París. Una masacre silenciada.

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Fra Dolcino
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París. Una masacre silenciada.

Mensaje por Fra Dolcino »

Ricard Vinyes
Historiador
Ilustración de Miguel Ordóñez

En otoño de 1961, la guerra que mantenía el Estado francés para mantener Argelia bajo dominio era una causa perdida en prácticamente todos los frentes: el nacional, el expedicionario, el diplomático y el cultural. Apenas medio año más tarde –los acuerdos de Evian estableciendo un alto el fuego y un referéndum se firmaron en marzo del 62–, Argelia alcanzaba la independencia de Francia y el mundo reconocía su plena soberanía. Los últimos seis meses habían sido malos para una Administración arrogante, que aun viendo que todo acababa y que lo más sensato era finalizar el conflicto con el menor dolor y daño posibles, no se resignaba y expresaba su revancha haciendo la vida imposible a los cientos de miles de argelinos que vivían en las grandes metrópolis de Francia en unas condiciones humillantes.
Sucedió el 17 de octubre y muchos de aquellos miles comenzaron a caminar desde el centro de Nanterre. De eso hace ahora medio siglo, cuando Nanterre ni siquiera tenía su Universidad, la X sección de la Sorbona. Convocados por el Frente de Liberación Nacional (FLN), pretendían alcanzar el centro de París en un recorrido de poco más de siete kilómetros para pedir públicamente dos cosas: el fin de la guerra, las torturas y las matanzas, y sobre todo que les dejaran vivir en paz en sus barrios, sin toques de queda, sin humillaciones constantes. Cuando llegaron ante la colina donde hoy se alza el barrio de la Défense, los caminantes se contaban por decenas de miles. Se trataba de cruzar el Sena por el puente de Neuilly y otros para acceder al llano donde se extendía París. Allí, la policía asaltó la comitiva. Dio la orden el prefecto de la región de Hautes de Seine, Maurice Papon, quien había sido dieciocho años antes responsable de la deportación de 1.645 judíos durante su etapa de secretario general de la prefectura de la Gironde, en Burdeos, con el Gobierno del mariscal Pétain, en 1943.
La carga policial ordenada por Papon generó la mayor masacre de la Francia contemporánea. Fueron detenidos cerca de 14.000 manifestantes, y cientos de ellos lanzados al río muertos o vivos. Los muertos rondaron la cifra de 300, tal vez la sobrepasaron (no hay datos oficiales porque el Estado no permite el acceso a los archivos correspondientes), tan solo pudieron ser oblicuamente consultados cuando se abrió el proceso a Papon en 1998 acusado de la deportación de judíos, pero no de la masacre del puente de Neuilly. Al fin y al cabo, De Gaulle hizo aprobar la amnistía de 1966 para evitar que las vulneraciones policiales del Estado de derecho pudiesen ser juzgadas.
Este otoño, medio siglo después de la masacre, en las salas de París pueden verse dos documentales sobre los hechos. En primer lugar ha regresado el filme censurado de Jacques Panijel sobre los hechos, Octobre à Paris, que el autor realizó mezclado entre los manifestantes de aquel 17 de octubre, por lo que resulta ser un testimonio excepcional. La novedad está en el documental de Yasmina Adi, realizado en 2011 y que tiene por título Ici on noie les Algériens (Aquí se ahoga argelinos), tomado de una inscripción sobre el puente de
Neuilly que aparece en el filme de Panijel. En realidad, Yasmina Adi prosigue, en términos
memoriales, el filme de su antecesor.
Octobre à Paris, no es sólo un filme militante sobre lo sucedido, es un filme extraordinario que alecciona sobre el París de la época, el de antes de las revueltas de Mayo. Un París cercado de bidonvilles, de viviendas de autoconstrucción; repleto de unos inmigrantes que habitan en condiciones degradantes; esa es la realidad parisina, junto a las torturas que se practican en las comisarías de policía de un Estado que era referente democrático en el mundo. Panijel nos muestra a esos mismos inmigrantes en la calle y en las manifestaciones, la del 17 de octubre y otras. En ese documental, hecho a pie de calle entre la población inmigrante magrebí, no se observan ni barbudos ni mujeres cubiertas con velo alguno, aunque la presencia femenina es sumamente copiosa, signo de una época en la que la religión era menos central que hoy, cuando la emancipación transcurría por vías políticas o sindicales.
Por su parte, el filme de Yasmina Adi abunda sobre esta situación, interroga a aquellos que participaron en los hechos o en el filme de Panijel, especialmente a las mujeres, hermanas, esposas, hijas o militantes, que expresan cómo vivieron en aquellos años el inicio de la destrucción del patriarcado en sus comunidades y cómo en estos últimos años sus conquistas fueron destruidas. Lo que pone en evidencia, en uno y otro filme, que el paradigma patriarcal no es ni una fatalidad ni un dato inalterable, sino algo vinculado a los procesos históricos.
Cincuenta años más tarde, la República sigue sin reconocer su responsabilidad en aquel crimen de Estado, mantiene la amnistía sobre las responsabilidades e impide la investigación académica sobre los hechos. Sin embargo, el pasado 17 de octubre, en Nanterre un grupo de hombres y mujeres arropados por el alcalde de la ciudad se juntaron en el mismo lugar donde arrancó la comitiva medio siglo antes, bautizaron una nueva calle con su nombre, el Boulevard du 17–d’octobre– 1961, un paseo que desciende hacia el boulevard Nelson Mandela. Tómense una cerveza en el último boulevard de Nanterre, a la salud de Papon y la República.

http://blogs.publico.es/dominiopublico/ ... -nanterre/



Hace cincuenta años, el 17 de octubre de 1961, en pleno París, mientras la guerra proseguía en Argelia, centenares de trabajadores argelinos fueron literalmente masacrados por policías a las órdenes del prefecto de policía Maurice Papon, a quien el gobierno había dado carta blanca para actuar contra la manifestación argelina prevista ese día.

Doce días antes, el prefecto de policía había prohibido a los argelinos circular por las calles de París y de la región parisina entre las 20 h 30 y las 5 h 30 de la mañana y exigido que los puestos de bebidas que tenían y frecuentaban cerrasen a las 19 horas. Les había ordenado también no circular en grupo, incluso pequeño, sino únicamente de uno en uno. Para responder a este toque de queda el FLN convocó una gran manifestación pacífica, el 17 de octubre en París.

La barbarie policial

El citado día, decenas de miles de trabajadores argelinos acudían hacia la capital. A las puertas de París, a la llegada de los autobuses de la periferia, a la salida de lasbocas de metro, los policías estaban preparados para recibirles. Los argelinos fueron salvajemente golpeados, a culatazos de fusil y porrazos en la cabeza, en los dientes, en los ojos, en el vientre. Allí donde los manifestantes se concentraban para desfilar, sin un arma, ni siquiera un palo, los policías esperaban para golpearles salvajemente, hostigarles, incluso abrir fuego sobre los grupos que se formaban.

En una noche, más de diez mil argelinos fueron detenidos, luego amontonados en furgonetas de policía y, si no eran suficientes, en los autobuses requisados de la Red de autobuses de París,como diecinueve años antes para la redada (antijudía NDT) del Velódromo de invierno de siniestra memoria. En el Palacio de Deportes, en el Parque de Exposiciones, en el Estadio Coubertin, en Vincennes, los trabajadores argelinos fueron internados durante varios días en condiciones sanitarias espantosas y siendo siempre el blanco de la violencia policial.

Algunos fueronejecutados, estrangulados, ahorcados en los bosque parisinos, otros no sobrevivierona las heridas y, los días siguientes, se fueron encontrando decenas de cadáveres en el Sena, algunos con manos y pies atados. Al día siguiente, el gobierno daba un balance oficial de… ¡dos muertos del lado de los manifestantes y dos heridos de bala entre los policías!

Si no se sabe con precisión cuántos trabajadores argelinos fueron salvajemente asesinados, fueron con toda certeza más de doscientos.

En el otoño de 1961, la guerra de independencia duraba ya siete años, desde que, el 1º de noviembre de 1954, los nacionalistas argelinos desencadenasen la lucha armada contra el colonialismo francés.

La guerra había provocado ya centenares de miles de víctimas del lado argelino. Del lado francés tres millones de militares iban apasar porArgelia, de los cuales 300.000se dejarían allí la piel. Pero, en octubre de 1961, los dos campos ya sabían que la independencia de Argelia sólo era una cuestión de meses.Las negociaciones oficiales estaban abiertas entre el gobierno francés y el gobierno provisional de la República argelina (GPRA)

Matanza silenciada

La guerra colonial y sus atrocidades continuaban sin embargo. El gobierno francés quería estar en una posición de fuerza, para salvaguardar los intereses de sus capitalistas en la futura Argelia independiente. El FLN por su lado, debía demostrar su capacidad de movilizar a los argelinos, incluso en Francia, y éste era uno de sus objetivos de la manifestación del 17 de octubre. La guerra hizo irrupción en Francia, con la brutal represión de la policía de Papon.

150.000 trabajadores argelinos vivían entonces en París y su entorno, mayoritariamente hombre cuya familia estaba en Argelia. Vivían en Chabolas, como en Mantera, o en Pensiones deplorables, varios en una habitación, a menudo muy aislados de la población y de los trabajadores franceses.

La tarde del 17 de octubre y los días siguientes, porque las acciones de la policía iban a continuar, hubo algunos raros gestos de solidaridad de transeúntes o de personal sanitario con los argelinos que fueron apaleados. Pero la jornada evidenció qué lejos estaban las organizaciones sindicales y los partidos de izquierda de los trabajadores argelinos y qué poco preocupados de superar el abismo que la guerra ahondaba entre ellos y los trabajadores franceses.

Tras el 17 de octubre, el FLN llamó a la izquierda francesa a organizar, el 1º de noviembre, una manifestación para protestar contra la represión y exigir el fin de la guerra, PCF y CGT incluidos, ninguno respondió.Fue necesario esperar al 8 de febrero de 1962 para verles convocar una manifestación, en respuesta a un atentado de la OAS, donde la izquierda tuvo que hacer frente al desencadenamiento de la violencia policial, que provocó ocho muertos en el metro Charonne.

Cincuenta años después, los crímenes de la policía francesa del 17 de octubre están todavía ocultos por el silencio del Estado. Es necesario que no sean olvidados.

Un colectivo de asociaciones y de partidos políticos convoca una manifestación para recordar el 17 de octubre de 1961 y pedir « que las más altas autoridades de la República reconozcan las matanzas cometidas por la policía parisina el 17 de octubre de 1961 y los días siguientes, como un crimen de Estado”.

Lutte ouvrière apoya esta manifestación.



Traducción de F.P.


http://www.lutte-ouvriere.org

http://www.kaosenlared.net/noticia/hace ... asacrados-

Kozhedub
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Re: París. Una masacre silenciada.

Mensaje por Kozhedub »

Gracias por el recordatorio, Fra Dolcino. A esta masacre se aludió en TV hace ya bastantes años, hablando de cientos de vícitmas, pero sin dar detalles... simplemente porque a fecha de hoy aún no se conocen.

Me temo que volvamos a algo parecido conforme los ánimos se vayan caldeando en este entorno de colapso sistémico. Para las élites no somos ni ganado.

Saludos.
"Nadie tiene derecho a disfrutar de la vida a expensas del trabajo ajeno"
(G. Zhukov)

Fra Dolcino
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Re: París. Una masacre silenciada.

Mensaje por Fra Dolcino »

Gracias a ti amigo Kozhedub por tus palabras.

Hoy leyendo el último artículo de Vicenç Navarro en su blog, me he quedado estupefacto y eso que ya poco me sorprende de estas latitudes , al descubrir que en EEUU ¡¡¡¡están prohibidas las huelgas generales !!!! desde 1947 con la ley antisindical Taft-Hartley, permitiéndose sólo las de carácter sectorial. A esto se añade que beneficios sociales como el aseguramiento sanitario no puede ser obtenido del Estado sino de las empresas con lo que en caso de perder el trabajo se pierde también el seguro. Por todo esto no es de extrañar que sea el país con menor número de días laborables no realizados debido a huelgas.

Dar a conocer estos hechos, me parece fundamental, para que algunos "despistados", y conciencias colonizadas, empiecen a cambiar sus ideas preconcebidas de la tierra de la libertad y las oportunidades.


Un saludo.

http://www.vnavarro.org/?p=6553

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