Reflexiones sobre el derrumbe del socialismo soviético

Historia de la URSS, nacimiento, superpotencia, desaparición.

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flamenquito
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Reflexiones sobre el derrumbe del socialismo soviético

Mensaje por flamenquito »

Siguiendo con esta primera linea mía de aportar textos que muestren la ideosincracia de la nación rusa aquí les dejo otro, ya no como en los casos anteriores, este texto es mucho mas facilmente editable y sublible, además quería destacar (negrita y otros medios de resalte son puestos por mí, para cualquier duda comparese con el original, al fin y al cabo el texto es muy breve, pero muy bueno) ciertas frases, aunque vuelto a leer el texto, debo de reconocer que es para ponerlo en negrita y mayor tamaño todo él.

Para que Rusia (sociedad tradicional) no les resulte como dijo el tan admirado en los medios de formación (mal llamados por algunos de desinformacion y peor, aún, por la asfixiante mayoría, de información) Sir colonianista Churchill, "un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma". Las cosas son muchos más faciles, claro, cuando se tiene el sano objetivo de entenderlas.

Abajo del todo no se pierdan la clase magistral de geopolítica, política externa de los EEUU. Aprovechemos el post, la entrada.
Edgar Romero Romero

Reflexiones sobre el derrumbe del socialismo soviético y la conservación del proyecto socialista cubano
(Santa Clara / 4 de enero de 1996)

Desde la desaparición del llamado campo socialista, no se ha dejado de escribir sobre el mismo, intelectuales y políticos de izquierda y de derecha se han ocupado del fenómeno, por múltiples y variadas razones, aunque desde luego pensamos que la principal es que la historia moderna no puede ser contada sin hablar del fenómeno socialista, pues el mismo ha venido matizando la vida política, económica, cultural, deportiva, &c. incluso de aquellos países donde la ideología de Estado es el anticomunismo. Lógicamente en el caso de Cuba hay razones de sobra para ocuparse de un fenómeno como el derrumbe del sistema socialista mundial, ya que Cuba fue parte integrante del mismo, así como de la llamada Comunidad Socialista{1} y del C.A.M.E, por otra parte varias generaciones de intelectuales y técnicos cubanos se formaron en la URSS y otros países socialistas europeos, lo que para muchos sugería una «sovietización» de sus mentes y por tanto una razón más para que actuasen en consonancia con los cambios que comenzaban a implementarse en la URSS (Perestroika). Sin embargo para asombro de enemigos y amigos, ni la sociedad cubana estaba «sovietizada» en grado extremo, ni los que estudiaron en los países ex-socialistas se sumaron a la «Perestroika» masivamente, ni el socialismo cubano se derrumbó, obedeciendo a la llamada teoría del «dominó».

Evidentemente el proyecto socialista cubano atraviesa el momento más dificil de su historia, se quedó sin aliados políticos y militares, perdió los mercados seguros que tenía, los precios preferenciales con los países del CAME y es sometido a un bombardeo ideológico,{2} ligado a una política de presiones, chantajes y recrudecimiento del bloqueo económico no practicada con respecto a ningún otro país ex-socialista. Esta situación invita a que en la reflexión acerca del derrumbe del modelo de socialismo soviético, también comparemos algunos de los elementos que le dieron origen a dicho modelo de socialismo, con las condiciones que tienen los mismos en el caso cubano en la actualidad, ya que solo partiendo de las limitaciones o deficiencias del proyecto socialista cubano se puede afirmar y perfeccionar el mismo.

Para entrar de lleno en el análisis de los sucesos acaecidos entre finales de los años '80 y principios de los años '90 en la URSS, hay que dar algunos rodeos, pues cuando se habla de derrumbe del socialismo varios intelectuales de izquierda plantean que no se puede hablar de muerte del socialismo, pues no puede morir lo que no ha existido; así el filósofo frances Michael Lowy escribe: « Uno no puede morir antes de nacer. El comunismo no está muerto porque no ha nacido todavía. Lo mismo se aplica al socialismo. Lo que los medios de comunicación occidentales llaman los estados comunistas y la ideología oficial de Oriente: Socialismo realmente existente tampoco fueron tales.»{3}

Otros como el intelectual uruguayo Eduardo Galeano se suman a esta tésis para insuflar optimismo al afirmar «...el socialismo no murió, porque todavía no era: ...hoy es el primer dia de la larga vida que tiene por vivir»{4}.

Estas tesis tienen la intención de desentenderse de las experiencias que deformaron el ideal socialista, para tratar de preservar este ideal con vistas a la revitalización de los movimientos revolucionarios a nivel mundial. No obstante pensamos que no es correcto asumir una posición nihilista respecto al modelo de socialismo que existió en la URSS y los países Este-europeos, ni valorar estos a partir de una comparación a rajatabla con el modelo teórico de socialismo de los fundadores del marxismo, pues ello conduciría a un idealismo de consecuencias negativas para todos los necesitados en una alternativa al capitalismo.


Nos parece que hay que partir del análisis del socialismo que existió, de los orígenes del mismo para entender el proceso del derrumbe, pues aún coincidiendo conque la dureza y la falta de libertades democráticas eran reales, los niveles de vida de los soviéticos eran altos, los logros sociales, científicos, deportivos y culturales notables y aún está por demostrarse definitivamente el orígen de la crisis económica en un país, donde abundaban los recursos naturales (que en la actualidad no han desaparecido) y donde el ritmo de crecimiento al inicio de la Perestroika era de un 3,5% anual.{5}


Para intentar acercarnos al modelo de socialismo soviético, tenemos necesariamente que referimos a lo que hemos llamado el «modelo coyuntural» de Lenin.

Para nadie es secreto que en Rusia al igual que en Cuba, Viet Nam, China y otros países que iniciaron la construcción del socialismo no existian las premisas previstas por Marx. En el caso cubano, ello está claro desde el inicio a partir de las formulaciones teóricas que hiciera el Ché, quien apuntaba: «Debemos considerar .... que no estamos frente al período de la transición puro, tal como lo viera Marx en la Crítica al Programa de Gotha, sino ante una nueva fase no prevista por él,...»{6} ya que en estos países como enfatiza el Ché «...no se ha producido todavía una educación completa para el trabajo social y la riqueza dista de estar al alcance de las masas mediante el simple proceso de apropiación»{7}. ¿Acaso esta situación no la había enfrentado Lenin en Rusia?. La respuesta a esta interrogante luego de leer las últimas obras de Lenin, las obras que ya le permiten reflexionar sobre el proceso soviético, así lo indican.

En su polémica con N. Sujanov (originada de los planteamintos de la II Internacional), en el año 23 Lenin defiende la idea de aprovechar la situación revolucionaria en Rusia, para tomar el poder y «conquistar para sí condiciones no del todo habituales para el ulterior incremento de la civilización»{8} y enfatiza «Para implantar el socialismo -decís- hace falta cultura. Perfectamente. Pero, entonces ¿por qué no habiamos de crear primero en nuestro país premisas culturales como la expulsión de los terratenientes y de capitalistas rusos y, después, iniciar ya el movimiento hacia el socialismo?»{9}

Evidentemente Lenin entiende la situación Rusa como una situación peculiar que se aleja del modelo planteado por Marx para el triunfo del socialismo y eso lo tiene en cuenta al analizar el desarrollo futuro de la experiencia Rusa, es por ello que insiste en la «Inspección Obrera y Campesina» para impulsar los cambios de un aparato estatal que no responde a las urgencias de la jóven república soviética{10}, en el trabajo de formación cultural que había que desarrollar con las masas atrasadas del pueblo{11} y en tomar las experiencias de avanzada de los países capitalistas.{12}

De alguna manera y seguramente porque el Ché era un estudioso de la obra de Lenin y de la practica de la construcción socialista de los países ex-socialistas, el análisis del Ché para la situación cubana es similar al de Lenin. El comandante Guevara plantea comopivote esencial la formación de conciencia en la masa del pueblo. El Che entiende el Comunismo como un fenómeno de conciencia y no solamente un fenómeno de producción, enfatizando en que no se puede llegar al comunismo por la simple acumulación mecánica de cantidades de productos puestos a disposición del pueblo. Ahí se llegará a algo, naturalmente, de alguna forma especial de socialismo. Eso que está definido por Marx como el comunismo, a eso no se puede llegar si el hombre no es consciente, es decir, si no tiene una conciencia nueva frente a la sociedad.

El segundo pivote del modelo del Ché se puede sintetizar con sus propias palabras cuando expresa: «las formas de conducción de la economía, como aspecto tecnológico de la cuestión, deben tomarse de donde estén más desarrolladas y puedan ser adaptadas a la nueva sociedad»{13}. Como podemos apreciar a condiciones similares de insuficiencia para el socialismo, se plantearon alternativas y estrategias similares en la URSS y en Cuba. ¿Por qué entonces el país donde tanía más experiencia el socialismo, quebró el proyecto socialista y en su émulo más joven no?.

La primera causa importante está relacionada con el modo de legitimar el poder La Rusia Soviética era una sociedad tradicional. El status de sociedad tradicional no tiene que ver con el nivel de industrialización, ya que en el caso de la URSS, sus niveles de industrialización y de desarrollo científico-técnico llegaron a ser altos, pero su modo de legitimar el poder siempre fue tradicionalista. La dominación tradicionalista, cuya legitimidad descansa según Max Weber «en la santidad de ordenaciones y poderes de mando heredados de tiempos lejanos»{14}, se manifiesta en el caso soviético a partir de la conjución de la herencia de dominación zarista y la nueva forma de dominación proletaria. En un país en el que según las propias expresiones de Lenin no se habian alcanzado las cotas de civilización necesarias para el socialismo, los cambios en la mentalidad de la población hacia nuevas formas de legitimación del poder ocurrieron muy lentamente o no se dieron en absoluto. Luego de la muerte de Lenin, Stalin no estaba interesado en desacralizar el poder, pues era una buena forma de conservarlo, por lo cual reclutó a sus cuadros de dirección siguiendo una de las variantes del esquema de dominación tradicionalista, nos referimos al llamado «reclutamiento extrapatrimonial»{15} que se jecuta a través de relaciones personales de confianza, creando una suerte de protegidos, o por pacto de fidelidad con el señor legitimado como tal, creando una suerte de vasallos o en última instancia, por funcionarios que entran libremente en esta asociación de dominación por una comunidad de educación.

Estos procedimientos conducían precisamente a no respetar procedimientos, ni disposiciones de un sistema político específico, sino a la persona que encarna el sistema, lo cual origina los llamados cultos a la personalidad, dicha situación en la ex-URSS no fue privativa de Stalin pues si analizamos el proceder de Jruchov, Breznev, e incluso la forma de determinar sus sucesores (Andropov y Chernenko) nos podemos percatar que se siguió el esquema tradicionalista, que estaba arraigado en la conciencia de los ex-soviéticos. Cuando Gorbachov sube al poder, al inicio parecía que podría haber cambios, que el tipo de dominación buscaba racionalizarse.

En los inicios de la situación de crisis en el campo ex-socialista (inicios de los '80) se podian constatar con facilidad las deficiencias del sistema, pero es dificil decir que estaba en bancarrota total (con la excepción de Polonia, si nos atenemos al análisis de los países de la llamada comunidad socialista) y se comenzaron a realizar cambios dentro de los marcos del sistema socialista, tratando de conservar a la URSS como un solo país. El lema de Gorbachov «más democracia, más socialismo» era creible y era vendible. Mijail Gorbachov se convirtió en un líder seguido por el pueblo, la posibilidad de modificar la forma obsoleta de dominación y dirección en el sistema soviético, asomaba en dos direcciones: 1. En el impulso que la Perestroika y la Glasnost daban a una forma de dominación racional «mas democrática», 2. En el hecho de que Gorbachov se establecía como una persona carismática que podría legitimar el poder a partir del carisma, algo que ocurrió parcialmente en la URSS en el período leninista.

Sin embargo el programa de Gorbachov no pasó de ser populista y efectista, pero lo que fue aún peor, no cambió en lo más mínimo las fórmulas stalinianas para mantenerse en el poder. «Durante la perestroika Gorbachov se deshacía de la gente que se le oponía y hacia resistencia. Ya en el '90 no quedaba nadie de los que estaban en un su equipo en el '87»{16}. Su figura y su discurso se fueron sacralizando, pero al mismo tiempo rompiendo con los mitos del «socialismo real» de forma tal que lo que en un momento era la izquierda fue llamada derecha, lo revolucionario, conservador y viceversa.


Gorbachov se convirtió en el niño mimado de los medios de prensa de occidente (durante algún tiempo) y a través de él, aprovechandose de su vanidad se fue desmontando el sistema ideológico de la sociedad soviética. Para una sociedad tradicionalista esto era mortal ya que su diferencia con la sociedad occidental moderna está vinculada, con la capacidad del hombre de la sociedad tradicional de atribuir un significado sagrado a las cosas censurables desde el punto de vista moderno. En la sociedad racional o moderna la comprobación y destrucción de las autoridades no sólo es norma, sino un importante principio existencial. En el caso de las sociedades tradicionales y específicamente de la URSS esto conduce al caos, a la desorientación masiva desde el punto de vista ideológico, lo que explica en alguna medida que los trabajadores soviéticos y de otros países ex-socialistas no actuasen para defender el socialismo.

El socialismo que junto a las figuras de Lenin, Stalin, la victoria en la guerra contra el Fascismo, los años duros de la restauración económica del país, &c., hasta entonces fueron considerados sagrados, ahora comenzaba a ser impugnado y criticado desde la propia dirección del partido, el desmontaje de los mitos se producía desde dentro. La Glasnost destapó la caja de Pandora, la Historia ya no era verdadera, el orgullo y las glorias pasadas del pueblo soviético fueron minimizadas, pero todo ello se asumía como órden santa emanada desde el P.C.U.S por unos y como un elemento aportador de una confusión alarmante para otros. Para los primeros el mejor refugio era el seguir cumplimentando los nuevos rituales establecidos, no pensar, pues los de arriba ya habrían analizado muy bien las cosas y solo había que cumplir las ordenes. Esta actitud era un resultado evidente de la dominación tradicional. Para los segundos, o bien se concebía la adaptación a la situación social nueva a través de la simulación ó a través del repliegue en si mismos, la apatía social y la conformidad. De tal forma los derechos de los ciudadanos que fueron asimilados en el proyecto soviético como inalienables, se consideran imposibles de eliminar, por lo que no hay por qué luchar para mantener algo, que debe ser y será de todas formas. Si momentaneamente se perdieron los derechos ya se restablecerán.

Es dificil encontrar explicaciones para responder a la pregunta de por qué no ha ocurrido un estallido social de consecuencias impredecible en la Rusia de hoy en donde la producción ha caido en un 60 por ciento, donde no hay garantias sobre la propiedad,donde la industria está virtualmente paralizada y el poder ya no está en manos del P.C.U.S y el ejercito Rojo.


Al parecer los rusos no se creen lo que ha pasado y piensan que la situación cambiará en poco tiempo
. Uno de los indicios de que esta modorra existió y de que de alguna forma no se está de acuerdo con lo acaecido, lo constituye el apoyo que a finales del año '95 recibieron los comunistas rusos en las elecciones legislativas, encabezando a todos los demás partidos incluido el de gobierno. Otro elemento importante que apoya los criterios emitidos anteriormente es la enorme cantidad de partidos que se presentan a las elecciones, lo cual habla a las claras de la atomización social que se produjo luego de las desmitificación de la sociedad socialista soviética y del alto grado de no coincidencia en relación a la política a seguir en adelante.

Lógicamente la explicación realizada exclusivamente sobre la base de la forma de legitimación del poder es insatisfactoria, pues hay una serie de condicionantes en la propia génesis del socialismo soviético que podrían llevar a pensar que era imposible la plasmación práctica de las ideas socialistas en esas latitudes. Sin embargo nosotros rechazamos de plano las ideas que de una manera u otra plantean la necesidad del advenimiento de las sociedades capitalistas modernas en todo el mundo, como condición para hablar de socialismo en un país en concreto.

Hay dos razones que nos parecen claras para ello. La primera tiene que ver con el capitalismo como fenómeno universal. El que digamos que el capitalismo es universal no presupone que todos los países lograrán el mismo nivel de desarrollo capitalista que hoy ostentan, los países desarrollados de Europa, Estados Unidos o Japón (por mencionar a los más conocidos). La Historia del desarrollo del capitalismo es a su vez la Historia del subdesarrollo de la mayoría de las naciones del planeta tierra, las cuales sirvieron de escalones a una élite de países capitalistas para alcanzar las altas cotas de desarrollo que ostentan hoy. Esa via de acceso al desarrollo ya caducó, en la actualidad no se accede al capitalismo por la puesta del primer mundo, sino por la puerta del tercero.

La segunda razón tiene que ver con la experiencia soviética. Rusia a principios de siglo no fue más que la expresión de un fenómeno actual, que nos muestra que el peso de la crisis capitalista recae no fundamentalmente en los países primer mundistas, sino en aquellos menos desarrollados. Estos últimos deben resolver el doble problema de la independencia política y de la independencia económica, la primera presupone un movimiento de liberación nacional, la segunda un movimiento socialista llamado desde una organización socioeconómica distinta a la capitalista a crear condiciones para la igualdad en el desarrollo de los hombres{17}.

Es por ello que encontramos útil realizar un comentario aunque sea breve del proyecto socialista cubano en relación con el derrumbe del modelo socialista en la URSS y Europa del este.

Como ya hemos expresado más adelante, Cuba también partió de un condicionamiento genético insuficiente para desarrollar el socialismo, la opción socialista en Cuba se da basada en la conjución de diversos factores: 1. Las ansias de justicia, independencia y emancipación social de las masas oprimidad de la nación cubana, las cuales no habian sido solucionadas bajo las condiciones del sistema colonial, ni bajo las condiciones del sistema capitalista. 2.La intolerancia norteamericana a todo lo que fuera una alternativa al modelo capitalista que ellos recetaban para el tercer mundo, y el carácter agresivo y belicista que se derivó de la misma. 3. La vocación socialista de los líderes cubanos y la convicción de que ésta era la formula que aseguraba el desarrollo de la nación. La ayuda y colaboración soviética, si bien consideramos que fue decisiva para llevar a vias de hechos esta opción sólo podemos considerar que influyó a través del ejemplo de la construcción socialista en la U.R.S.S. que era conocido por algunos revolucionarios cubanos.

Cuba optó por la Revolución Socialista como única vía para asegurar su independencia. El proyecto social cubano puede definirse como un programa para la realización de la independencia nacional, la justicia social y el desarrollo autóctono del pueblo cubano, a través de una organización social socialista. Dicho proyecto está fuertemente matizado por una actitud antimperialista. En las condiciones en que se realiza actualmente el intercambio y distribución de riquezas a nivel mundial el proyecto social cubano está justificado, ya que la fórmula capitalista-primermundista de desarrollo se agotó, especialmente para los países del tercer mundo.

Ahora bien, como nos hemos referido a la forma de legitimación del poder en el caso de Rusia y hemos visto como de la misma se derivaban consecuencias nefastas para el socialismo soviético, es justo que nos refiramos a esta cuestión en Cuba. A Cuba es dificil enmarcada como una sociedad tradicional, menos aún después del triunfo revolucionario a partir del cual se reestructura completamente el aparato estatal, a diferencia de lo acontecido en los estados este-europeos y la ex-URSS ya que en estos de una u otra forma los llamados por Lenin «especialistas burgueses» asumieron las funciones de dirección en gran magnitud. En el caso de Cuba el éxodo masivo de intelectuales y burócratas del régimen burgués impulsó no solo a la reestructuración conceptual del aparato estatal, sino a la sustitución física de manera masiva de sus elementos, lo cual trajo consecuencias negativas conocidas, pero también condujo a que se estableciera una forma de legitimación del poder que ni era tradicionalista, ni racionalista al estilo occidental, nos referimos a la forma carismática. El poder en Cuba se legitima sobre la base del carisma, o sea, un líder o varios, (como en el caso cubano en los primeros años de la revolución) que por sus méritos reconocidos por el pueblo tienen ascendencia sobre el mismo y lo guían y orientan en la construcción de la nueva sociedad, a esto hay que agregar otras caracteristicas como la ausencia de elecciones presidenciales; la ausencia de organos representativos de las masas a nivel estatal durante más de 16 años y su sustitución por organizaciones de masas como los CDR, &c. todo lo cual le daba al socialismo cubano una peculiaridad que influyó decisivamente en que, aunque el derrumbe del campo socialista afectó material y espiritualmente a la población cubana, la misma no se sintió totalmente perdida pues no se identificaba de manera absoluta con los símbolos sagrados de la URSS y del Sistema Socialista Mundial. A esta concientización nacional habían contribuido sin dudas esas generaciones de cubanos (a las que nos referimos al inicio de este trabajo), que habiendo sido formadas en las sociedades este-europeas y soviética, no habían recepcionado acríticamente las experiencias que vivieron y aún cuando valoraban los logros del socialismo mundial no tardaron en apreciar sus errores e insuficiencias. Esto hizo que esa masa (un porciento importante de la intelectualidad y los técnicos cubanos) entendiera y ayudara aún cuando fuese en los marcos de su vida cotidiana, a fomentar una actitud de resistencia y esperanza en el pueblo cubano, lo cual por otro lado si era parte de sus tradiciones.

Al mismo tiempo el objeto principal de legitimación carismática Fidel Castro, supo maniobrar certeramente tanto en el plano nacional, como internacional. Se promovieron figuras como Lage, Abel Prieto o Ricardo Alarcón que eran aceptadas y respetadas por la población, ocurrió un relevo generacional en las direcciones partidistas y administrativas a nivel provincial y se comenzó apotenciar a la manera cubana la legitimación racional del poder a través del Poder Popular. Ello no quiere decir que en modo alguno que la legitimación del poder a través del carisma sea la solución para el desarrollo de la construcción del socialismo, solo estamos exponiendo comparativamente como sucedieron las cosas en uno y otro lugar para defender el criterio de que los proyectos socialistas no estaban condenados al fracaso por razones genéticas, sino que fue la ausencia de métodos verdaderamente revolucionarios, la corrupción, el aburguesamiento y el inmovilismo entre otros, las causas del desmoronamiento del sistema socialista mundial.

Cuba es evidente que no es la panacea universal. El proceso ideológico en medio del cual se transforma el hombre cubano de estos tiempos es extremadamente complejo y contradictorio, en él influyen diversos problemas que podemos enunciar en apretada síntesis: Los problemas relacionados con las tareas actuales y futuras de la Revolución, en la confirmación del modelo socialista a que aspiramos, los cuales surgen en cada fase o etapa del desarrollo social o en determinadas coyunturas del período especial; los que se generan por el análisis crítico de los errores y deficiencias en la gestión de dirección a nivel de gobierno, Partido, &c.; los referidos al impacto ideológico de las políticas en el terreno de la economía para el desarrollo del turismo, las empresas mixtas, las producciones cooperadas, &c.; el impacto ideológico en nuestra sociedad de la comunidad cubana en el exterior; las deformaciones ideológicas y morales que entraña la práctica del mercado negro; la imagen refractada del capitalismo que se percibe por diferentes vías a nuestra sociedad. La comprensión del significado que tiene hoy la lucha ideológica, los problemas de la preparación de las masas y de las instituciones de la Revolución para enfrentar esa lucha; la contradicción entre la obligada acentuación del igualitarismo en las actuales circunstancias y los niveles y grados lógicos de desigualdad que conlleva el proyecto social de la Revolución en esta etapa; los problemas ideológicos que entraña la sucesión generacional; el efecto ideológico en nuestra sociedad del reflujo del socialismo en Europa Oriental y la URSS, así como la desaparición de ésta última; las reformas en China y Viet Nam; el desarrollo de nuestra democracia socialista; el trabajo de información y orientación a través de las instituciones de la Revolución, los medios de comunicación social y muchos otros que harían la lista interminable.

En la sociedad cubana actual se pueden observar importantes rasgos que distinguen al cubano de hoy del cubano de ayer. Esta por ejemplo, es una juventud sana, desprejuiciada, colectivista, ello se manifiesta en la actitud de nuestros científicos, de los trabajadores de los contingentes, de los hombres que hacen la zafra azucarera, se ve también en los valores de igualdad y justicia social que han sedimentado la conciencia de los cubanos y que son consustanciales a nuestra psicología social, tales como comprender y defender la educación y la salud como un derecho de todos; están presentes en los importantes avances en la igualdad entre el hombre y la mujer, en el rechazo a cualquier forma de discriminación, en la conciencia de la necesidad de defender lo que es nuestro. Estos y muchos otros rasgos que están presentes en nuestra sociedad son resultados de la transformación revolucionaria, sin embargo, sería equivocado absolutizarlo y pensar que abarca por igual a todos, que son inamovibles, que no puede producirse un retroceso, incluso algunos rasgos positivos aparecen deformados; así por ejemplo, la igualdad, el colectivismo, el humanismo esencial de la revolución se trueca como resultado de errores de comprensión y aplicación de determinadas políticas de igualitarismo y paternalismo, rasgos que ejercen una influencia psicológica e ideológica deformadora, desmovilizadora, injusta, al afectar a la colectividad.

En los últimos años a tenor con esta circunstancia se han realizado en el país varias investigaciones que convergen en la conclusión de terminada crisis de valores.{18}

Ciertamente los resultados indican desajustes entre las expectativas y las posibilidades reales de satisfacción de las mismas, lo cual lastra sensiblemente valores como el trabajo, la disciplina social, el espíritu de sacrificio e incluso la dignidad personal, ya que aparece una tendencia a innovar fuera de los marcos legales{19} y los mecanismos establecidos para lograr la realización personal, pués como bien se señala en los resultados del equipo de estudio del CIPS/ACC, el impacto fundamental del período especial no se da sobre las expectativas del cubano (que siguen siendo altas) sino sobre las vías para alcanzarlas, pues la mayoría de los canales de acceso al bienestar material pasan por valores alternativos, por la capacidad del individiuo para vulnerar las normas y valores establecidos.{20}

Dichos resultados nos promueven las siguientes reflexiones:

1. No se pueden subestimar los resultados obtenidos, pues pensar que no hay problemas y contradicciones equivale a desconocer la lucha ideológica que se desarrolla y por consiguiente a desmovilizar la revolución, pero hay que ser cuidadosos en el análisis que hacemos de nuestra sociedad y de las actitudes y formas adaptativas de las masas en un momento de crisis.

2. Desde nuestro punto de vista las formas innovadoras de reaccionar ante diversos fenómenos que complejizan la vida de las personas y la hacen mas difícil de lo que era hace algunos años, se aviene con las características de la conciencia social del cubano, con su idiosincrasia, pues tal como planteara Ramiro Guerra en su «Historia de Cuba» de 1921: «Bajo la presión de sus sentimientos, el cubano es capaz de demostrar las mas altas cualidades de tenacidad, perseverancia y espíritu de sacrificio»{21}; y por otra parte como apuntara recientemente Abel Prieto: «La ligereza y la antisolemnidad y hasta el propio choteo, se insertaron luego en la nueva realidad revolucionaria y adquirirán en ocasiones un nuevo signo y nos ayudara a mantener la frescura y la originalidad». «Hemos formado cubanos mas cultos, mas preparados para el análisis y en ellos el choteo en su versión crítica y útil (no en la nihilista) ha sido un apoyo frente a dogmas, formalismos y esquemas».{22}

3. La «innovación» en sentido general está dirigida contra dogmas, esquemas, formalismos, mecanismos de retranca social, paternalismos, incompetencia administrativa, descontrol, &c. Pero su manifestación es de dos tipos: «progresista» cuando enfrenta lo mal hecho a pecho abierto, sin temores y con honestidad y «delictiva» cuando se opone a las vías de acceso al «éxito», creando otros vicios como la indisciplina, el robo, la mentira, &c. Por eso aunque preferimos la innovación a la resignación y al sometimiento como respuesta posible del pueblo y la nación cubana ante la crisis que vive el país, no podemos dejar de ver con temor la creciente innovación delictiva que existe en nuestro medio y debemos plantear las vías para estudiar las mismas.

Desde nuestro punto de vista la aparición de dicha tendencia está fuertemente vinculada a la contradicción rectora de la vida espiritual de nuestra sociedad: la contradicción entre Ideología Oficial y Psicología Social{23}, o lo que es decir, la correlación de la orientación que realmente le imprime a la actividad y conducta sociales la experiencia psíquica producida por la vida cotidiana y aquella que prescribe la ideología explícitamente formulada y sancionada en la sociedad.

Esta contradicción no ha sido trabajada dentro del marxismo soviético, aún cuando dentro del marxismo clásico encontramos suformulación en Plejanov, Labriola y Gramsci. No obstante la misma tiene una importancia vital para el desarrollo social, pues previene, por una parte contra la pretensión de presentar y exponer toda fluctuación de la política y de la ideología como expresión inmediata de la estructura,{24} y por otra parte contra la absolutización de la confianza hacia la ideología que organiza, que domina en el mundo espiritual, pues dicho hecho no significa que sea «dirigente», sino sólo «dominante» al decir de Gramsci, y si las masas siguen actuando en consonancia con dicha ideología es por la fuerza coactiva que la sustenta, lo cual origina que mueran los viejos ideales y valores sin que aparezcan los nuevos{25}. Esto nos conduce a una última reflexión pues sería un error imperdonable enfatizar indiscriminadamente en la crisis existente en la sociedad sin preveer sus soluciones, ya que estaríamos jugando el juego peligroso de la Perestroika y la Glasnost.

Notas y referencias

{1} En el XXVI Congreso del PCUS se definió este término alegando como criterio esencial la «comunidad de intereses» entre paises socialistas, pues las divergencias en el seno del SSM con China, Yugoeslavia y Albania por citar tres ejemplos conocidos eran abaismales ya en ese tiempo.

{2} El número de horas de trasmisión semanal contra Cuba ascienden a más de 500. Ver Fidel Castro, Un grano de maiz, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estados, La Habana, Junio de 1992, pág. 156.

{3} Michael Lòwy, «Doce tesis sobre la crisis del socialismo realmente existente», en revista Dialéctica, Univ. Autónoma de Puebla, México, número 21, Invierno de 1991, pág. 49.

{4} Eduardo Galeano, «Un niño perdido en la intemperie». Interrogantes de la Modernidad. Ediciones Tempo, Cuba 1992, pág. 97.

{5} Serguei Kara-Murza por ejemplo plantea tajantemente no hubo ninguna crisis económica en la URSS al inicio dela Perestroika. Vease Serguei Kara-Murza, «¿Qué le ocurrió a la unión soviética?», Gerónimo de Uztariz, No. 9/10, 1994, págs. 77-118.

{6} E. Guevara, «El socialismo y el hombre en Cuba», Obras de 1957-1967, Casa de las Américas, tomo II, pág. 372.

{7} E. Guevara, Idem. págs. 376-377.

{8} V.I. Lenin, Nuestra Revolución, Progreso, Moscú; en Ob.Esc. en tres tomos, tomo III, pág. 787.

{9} Idem. pág. 789.

{10} Ver V.I. Lenin, «Como tenemos que reorganizar la inspección obrera y campesina», Progreso, Moscú, tomo III, págs. 790-794.

{11} Vease V.I. Lenin, «Sobre la cooperación», pág. 784, «Mas vale poco y bueno». pág. 795-797 (Ob.cit. tomo III)

{12} Vease V.I. Lenin, «Mas vale poco y bueno», Ob.cit., tomo III, pág. 800.

{13} E. Guevara, «La banca, el crédito, el socialismo», Op.cit., pág. 299.

{14} M. Weber, Economia y sociedad, Edit. Ciencias Sociales, La Habana 1971, tomo I, pág. 180.

{15} Ver M. Weber, Ob.cit., pág. 181.

{16} V. Vorotonikov, «Cuestión de Honor», Juventud Rebelde, 31-12-95, pág. 8-9.

{17} Nos referimos a una cuestión esencial para definir al socialismo, ya que lo que se vende por socialismo hoy como «igualdad de posibilidades», es una fórmula liberal adoptada por el socialismo de la socialdemocracia.

{18} Véase «Reajustes de sueños», Bohemia, 25 de Noviembre de 1994, págs. 11-13. Este es un trabajo periodístico que condensa algunos resultados de investigaciones de este tipo realizadas en el país en el decenio de los '90. «Algunos problemas de la formación de la juventud que contribuyen al surgimiento de la indisciplina social», de María Domínguez, CIPS-ACC, Enero de 1989, «Problemas de la formación de los proyectos de vida y orientación de futuro de los jóvenes», de Ovidio S. D'Angelo Hernández, CIPS-ACC, «Percepción de futuro de los jóvenes», de Ovidio S.D' Angelo Hernández, CIPS-ACC, «Percepción estudiantil de la sociedad y la escuela» de Patricia Arenas y otros, CIPS 1990, «Estudios de los valores morales en jóvenes estudiantes de la UCLV» de Edgar Romero y otros. UCLV, Nov. 1993, &c.

{19} Esta tendencia que hemos denominado innovación delictiva, es una forma de adaptación social que surge de la lógica de condiciones histórico-concretas. Véase Romero, «Anomia, Proyecto, Valores». Ensayo presentado a la segunda convocatoria de Pinos Nuevos.

{20} Véase revista Bohemia, 25 de noviembre de 1994, pág. 13.

{21} Ramiro Guerra, Historia de Cuba, La Habana, tomo 1, 1921.

{22} Abel Prieto, op.cit., pág. 34.

{23} Véase M. Limia, Las contradicciones esenciales de la sociedad cubana contemporánea, Instituto de Filosofía, 1989.

{24} Ver Gramsci, «Economía e Ideología», en Antología, La Habana, págs. 276-277.

{25} Idem., pág. 313.

http://www.filosofia.org/mon/cub/dt016.htm


saludos, por cierto, se admiten felicitaciones, reverencias y todo eso que nos gusta tanto a los amantes del culto a la personalidad.

p.d. La lección magistral a la cubana prometida