevistas, documentos familiares, fotos, diplomas, etc (las entrevistas están en ruso):
http://www.orlandofiges.com/familyHistory.php
y aquí un extracto de programas de radio:
http://www.orlandofiges.com/soundIndex.php
http://www.orlandofiges.com/index.php
En este apartado aparecen a la derecha el listado de las familias entrevistadas (hay que seleccionar para ver cada una). Ahí aparecen las entrevistas, documentos familiares, fotos, diplomas, etc (las entrevistas están en ruso):
http://www.orlandofiges.com/familyHistory.php
y aquí un extracto de programas de radio:
http://www.orlandofiges.com/soundIndex.php
-
- Rusófilo iniciado
- Mensajes: 129
- Registrado: 17/08/2007 11:58
- Ubicación: LLEIDA
Re: Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
Hola,
Despues de leer comentarios sobre el libro en este hilo y despues de dar una pequeña vuelta por internet y habiendo valorado otros libros, al final me he decidido por este libro.
Lo he encargado por internet y pienso que ya debe de estar al caer )
Ya os volvere a decir que me ha parecido cuando lo acabe.
saludos
Despues de leer comentarios sobre el libro en este hilo y despues de dar una pequeña vuelta por internet y habiendo valorado otros libros, al final me he decidido por este libro.
Lo he encargado por internet y pienso que ya debe de estar al caer )
Ya os volvere a decir que me ha parecido cuando lo acabe.
saludos
Re: Los susurradores: Vida privada en la Rusia de Stalin
Parece ser que Figes justifico la no publicación de su libro "Los que susurran" en Rusia a presiones del presidente Ruso.
Peter Reddaway y Stephen F. Cohen investigaron estas denuncias y descubrieron algo mucho mas sórdido, Figes perece ser que utilizo a la fundación Memorial para recopilar las historias en las que se basa el libro, el problema surge cuando deliberadamente tergiversa y falsifica datos, a modo de ejemplo
Peter Reddaway y Stephen F. Cohen investigaron estas denuncias y descubrieron algo mucho mas sórdido, Figes perece ser que utilizo a la fundación Memorial para recopilar las historias en las que se basa el libro, el problema surge cuando deliberadamente tergiversa y falsifica datos, a modo de ejemplo
Para leer el articulo completo http://www.themoscowtimes.com/opinion/a ... 61228.htmlPara comenzar con un ejemplo que combina los errores con la invención, considerar el tratamiento Figes "de Natalia Danilova (p. 253), cuyo padre había sido detenido. Después de tergiversar la historia de su familia, Figes pone palabras en su boca, evidentemente, para ayudar a justificar el título de su libro: A excepción de una tía, "el resto de nosotros sólo podía susurrar en el disenso". La "cita" no aparece en la transcripción minuciosa de Memorial de su entrevista grabada con Danilova.
Figes inventa "hechos" en otros casos, al parecer, también para fines dramáticos. Según "Los que susurran" (pp. 215-17, 292-93), "es inconcebible" que Mikhail Stroikov podría haber completado su tesis doctoral en la cárcel "sin el apoyo de la policía política. Tenía dos tíos en la OGPU ". Pero no hay evidencia de que Stroikov tenido tíos, ni tampoco existe ninguna razón para alegar que contaba con el apoyo de la policía secreta. Figes también afirma que para ayudar a la familia Stroikov, un amigo y luego en el exilio fue "nuevamente arrestado, encarcelado y fusilado más tarde." En realidad, este amigo no volvió a ser detenido, encarcelado o ejecutado, pero vivió casi hasta los 90 años.
La distorsión de Figes "del destino de Dina-Ioelson Grodzianskaya (pp. 361-62), que sobrevivió ocho años en el gulag, es de extrema gravedad en un aspecto diferente. Después de la colocación de ella en el campo de concentración de mal, que alega que ella era "uno de los muchos trusties" cuya colaboración les hizo ganar "las pequeñas ventajas que ... podrían hacer la diferencia entre la vida y la muerte." No hay evidencia en las entrevistas utilizadas por Figes que Ioelson-Grodzianskaya fue alguna vez una "confianza" o recibido ningún privilegio especial. Como investigador principal Memorial comentó, cuenta Figes 'es "un insulto directo a la memoria de un prisionero."
Camarada Lobo sabe a quien se come y no le pregunta a nadie si puede comerselo.
V. Putin


V. Putin
