En lo del crimen terrible coincidimos. En cuanto a los hijos, se les ejecutó como herederos (me explico, una vez asesinado el zar su primogénito pasaría a ser el siguiente zar, ¿no es así?). Pero para mí existe una diferencia notable entre la decisión premeditada y "gratuita" de mantener a grandes masas de la población en la miseria o desencadenar periódicas masacres si ésta se sublevava, y una decisión tomada por un soviet local en el contexto de una crisis bélica y en una situación en que la revolución luchaba a vida o muerte. Esto no disculpa nada, pero aún así es un matiz importante que marca distancias. Si Trosky hubiera caído en manos los blancos, no hubiera durado un mes ni de milagro, y prefiero no pensar en el modo de ejecución (aunque al final fue uno "de los suyos" quien se encargó de ello).Gateta2 escribió:Pero, el terrible asesinato de él, sus hijos y criados, que se hizo en Ekaterinburgo y en Alapáevsk (allí otros familiares del zar fueron arrojados vivos a una mina, incluyendo a la gran duquesa Elizaveta Fiódorovna, una abuelita ya, monja, que dedicó su vida en ayudar a la gente) - no deja de ser una masacre y un crimen terrible. Para mi no tiene perdón. Las hijas, el hijo y los criados del zar no han tenido ninguna culpa por la conducta de su padre y fueron asesinados por nada. Otros miembros de la familia Romanov (los más listos, activos y con suerte) huyeron al entranjero y no han tenido ninguna influencia política después. Nicolás, cuando estaba en Petrogrado todavía, tambien tenía posibildades de escapar y salvar a su familia (que se supone es el deber de cualquier padre), pero, como Nicolás nunca fue un hombre activo, práctico e inteligente, no lo hizo y se dejó hacer con ellos lo que pasó.
Por lo demás, la actitud de la Iglesia ortodoxa me resulta hipócrita; aquí, se canoniza a los curas víctimas de la represión republicana, pero no a los "curas rojos" que fueron torturados o ejecutados por los nacionales. Allí ya veo que tres cuartos de lo mismo. Si hubieran canonizado a Fiòdorovna, nada que objetar, o a los hijos del zar, que eran completamente inocentes, pero a Nicolás o a su mujer...
Saludos