Últimamente estos alemanes me están sorprendiendo. Primero mandan a Siberia a un adolescente antisocial, y ahora la clase política de este país, sin que sirva de precedente, ha enseñado los dientes a la llamada "globalización" sin cortarse ni un pelo.
La noticia aparecía ayer en el teletexto de Televisión Española. La empresa Nokia planea cerrar su factoría en Renania para trasladarla a Rumanía donde la mano de obra es mucho más barata, lo que para los alemanes supone la desaparición de 2300 puestos de trabajo. Los principales líderes políticos han pedido a la ciudadanía que compre móviles de cualquier marca menos de ésta, y han exigido a la empresa de Japón que devuelva los 93 millones de euros de subvención que recibió del estado en su día. Nokia se opone alegando que cumplió con sus compromisos.
Por una parte me parece bien que Europa Occidental empiece a recoger lo que ha sembrado, si queríais "libre mercado" tomad dos tazas. Pero al mismo tiempo me ha hecho gracia que los políticos hayan sido capaces de oponerse a una medida que, a fin de cuentas, es propia del sistema que defienden. ¿No querían una europa del este "capitalista"?
Pues que no se quejen...
(93 millones de euros de propina, cuanto más rico es uno más dinero le regalan, encima eso...)
Saludos.
PD: si en vez de Rumanía Nokia escoje Rusia ya teníamos titulares alusivos para dos meses.
