Visitas imposibles

[casarusia]

Estoy preparando un viaje a Moscú para finales de año, y revisando guías encuentro con edificios y lugares que habitualmente no están abiertos a las visitas públicas, como por ejemplo la Casa Melnikov.

¿Alguien me echa una mano para elaborar una lista de sitios de visita interesante y que estén fuera del círculo turístico tradicional? Seguro que los hay a patadas.

Otro ejemplo podría ser la Duma. Una visita, aunque corta y superficial, a sus dependencias tiene que resultar jugosa.

[Pepe Visarión Acero]

Coincido contigo, Antonio, en que la casa Melnikov es muy jugosa. Hay tres sitios que se me resisten: el bunker de Zhukov, el bunker de Stalin y el museo de armas nucleares. Los dos primeros lugares son para visita de grupos de 30 ó más personas, y el tercer lugar, con la aprobación expresa de FSB, etc, etc, etc. Y otro que se me resiste es la visita al submarino, aerodeslizador y ekranoplano expuestos en el río. Son también reservados para grupos.

Otra visita imposible, como las denominas, podrían ser cualquiera de los rascacielos estalinistas, por dentro son preciosos! pero no permiten entrar a menos que seas residente o trabajes en alguna de sus oficinas.

La casa de Gorbachov cuando era GENSEK, cerca de la colina de los gorriones, estuve fuera de la casa y sólo me permitieron hacer fotografías desde fuera. Ahora está habitada por quién-sabe-quién. Otra casa interesante es la de Brezhnev en Kutuzovski 26, dicen que está ahora de nuevo en poder de uno de sus nietos. Aunque el edificio sufrió un incendio de pequeñas proporciones recientemente, seguro que conserva el glamour y la caspa de antañazo.

Y las dachas, ya he editado este hilo dos veces, la de Zareche por ejemplo, me consta que hay alguna que ha quedado intacta desde la Gran Guerra Patriótica. Otra visita interesante, la del primer reactor nuclear en servicio, en las afueras de Moscú.

[casarusia]

Más que silos de misiles e instalaciones secretas de esas en las que —según algunos corresponsales de medios occidentales— aún trabaja el KGB, me refería a visitas tipo rascacielos estalinistas (subir al último piso del que hay en Smolenskaya tiene que ofrecer una vista espectacular), la casa que en su día ocupara algún gran personaje, etc...

[Pepe Visarión Acero]

Ahí hay unas cuantas: las dachas de los antiguos líderes, la casa de Gorby y cualquier rascacielo. He intentado entrar en alguno de ellos, pero no he pasado del zaguán, eso sí, preciosos.

[casarusia]

He intentado entrar en alguno de ellos, pero no he pasado del zaguán.

Ahí voy yo...

[Pepe Visarión Acero]

Otra visita interesante es el hangar donde están restaurando El Obrero y la Koljosiana, sería un buen reportaje! Ya que no la podremos ver entera en unos cuantos meses, por lo menos despedazada puede tener también su interés.

[Pepe Visarión Acero]

Y sin olvidar la Casa de los Sindicatos, que se abre contadas veces al año, pero visitarla sin gente sería una maravilla.

[Vladiвосток]

La Biblioteca Lenin, el edificio de la KGB en la Plaza de la Lubyanka, y otros edificios ahora oficiales o que lo fueran en tiempos soviéticos, todo ello sin que te tengas que registrarte o someterte a control alguno.

[Pepe Visarión Acero]

Yo le tengo ganas a un busto de Dzerzhinsky que todavía se conserva dentro de las instalaciones de la Lubyanka, entrando por Petrovka, 36. Su existencia me pone pinochet.

[Pepe Visarión Acero]

La Biblioteca Lenin, el edificio de la KGB en la Plaza de la Lubyanka, y otros edificios ahora oficiales o que lo fueran en tiempos soviéticos, todo ello sin que te tengas que registrarte o someterte a control alguno.

Ya hemos visitado la Biblioteca Lenin. En la entrada uno se puede registrar para entrar rellenando un pequeño formulario, acompañado de una tarjeta magnética que se debe portar hasta la salida junto a otro papel. en la entrada hay que dejar en el guardarropas cualquier cosa que se parezca a un libro para evitar hurtos. Las cámaras de fotos están prohibidas pero nos salió bien la jugada, pese al gran número de cámaras de vigilancia. El interior merece la pena, en especial la sala de lectura número 3, donde se puede apreciar en el fondo una estatua de Lenin.

[rusa]

pense que ibas a poner una foto, retorcida, desenfocada y hecha de cualquier manera con tal de fotografiar ALGO sin que os pillen....y resulta que tienes nervios de acero! Muy buenas fotos, gracias!!! Hace unos 10 años mi primo que venia a Moscu por el post-grado pudo ser usuario de esta Biblioteca y me comento que solo era posible si tenias el carnet de estudiante o un papel especial de tu Universidad, en fin - un justificante (y aun asi tenias que presentar el pasaporte y noseque rollos mas). Los demas no podian entrar. Ahora veo que el sistema ha cambiado un poco, me alegro.
(Realmente no entiendo por que no se permite hacer fotos alli...)

[Pepe Visarión Acero]

Mi máxima de toda la vida es: hasta la cocina hasta que te echen a patadas, y así suelo hacerlo siempre. En este caso salió bastante bien la cosa. Nos acercamos hasta la estatua de Lenin para hacerle una foto de cerca, pero el ojo que todo lo ve que tenía a sus pies nos disuadió, otra vez será. la biblioteca en sí merece la pena ser visitada, así como la pequeña librería que hay a su entrada, hay libros verdaderamente baratos.

[Vladiвосток]

Y sin olvidar la Casa de los Sindicatos, que se abre contadas veces al año, pero visitarla sin gente sería una maravilla.

Recuerdo que el vigilante se puso duro y no hubo forma de convencerlo.

[Vladiвосток]

Estoy preparando un viaje a Moscú para finales de año, y revisando guías encuentro con edificios y lugares que habitualmente no están abiertos a las visitas públicas, como por ejemplo la Casa Melnikov.
(...)

Rusia salvará la joya modernista de Melnikov

Situation with Melnikov's House

Melnikov's House located at 10 Krivoarbatsky Lane, Moscow, Russia, was built in 1927-29. The House in a unique architectural monument and a cultural heritage property of the regional significance. Said status of the house is certified by the Moscow City Soviet Resolution of March 23, 1987 No. 647.

Melnikov's House is a two-story building with a basement; its total area is 257 square meters. It is made of brick, the floors and ceilings are wooden.

At present the rate of the House's wear is assessed as high. There is a threat of the building collapse – due to the complicated geological conditions of the underlying land plot and because of the active construction work started right nearby.

In 1974, after Konstantin Melnikov's death the House was divided between the architect's heirs – his son Viktor Melnikov and his daughter Lyudmila Melnikova.

Russian Avantgarde Foundation holds the title to one-half of Melnikov's House. The title has been acquired from Lyudmila Melnikova's heirs who are interested in establishing the Architect Melnikov's House Museum as soon as possible.

The other half of the building is in the process of inheritance litigation. As a result of the litigation conclusion the title to one-eighth of the House can pass to Elena Melnikova (Melnikov's granddaughter), the title to another one-eighth can pass to Ekaterina Karinskaya (also Melnikov's granddaughter), the title to one-fourth of the building can pass to the Russian State (under certain conditions that are formulated in the will of Viktor Melnikov).

According to that will, the State Museum of the Melnikovs, father and son, should be established in the House. However, the State has never taken any steps towards establishing the Museum due to the unsettled situation with the ownership rights for the whole house and the property.

At present Konstantin Melnikov's granddaughter Ms. Karinskaya resides in the House and is responsible for its preservation and security.

http://www.melnikovhouse.org/home.php

Se habló también de la Casa de Melnikov en el tema Club obrero de la fábrica Rusakov

[Vladiвосток]

Un trailer sobre el documental de la Casa de Melnikov que se comenta en el tema Club Obrero de la fábrica Rusakov -enlace en el mensaje anterior.-




Y una noticia que no trae buenas noticias:

La casa colmena de Mélnikov se desmorona

Rusia Hoy
14/09/2012
Alex Pávlovich

La casa de Mélnikov es un icono en la historia de la arquitectura moderna, algunos críticos incluso la comparan con la catedral de San Basilio. Esta joya del constructivismo tiene que lidiar en el siglo XXI, no solo con el tiempo, el mayor enemigo de cualquier vivienda, sino también con ciertos especuladores, la legislación y la herencia familiar.

El movimiento constructivista supuso un antes y un después en el arte y la cultura contemporánea rusa. Con el triunfo de la revolución, la búsqueda de un hombre nuevo vino acompañada de un cambio de valores: la tradición se vio como algo negativo a destruir con el tránsito hacia un sistema comunista. Nuevas teorías en todos los campos científicos acompañaron a la implantación de este nuevo sistema. En la arquitectura se buscaron formas sencillas en las que primase la idea de espacio colectivo sobre la privacidad individualista, considerados propios de los países capitalistas.

En este contexto estético apareció la idea de construir una colmena, algo que el racionalismo arquitectónico había aplicado en EE UU y Europa, de la mano de Frank Lloyd Wright y Antoni Gaudí, respectivamente.

Mélnikov decía: "Si realmente soy arquitecto, debo verme reflejado en mi arquitectura. Por eso quiero construir mi propia casa." La casa que diseñó el arquitecto soviético para vivir en ella permanentemente, se empezó a construir en 1927 y se terminó en 1929. El proyecto fue aprobado tanto por los vecinos del barrio de Arbat reunidos en asamblea como por las autoridades que pusieron la condición de que el edificio debía ser un ejemplo típico de casa proletaria.

Sin embargo, los ideales estéticos soviéticos estaban a punto de sufrir un gran cambio de la mano de Stalin, que consideró la monumentalidad y el neoclasicismo (propios de los regímenes fascista y nazi) como más apropiados para representar la grandeza proletaria, en oposición a las arriesgadas innovaciones propias del constructivismo.

Así, cuando Mélnikov terminó su particular casa, fue criticado y condenado al ostracismo dentro de su propia obra. Debido a esto la vivienda ha recibido también el nombre de casa- prisión.


La casa colmena

La estructura arquitectónica se compone de dos cilindros yuxtapuestos (como las colmenas rústicas de tronco de alcornoque). Sus casi 60 ventanas en forma de hexágono rodeando el edificio potencian la imagen de que lo que se contempla es la imitación de una colmena: enigmática por fuera e hipnótica por dentro.

Además permite una luminosidad en el interior fuera de lo normal, ya que aprovecha la luz al máximo, incluso en el oscuro invierno moscovita. Según Mélnikov algunas de sus fuentes de inspiración fueron las iglesias ortodoxas rusas, los silos de grano americanos y la arquitectura del periodo revolucionario francés.

En cuanto al interior, los techos y las plantas son de madera y las paredes de ladrillo. También utilizó hormigón blanco como conglomerado de toda la estructura. El espacio está diseñado bajo una de las premisas fundamentales del constructivismo, su funcionalidad. Se creía que todos los espacios tenían que ser aprovechables y tener su función social concreta.


La herencia familiar

Si la casa todavía existe es gracias al hijo de Mélnikov, Víctor, un pintor que hizo de la preservación de la casa su propio trabajo como artista. Sin embargo, una disputa con su hermana acabó por complicar la situación. Llegó a haber incluso un juicio en el que las autoridades decidieron que la casa debía dividirse espacialmente entre los dos, algo que habría destruido por completo el diseño interior original de la casa. Ahora la disputa es entre los hijos de Víctor: Ekaterina y Elena. La primera de ellas está luchando para que la casa sea cedida al Estado y se convierta en un museo, siguiendo la voluntad de su padre. Víctor murió en el año 2006 y Elena intentó en vano conseguir el desahucio de Ekaterina con la ayuda de dos abogados.

Primero la casa estuvo amenazada por el paso del tiempo, que todo lo deteriora, después la herencia familiar, y por último el desarrollo urbanístico. Parecía que iba a desaparecer después de cada nueva amenaza. Sin embargo el alma de la arquitectura modernista soviética sigue viva, luchando por sobrevivir a tantos obstáculos.


Situación actual

La casa ha pasado por momentos bastante difíciles a principios del siglo XXI. En agosto del 2002, el gobierno de la ciudad de Moscú aprobó la construcción de un centro multifuncional a menos de 100 metros de donde se encuentra la vivienda declarada de interés cultural. La construcción está dentro de un área protegida por el gobierno federal que prohíbe cualquier obra, ya que se trata de la zona histórica de Moscú, amparada por un decreto emitido por el gobierno de la ciudad en 1997.

En 2007, después de una reunión entre la administración de la ciudad, la fundación encargada de la conservación del edificio y la familia de Mélnikov, se llegó al acuerdo de parar las obras. Sin embargo, los trabajos previos a la construcción del nuevo centro (exactamente la demolición de un edificio antiguo), siguieron, generando un daño irreparable en el edificio que se hace visible en las grietas del muro.

Varios estudios geológicos han determinado que cualquier perforación subterránea en esta zona podría dañar gravemente la estructura del edificio constructivista. A pesar de ello, para asentar los cimientos de la estructura del centro mutifuncional se realizaron nuevas prospecciones.

Como consecuencia del recurso interpuesto ante el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa, este organismo emitió el pasado 23 agosto de 2012 un comunicado de respuesta instando a la empresa promotora del centro multifuncional a parar de inmediato las prospecciones subterráneas en las cercanías del edificio y a que se realice un exhaustivo seguimiento del estado del monumento.

Queda por ver si finalmente la casa Mélnikov se salvará y se convertirá en museo como pide una parte de los descendientes del famoso arquitecto. Sería lamentable que el edificio se sumase a la larga lista de arte constructivista que ya ha desaparecido en la capital moscovita como consecuencia de la ambición especulativa de algunos magnates.


Un mito de la arquitectura moderna

Konstantín Mélnikov (1890-1974) fue uno de los arquitectos de mayor impacto en el movimiento constructivista ruso. También encarnó mejor que ningún arquitecto de su generación los ideales estéticos soviéticos de la primera época del régimen. La obra más conocida de Mélnikov es el pabellón de la Exposición Internacional de París de 1925. También construyó diversos locales, viviendas y clubes para trabajadores. Uno de las joyas arquitectónicas que diseñó se encuentra situada en la calle Krivoarbatskii Pereulok en una de las zonas más comerciales de Moscú: la calle Arbat.

http://rusiahoy.com/articles/2012/09/14 ... 19907.html