BIELORRUSIA

[osanemeterio]

Sé que el foro está centrado en Rusia, y también me interesa mucho conocer cómo son las cosas por allí, pero es que mi mujer es bielorrusa, y me gustaría conocer a gente de ese país.
Cuando hablo de conocer me refiero a cómo ven su situación política y su futuro.
Yo estuve allí en marzo y me pareció muy deprimente.

¿es verdad que van a unificar la moneda? ¿habrá anexión? La gente que vive en la zona seguro que tiene las ideas más claras que yo.

[casarusia]

Hola y bienvenido al foro

Aunque habitualmente hablamos de Rusia (antes, durante y después de la Unión Soviética) en el blog, el foro está pensado precisamente para poder hablar de todos los temas relacionados con el espacio post-soviético, como Bielorrusia.

En mi caso, conozco Bielorrusia lo justo, aunque tengo amistad con gente que de manera más o menos directa conoce aquello (matrimonio, trabajo, adopciones, acogidas...)

Hace un tiempo escuché algo sobre una posible reunificación del algunas ex-repúblicas, vagas noticias que apuntaban a una posible integración de los espacios ruso y bielorruso, pero no he vuelto ha oir nada al respecto y por el momento dudo de que esta integración vaya más allá de una libre circulación de ciudadanos, con permisos de residencia y trabajo en Rusia para ciudadanos bielorrusos, lo cual no es poco tan como pinta el panorama actualmente, y esto era algo que no gustaba demasiado en Rusia (a la gente normal).

En cuanto a lo deprimente que puede resultar conocer la realidad de algunos espacios post-soviéticos, así es la cruda verdad... sobre todo cuanto más te alejas de las grandes ciudades, llámense Minsk, llámense Moscú. De todas formas, no hay que sacar extrapolar las cosas y llamar pobreza a algo que se aleja mucho de serlo en su verdadero contexto.

Si alguien conoce de manera más directa el tema de Bielorrusia, estaría encantado de que participara en la conversación. Aprender sobre este país me resulta muy interesante, sobre todo ahora que a Bielorrusia le puede surgir la duda de si acercarse a Europa o a Rusia, máxime desde que la "revolución naranja" acercó a Ucrania hacia posturas más europeistas.

Un saludo

[osanemeterio]

No esperaba respuesta a mi llamada al infinito, por lo que agradezco la respuesta.

Parece que lo de la integración se acerca con unificación de moneda para 2006.
De todas formas en Rusia no las tienen todas consigo ya que aunque Lukashenko está más cercano a ellos que a Europa (a Europa ni agua), también es cierto que cosas como la democracia o los derechos humanos le suenan a chino, y en Moscú no quieren añadirse otro problema más en sus fronteras.

Pero la solución no es fácil ya que NI CONTIGO NI SIN TI, Bielorrusia es una patata caliente para todos.

[casarusia]

Parece que lo de la patata caliente es una comparación muy acertada.
Quizás de las "tres grandes" ex-repúblicas, Bielorrusia es la que peor parada salió. Eso lo sabes tú de primera mano. Más allá de una unificación monetaria se plantea como un riesgo, más que como un reto.

En fin, veremos lo que nos depara el futuro. Que sea bueno

[latino_caribeño]

Saludos amigos, respetando profundamente sus opiniones y testimonios, yo creo que hay algunos datos a tomar en cuenta sobre Bielorrusia que la ponen no en desventaja sino en gran ventaja en relación con otras ex repúblicas soviéticas como Ucrania o Georgia.

Por esa razón, la pretendida revolución de colores, no prosperó y Lukashenko ha sido reelecto con un record histórico. Además, me simpatiza mucho de este presidente el uso de cierta simbología alegórica a la época soviética y una poítica exterior basada en la defensa de los intereses comunes de los euroasiaticos, frente a las pretensiones expansionistas y hegemónicas de los atlantistas.

Los datos son:

1.- El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 1996 a 2004 llegó al 77,4 por ciento, equivalente como promedio a 6,6 por ciento, según datos del Banco Mundial.

2.- En 2005 el PIB aumentó en 9,2 por ciento, calificado como uno de los indicadores más altos a escala mundial, en un informe de la ONU sobre la situación de la economía internacional y perspectivas para 2006.

3.- La población bielorrusa que vive en la pobreza, según el Banco Europeo, representa menos del dos por ciento de la población total del país, mientras en Letonia llega al 11, 5 por ciento, en Lituania es de 6,9 por ciento y en Ucrania los pobres representan un 31,4 por ciento.

4.- Ese factor habría sido decisivo para la abrumante victoria del presidente en las
Lukashenko que Washington y la Unión Europea califican como un "fraude monumental".

Saludos

[santi]

Parece que se avecina una nueva "tormenta del gas" sobre Bielorrusia Desde 2007 el gas ruso se suministrará al país vecino a precios europeos, declaró ayer el presidente del consorcio gasístico, Alexei Miller. Los analistas llegaron a la conclusión compartida de que con esta advertencia Miller pretende conseguir que la parte bielorrusa haga concesiones en el punto relativo a Beltransgas que administra el sistema de transporte por tubería. Dice el director de East European Gas Análisis, Mijaíl Korchiomkin, explicando las matizaciones políticas de las recientes declaraciones del presidente de Gasprom que : "Lukashenko se desvela como un político cada vez más popular en Rusia. Y Putin ha decidido poner los puntos sobre las íes y mostrar la fuente que nutre la estabilidad de Bielorrusia”.
Otra vez Rusia tirando piedras sobre su propio tejado?

[Vladiвосток]

Ultima noticia sobre la hipotética unión de Bielorrusia a Rusia que publicó ayer RIA Novosti:

NADIE EN RUSIA PLANTEA QUE BIELORRUSIA LLEGUE A FORMAR PARTE DE LA FEDERACIÓN RUSA

Nadie en Rusia plantea que Bielorrusia llegue a formar parte de la Federación Rusa, manifestó en Minsk el presidente de la Cámara de Cuentas de Rusia, Serguey Stepashin.
Para Rusia, Bielorrusia es un partenaire estratégico, dijo.
Según Stepashin, en relaciones entre ambos Estados está presente el problema de gas, pero existen perspectivas de llegar al acuerdo mutuo.
La parte rusa ve muchos proyectos económicos interesantes que se podría desarrollar en cooperación con Bielorrusia, manifestó.

[PETERHOFF]

Hola amigos,

Visite ese país en junio del 2005, ya que me comentaron que el país funciona más o menos como en la época sovietica y como en su momento no pude viajar a ningún país para ver como vivia la gente aproveché para ver Bielorrusia durante una semana.
La verdad es que se asemeja bastante, en Minsk, para ser una ciudad creo que de un millón de habitantes, el tráfico es muy limitado, el parque automovilistico es de la época sovietica en un 50%. Sobre todo los camiones.
La vida está totalmente reglamentada y no puedes cambiar de ciudad sin permiso y necesitan autorización para muchas cosas. En Minsk odian a Lukashenko, pero en el campo lo apoyan. No hay pobreza, si que se ven carros tirados por caballos y una falta de estructuras en el campo impresionantes. Pero todo el mundo tiene para comer. Conocereís mucha gente que echa de menos la época sovietica.
Lo dicho, si alguien busca conocer un poco como debió ser la vida en la antigua Unión Sovietica, creo que no debe haber nada más parecido.

[Bender]

Actualmente, la unión monetaria está prevista para fines del 2007 o principios del 2008; parece que, si desde el Kremlin no se oponen, al menos económicamente tendrán la misma moneda, lo que de hecho no significa una unión (en el caso de la UE, muchos países comparten la misma moneda, el Euro). En el tema político, las cosas son más complicadas, pues Lukashenko incomoda a algunos sectores rusos.

Lukashenko continúa reclamándose heredero de la Antigua URSS,y como se ha dicho, en el campo la gente lo apoya, de hecho es tal su apoyo en las zonas rurales que ha lanzado un programa estatal de repoblación de las zonas rurales mediante la construcción de Agrogorodoks(pueblos agrícolas poblados por familias jóvenes provenientes de las ciudades a las que se les da abundantes ayudas estatales).

Al menos en ciudades de provincias como Gomel o Mogilev, la juventud es muy fiel al gobierno, encuadrados como están (si se apuntan, reciben privilegios para la universidad o descuentos en diversas compras) en la BRSM (Juventud Republicana Bielorrusa), especie de Komsomol del s.XXI., por lo que, aparte de ciertos sectores de la capital, es muy difícil encontrar oposición entre la juventud del resto del país.

Habiendo aún escasez de bienes materiales, muchos bielorrusos agradecen al Batka (así llaman algunos a Lukashenko), que les haya librado de la corrupción que según ellos reina por ejemplo en Rusia, y de las mareas naranjas de Ucrania y Georgia. De hecho, en sectores nacionalistas y comunistas rusos Lukashenko es un modelo a seguir.

[PETERHOFF]

Hola Bender,
veo que conoces la situación de ese país. Sabes algo de como está la situación ahora, después de la revuelta electoral de la oposición, que creo que acabó con el encarcelamiento del primer opositor.
Por lo que dices veo que no emigra la juventud y que deciden apostar por el sistema comunista. ¿es así?.
Saludos,

[Bender]

La situación sigue igual, estancada, pues en el exterior no salen casi noticias de lo que pasa allí, es como una especie de Corea del Norte a la europea; tu que has estado por allí como lo viste, las calles, la gente...??Tengo entendido que Minsk es una ciudad muy limpia.

Lo que sé me lo dijo un profesor de ruso que tuve hace 4 años, era de Minsk y era bastante ambiguo al hablar de su país, ni criticaba ni glorificaba el gobierno de Lukashenko, pero sí comentó que en general, la gente no estaba descontenta del todo con su gobierno, pero que se puede criticar la administración con discreción, aunque no públicamente ni desde ningún medio.

Creo que todo seguirá igual por allí, no es probable una revolución naranja como Ucrania, Georgia...Más bien seguirá siendo una especie de Cuba, en la cual habrá alguna oposición pero sin conseguir cambiar el gobierno.

[PETERHOFF]

Yo la ciudad la vi muy bien. Es preciosa, muchos parques, poco trafico para lo que conocemos. Eso si no esperes ver centros comerciales o diversiones por que no hay. La ciudad quedó arrasada tras la guerra y su construcción es totalmente sovietica.

En su tiempo creo que Minsk, fué la ciudad más desarrollada de la Unión Sovietica y que los que se pasaban del lado capitalista, los llevaban a vivir allí, para que vieran el grado de desarrollo de la URSS.

Como dije si alguién quiere conocer como se vivia en la antigua URSS que vaya.

En cuanto al tema político, pues el guia que contratamos era del partido, por que a veces nos daba unas palizas con el desarrollo alcanzado en su pais que no veas. No tuvimos mucho contacto, pero si que se ve una gente bastante pacífica y curiosa.

[Vladiвосток]

Artículo de opinión de Dimitri Andreev en Diario Siglo XXI:

La política que Rusia está practicando hacia las ex repúblicas soviéticas es uno de pocos vestigios de la época de Yeltstin. Al igual que en la década del 90, reconociendo con entusiasmo exaltado la soberanía de las mismas, procuramos ganarse sus simpatías. Pero el resultado es cero. A título de garantes de su soberanía, los nuevos países prefieren ver a quienquiera que sea, pero no a Rusia, y desprecian francamente la amistad que intentamos imponerles considerando que, a pesar de todo, Rusia está mucho más interesada en esa amistad que ellos. Pues, nosotros, por sí acaso, seguimos contentándonos con el papel de “garantes menores” de su soberanía. Y a despecho de las realidades evidentes e incontrovertibles de la organización postsoviética del mundo rechazamos territorios y pueblos que oficialmente, a nivel de veredictos legítimos tomados por sus instituciones estatales, solicitan ingreso en la Federación de Rusia.

Y, además, resulta extraño estructurar las relaciones con los nuevos países en base al pragmático régimen de mercado que se rige por los precios mundiales y, al mismo tiempo, cifrar esperanzas en conservar nuestra influencia en ese espacio. En este contexto, la afinidad de la historia, la cultura y la lengua conducirá al rechazo recíproco, como lo sucedió, por ejemplo, en el caso de Alemania y Austria. Hay que poner la cuestión sobre el tapete: mantener el nivel especial de precios de los agentes energéticos exigiendo a cambio el reconocimiento del papel singular de Rusia en los territorios limítrofes, o guiarse por las leyes del mercado, lo que presupone el mayor margen de maniobras de cada parte.

A su manera, ambas posturas son razonables. Pero de hecho Rusia quiere cobrar por completo su renta natural insistiendo en sus pretensiones a desempeñar cierto papel especial en el espacio postsoviético. ¡Y al mismo tiempo, obligada a reconocer la libertad de sus partenaires, la propia Rusia se priva de tal libertad! Dicho en otros términos, con persistencia envidiable marcamos goles en la propia portería.

Sobre este telón de fondo, parece completamente incomprensible nuestra política con respecto a Bielorrusia. Es más, acusa los rasgos de desdeñosa minimización de muchos Estados postsoviéticos partiendo éstos del supuesto hecho de que Rusia no podrá valerse de ellos. Se da la impresión de que sufriendo semejante desprecio de parte de unos países de la CEI, en respuesta, a título de venganza, estropeamos las relaciones con Bielorrusia.

Cínicamente dicho: Lukashenko, el presidente bielorruso, no podrá prescindir de Moscú, pese a todas sus recientes manifestaciones severas con respecto al Kremlin o la afectada afinidad con Hugo Chávez. El futuro político de Lukashenko depende por completo de Moscú. Pero, de hecho, esa dependencia es recíproca. Pues, en caso de la salida o caída de Lukashenko (lo que, como es evidente, solamente podrá suceder con el visto bueno de Moscú), el nuevo régimen bielorruso será inevitablemente –según el principio del péndulo- antirruso: volverán Pozdniak, censura de correspondencia, hegemonía de la OSCE, esa defensora de derechos humanos; y otros “benefactores” de toda laya y calaña. Y si es difícil vaticinar, por lo menos ahora, el desenlace del referéndum ucraniano sobre el ingreso en la OTAN, después de Lukashenko, en Bielorrusia, será evidente el resultado de la análoga medida (si en general ésta sea necesaria en el contexto de la superación histérica de las secuelas del “régimen autoritario”). Y las bases de la OTAN en la frontera de la provincia de Smolensk llegarán a ser realidad imposible de evitar. Así que no se sabe aún si Bielorrusia no podrá valerse de Rusia o al revés.

Naturalmente, sería mejor admitir a Bielorrusia en la Federación de Rusia y resolver de un golpe el problema. Incluso con el desenlace más favorable la Unión Rusia-Bielorrusia es un fenómeno utópico investido de poderes incomprensibles y con estatus indefinido. Sin embargo, el presidente de Bielorrusia (es decir, tanto Alexander Lukashenko en persona, como Lukashenko y sus adeptos, o sea, varios centenares de figuras claves de su régimen) comprende perfectamente que en caso de la incorporación a Rusia no tendrá futuro político alguno. Por esta razón, Lukashenko rechaza tajantemente esa idea e insiste en crear la Unión Rusia-Bielorrusia en base a la igualdad de derechos para ponerse a salvo del “peligro de terciopelo” y al mismo tiempo conservar siquiera un islote de su sujeto. Pero, a juzgar por todo, nuestro país no está dispuesto a crear tal Unión y, además, es poco probable que la necesitemos en la forma que se está debatiendo por más de diez años.

Puede haber dos variantes: o una Rusia indivisible y unitaria en realidad, o un Estado distinto, también único e indivisible, formado en base a Rusia incluyendo nuevos territorios en su composición. Tal es la situación ideal, pero la severa vida cotidiana exige normalizar las relaciones con Bielorrusia. A este respecto, podrán surtir cierto efecto los pasos siguientes:

Primero: para minimizar las manifestaciones inadecuadas del líder bielorruso, Rusia no ha de dar motivo para ellas. En este sentido, podrán ser suficientes incluso los métodos retóricos que a nada obligan. Por ejemplo, presentar a Bielorrusia como principal partenaire estratégico en el espacio postsoviético. Entonces Lukashenko no tendrá motivos políticos ni morales para practicar las “zancadillas” chocantes para nosotros a titulo de confraternización con Hugo Chávez o las negociaciones en materia del gas realizadas por separado con Ucrania.

Segundo: es necesario comprender de una vez por todas que el “Frente bielorruso” es meramente geopolítico y dejar de mostrar nuestra avidez respecto a la privatización de sectores más prósperos de la industria bielorrusa. Y menos aún no apresurarse.

Tercero: hace falta trabajar mejor con Lukashenko y sus correligionarios, sobre todo cuando se trata de un círculo limitado de personas. En los tiempos pretéritos, cobrando tierras y principados para su ensanche, el Reino de Moscú recibía bajo juramento a corporaciones enteras de pueblos a su servicio incorporando así definitivamente hasta ciudades tan belicosas como Tver, Nóvgorod y Riazán a los dominios del príncipe Iván Kalitá, unificador de tierras rusas.

Y cuarto: la idea de la Unión Rusia-Bielorrusia, pese a su carácter absurdo, tendrá que seguir siendo la estrella polar en nuestras relaciones con Bielorrusia. La retórica no obliga a nada, pero tarde o temprano la era de Lukashenko tocará a su fin. Pues entonces la retórica habrá de ser complementada con instrumentos distintos. Lo que es principal, no apresurarse.

Rusia necesita a Lukashenko mucho más de lo que él necesita a Rusia. Por esto es necesario trabajar con Lukashenko de una manera muy delicada. E incluso no sentir vergüenza y hacer concesiones. Pues, la concesión no siempre es el sino del débil, sino en muchos casos el lujo que puede permitirse solamente el fuerte.

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Dmitri Andréev, subdirector de la revista “Politícheskyi klass”,
miembro del Consejo de Expertos, para RIA Novosti.

[Vladiвосток]

Pese a que en un post anterior, noticia de la Agencia Ria Novosti del pasado mes de septiembre, se decía que nadie en Rusia se plantea que Bielorrusia llegue a formar prtede de la Federación Rusa, y que se la contempla como un socio estratégico, hoy en la misma fuente se aprecia una visión algo más positiva de cara a una futura Unión Rusia-Bielorrusia.
Pese a que aún no se ha resuelto el tema de la moneda única se menciona, en el artículo del que dejo el enlace al final, el desarrollo del proceso de aproximación y del activo diálogo en los ámbitos social y humanitario, en lo referente a la protección de la frontera, la creación de un grupo regional de tropas y la actividad en materia de ordenamiento jurídico entre ambos Estados.
El Presidente de la Duma de Estado, Borís Gryzlov, recalca que "Rusia no mantiene tales relaciones con ningún otro Estado".

http://sp.rian.ru/onlinenews/20061213/56869220.html

[Vladiвосток]

Tras más de seis meses sin tocar el asunto, hace unos días "Prensa Latina" publicó la siguiente noticia:

Reafirma Rusia voluntad de integración con Bielorrusia

Moscú, 03 JULIO 2007

El presidente Vladímir Putin reafirmó hoy la firme voluntad de Rusia hacia una integración con Bielorrusia en condiciones mutuamente ventajosas.

Putin subrayó en un mensaje con motivo de la celebración de la fiesta nacional por la Independencia de la ocupación fascista del país vecino que Moscú y Minsk tienen todavía por delante muchas tareas comunes que requieren de esfuerzos mancomunados.

Reiteró la disposición del gobierno ruso a hacer todo lo posible para impulsar una cooperación integradora y ventajosa que contribuya al progreso económico y social de ambas naciones, según el mensaje enviado al presidente Alexander Lukashenko.

La nota indica que las duras pruebas por la que ha transitado la amistad y el respeto mutuo "sirven hoy de fundamento confiable para un ulterior desarrollo de las relaciones de buena vecindad".

Rusia y Bielorrusia celebraron en abril de 2006 una década de la firma del acuerdo para la constitución de un Estado unificado. Sin embargo, las partes no han logrado acercar posiciones en cuestiones vitales para la integración, sobre todo económica.

La falta de consenso en otros temas mantiene detenida también la suscripción del acta de constitución de la unión interestatal.

Pese a las complejidades en los vínculos económicos con la Federación rusa, Bielorrusia será fiel a las relaciones de aliados y cumplirá con los convenios adoptados, aseguró este martes el presidente Alexander Lukashenko, según la agencia Belta.

El líder bielorruso expresó durante su discurso en el desfile por el aniversario 63 de la liberación de los ocupantes fascistas que su país está dispuesto a contribuir "con honor y en buena medida con una dosis de responsabilidad" en la defensa del Estado Unificado.

Lukashenko dijo que no puede permitirse el desarme unilateral y la debilidad de la seguridad y capacidad defensiva de Bielorrusia y Rusia.

El consejo bilateral encabezado por los primeros ministros Mijail Fradkov y Serguei Sidorski, respectivamente, efectuó un balance a finales de junio sobre la marcha de la integración económica y las prioridades a mediano plazo en esa dirección.