En mi intento por comprender la geometría urbana de la ciudad de Moscú se me plantea la siguiente duda: ¿Dónde comienzan y donde acaban los límites de las plazas Teatralnaya y Revolyutsii?
Si alguien me pusiera delante unas cuantas fotografías aéreas de la Puerta del Sol de Madrid, de la plaza Catalunya de Barcelona y de la plaza España de Palma sabría decir exactamente donde comienzan y donde acaban todos esos espacios. Sin embargo, las plazas moscovitas adyacentes a la Krasnaya ploshchad (incluida la Manezhnaya) parece más bien que estén superpuestas. En teoría, la ploshchad Revolyutsii tiene forma de arco y se extiende desde las Puertas Voskresenskiye hasta el estremo sur del hotel Metropol, ocupando el espacio entre el hotel Moscú, el antiguo Museo Lenin y la estación de metro del mismo nombre que la plaza. Por otro lado, la plaza Teatralnaya es la que hay frente al Teatro Bolshoi y, siguiendo ese curioso criterio urbanístico de las plazas moscovitas, llega hasta la ulitsa Kuznetskiy Most y el extremo sur de la calle Petrovka. Digo 'curioso' porque gran parte de ese espacio está urbanizado y no es propiamente un lugar público, tal como conocemos aquí el concepto de 'plaza'.
Según la entrada rusa de la Wikipedia para la plaza Teatralnaya, ésta incluye la fuente redonda (literalmente "boca de riego") que hay más abajo de la estatua de Karl Marx obra de Lev Kerbel (ambas en la fotografía, dentro del cuadrado). Sin embargo, según la Wikipedia rusa para la ploshchad Revolyutsii, ésta llega hasta la Teatralnyy-pr-d, incluyendo dicha estatua. Es decir, ambas definiciones incluyen el cuadrado en la imagen de Google Maps.
Vaya lío
¿Dónde comienza una y dónde acaba la otra? Es el rompecabezas de la ciudad de Moscú 
Un saludo.
O es casualidad o algún miembro de este club nos ha regalado este espacio virtual sovietófilo. Aún me estoy recuperando de la hiperventilación que me ha producido 
La duda te viene de antaño Camarada MayakovskI, hablamos hace unos años de estas dos plazas en el tema 
Aunque el hilo es de 2007, no hay excusa. 
Comencemos a temblar...
