Bueno, gracias por vuestra paciencia a quienes hayáis llegado hasta aquí. Con esta termino mi relato de impresiones.
Tampoco me gustó el caos del tráfico y la forma de conducir tan particular que tienen los rusos, lo cual, combinado con el ¿asfaltado? de la mayoría de las carreteras compone un cuadro que sorprende mucho, aunque claro, supongo que viviendo en una zona tranquila de España, que goza de poco tráfico y buenas carreteras, también será que yo estoy mal acostumbrado. En todo caso, recuerdo lo que me dijo una amiga:
"... si quieres conducir aquí sin saber como conduce el resto de la gente, el primer día ya tendrás un accidente..." Se nota mucho stress, y en cuanto tomas un autobus público, tú mismo puedes comprobarlo, te da la impresión de que en vez de coger un autobús te has montado en un camión de bomberos que va a apagar un incendio. Yo mismo me hice un chichón al golpearme contra el techo nada más subirme, cuando arrancó el chofer como alma que lleva el diablo.
Pero lo que menos me gustó fue algo de lo cual se habla mucho cuando se refiere uno a Russia. Se trata del alcoholismo. No voy a echar más leña al fuego, ni voy tampoco a decir que ese es un problema que sólo existe allí; hace unos días, en la localidad en donde resido murió un hombre por abusar de la cerveza y los cigarrillos, y aún no había cumplido los 60. La diferencia que yo aprecié fue la tolerancia de la sociedad hacia ese problema, esto es así, es lo que hay, me dijeron; y en más de una ocasión vi hombres que habían bebido de más comportarse con su mujer de forma bastante ruda -por decirlo de alguna manera- alzando la voz e incluso amenazando, todo eso a plena luz del día y en avenidad céntricas, y nadie reaccionaba. Cuando pregunté, me respondieron que eso es
"narmalna"allí.

Todo esto lo ví con mis propios ojos, y no puedo menos que estar de acuerdo -por desgracia- con lo expuesto al respecto en cierto hilo del foro.
Tampoco ninguno de mis amigos habla bien para nada de la policía, aunque sobre este tema no opinaré, puesto que solamente tratá con la milicia en la aduana de Domodievo, y en todo momento fueron correctos conmigo, aunque durante el viaje en coche desde Moscú nos paró la policia en la carretera, y el amigo que conducía, aparcó el coche y se fue adonde estaba el agente. Me dijeron que si te quedas dentro esperando, el policía se pensará que le estás perdiendo el respeto y que se lo tomará muy mal.
Bueno, lo cierto, es que todas sus grandezas y sus miserias, es un país que me gusta; no es perfecto como tampoco lo es el nuestro.Hay algo especial, diferente en él y en su gente, algunos de ellos son buenos amigos míos, tanto en España como allí. He estado en dos ocasiones, y sé que no serán las últimas.
Bueno, después de este rollo, me gustaría leer vuestros comentarios.
