Wow, menudo recibimiento... la verdad es que con esta sensación de estar como en casa dan muchas ganas de contribuir
De momento, lo mínimo que puedo hacer es contaros un poco más sobre mi y Omsk. Al tener un niño pequeño (cumple 3 años dentro de un mes) no hemos tenido ocasión de movernos mucho (aún), así que prácticamente sólo conozco Moscú (varias estancias), Omsk y su oblast.
La primera gran asignatura fue la aclimatación: ya sabéis que el clima de estos lares es continental extremo. Desde que estoy aquí he visto desde -42º a +35º ¡¡¡ Una amplitud térmica de 77º !!! Que se dice rápido. Algo especialmente
chungo para un chico mediterráneo como yo, acostumbrado a vivir casi, casi entre los 10º y los 35º. En ocasiones hay cambios brutales en pocas horas (hace un par de días la temperatura bajó 20º en menos de 24h). Después del primer invierno (llevo 3) ya quedé inmunizado... ahora me siento a gusto con el frío (lo único
jodido sigue siendo el viento) y sufro mucho si voy en verano a Barcelona... no puedo ni salir del avión por culpa del calor y, sobre todo, la humedad.
Sobre Omsk: vendría a ser como una capital de provincia española pero a lo bestia. Aunque tiene más de 1 millón de habitantes (me parece recordar que es la séptima ciudad de Rusia en población), no hay la sensación de amontonamiento y stress de Moscú u otras grandes ciudades. Se nota que estamos en Siberia y que hay espacio a patadas... aunque si que hay un centro más bullicioso, la ciudad se extiende muchos kilómetros a lo ancho (al principio, había veces que pensaba que habíamos salido de la ciudad y simplemente es que entre barrio y barrio había un parque gigante y boscoso de por medio).
En pocos años (vine por primera vez en 2001) el cambio ha sido brutal; sobre todo en actividad comercial: salen los centros comerciales, tiendas y pequeñas empresas de todo tipo de debajo de las piedras. Se nota mucho trabajo, pero también (hay que decirlo) mucha corruptela... ya sabréis que hay quien dice que la corrupción mueve en Rusia más dinero que el PIB oficial. Ejemplos mil: desde el director de la oficina de recaudación de enfrente de casa que va en un Cayenne último modelo, hasta el vecino que trabaja en el ayuntamiento pero tiene 3 coches y un par de tiendas, etc., etc. Lo positivo es que el trato es generalmente bueno y que los salvajes años 90 ya han quedado atrás. Por otro lado, también es bastante comprensible tras la incompetencia con la que se realizó todo el proceso de privatizaciones de la época Eltsin (qué os voy a contar que no sepáis).
Al margen del trabajo (andamos metidos en varios frentes como transporte y construcción) el tiempo libre es de actividades bien rusas: dacha, sauna, patinaje sobre hielo, pescar en verano, paseos por el bosque recogiendo setas y frutos silvestres... aunque servidor también le dedica bastante tiempo a la pantallita del ordenador
Bueno, mejor que lo deje que aún tendré que invitar a una ronda de aspirinas... espero no haberos aburrido con el relato.
Nos vemos por el foro
PD: Sobre la guía roja, contad conmigo para el capítulo de Omsk ¿tenéis algún enlace para poder conocer mejor qué os traéis entre manos?