Tintín nació de Titaÿna y de un viaje a la URSS

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Vladiвосток
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Tintín nació de Titaÿna y de un viaje a la URSS

Mensaje por Vladiвосток »

Cosas de la vida:
Tintín nació de Titaÿna y de un viaje a la URSS

Por Sergi Doria

La primavera de 1928, Elisabeth Sauvy, conocida por el pseudónimo de Titaÿna, se puso un traje de cuero y se montó en el avión de sus crónicas cosmopolitas. No era la primera vez. En 1925 sobrevoló Europa central, en una serie de reportajes para el diario L'Intransigeant y con un arrojo que entusiasmó a Saint-Exupéry, se apuntó scoops como las entrevistas a Mustapha Kemal y Abd-el-Krim.

La reportera había anunciado a Lucien Vogel, director del semanario parisino Vu, que se plantaría en Camboya y volvería con un Buda. Dicho y hecho. Titaÿna voló a Angkor y en un claro de bosque encontró su Buda. Lo envolvió en una tela y se lo llevó bajo el brazo demostrando la vulnerabilidad del patrimonio colonial. A toda velocidad cubrió en coche los 630 kilómetros de Saigón y en Pnom-Penh cambió de vehículo. Para amortiguar los bruscos volantazos, protegió la cabeza del Buda con su casco de aviadora. El 11 de abril de 1928, la bella reportera aparecía triunfal en la portada de Vu fotografiada por Man Ray: «Yo robé la cabeza de un buda de Angkor».

El signo de aquellos tiempos era el «Vive peligrosamente». La aventura es la aventura. Y a eso se dedicaba la intrépida Titaÿna, los reporteros Henry Beraud y Albert Londres, o el aviador Saint-Exupéry. En Vu apareció aquel mismo 1928 un reportaje espeluznante sobre los niños indigentes de Moscú y que ponía en cuestión la redención social del comunismo. La información pudo inspirarla un libro que fue un éxito de ventas: Moscú sans voiles (Moscú al desnudo). Lo firmaba Joseph Douillet, ex cónsul de Bélgica en Rusia durante treinta y cinco años. Publicado en francés por Spes se traducirá en España por Razón y Fe con el título de… ¡Así es Moscú!

Hergé leyó los reportajes

Los vasos comunicantes entre la atrevida Titaÿna y el anticomunista Douillet los completa Georges Remi-Hergé, creador de Tintín. Mientras dibuja a Totor, boy scout de Le Petit Vingtième, Hergé se lee el libro de su compatriota Douillet y conoce los reportajes de Vu. En la primera historieta del nuevo héroe, Tintín en el país de los soviets, el burgués católico y sentimental adopta la indumentaria cosmopolita. Como Titaÿna, Tintín conduce bólidos y aviones; se mete donde no le llaman y pasea su desvergüenza etnocéntrica por los parajes exóticos de la cultura popular de entreguerras. No es casualidad que sus tres primeras aventuras transcurran en la URSS (1929), el Congo belga (1930) y Estados Unidos (1931).

De Titaÿna a Tintin

Si Titaÿna aporta la fonética sonora de un nombre y el modus operandi del periodismo-espectáculo que encandila a la burguesía liberal, Douillet inspira el story-board de Hergé. La hambruna del comunismo la clava Milú en una viñeta: «¿No queda ni un hueso en Rusia?»

En Moscú sans voiles Douillet denuncia la complacencia de escritores como George Bernard Shaw propensos al turismo del ideal y el amateurismo de la novedad; critica a las «trade-unions» que elogian el transporte ferroviario, la organización fabril y las universidades: «Los comunistas muestran a los viajeros una Rusia preparada y disfrazada para tales visitas. Todo aquello que a juicio del Gobierno soviético, es indeseable, todo eso será apartado del campo visual de los “viajeros distinguidos”…» Los guías atribuyen al régimen soviético «antiguas instituciones del tiempo de los zares, como facultades, clínicas, universidades o sanatorios…» Tintín topa con una delegación de comunistas ingleses a quienes un guía malencarado muestra «las bellezas bolcheviques»: «¡Y al contrario de las habladurías de los países burgueses, nuestras fábricas funcionan a todo vapor!», exclama el guía. «Beautiful… very nice», responden dócilmente los turistas.

La miseria de los niños

Tintín husmea en las fábricas. El humo de las chimeneas no proviene de ninguna actividad: «Sólo son decorados de teatro… y detrás queman paja para hacer humear las símil-chimeneas», constata. En otra viñeta observa una cola de niños miserables que esperan su ración de pan duro. La escena se corresponde con el reportaje de Vu y el capítulo de Douillet sobre los niños de la calle. En Rostov, escribe el ex cónsul, «pululan docenas de infelices de doce a trece años, que asedian a los transeúntes haciendo mercancía de sus débiles cuerpecillos a cambio de unos céntimos, de un trozo de pan…» Tintín destaca esa «plaga de la Rusia actual: bandas de niños abandonados vagabundeando por las ciudades y los campos viviendo del robo y de la mendicidad».

Desde su aparición, el libro de Douillet conoció una versión alemana (Moskau ohne maske, 1929) y otra anglosajona (Moskow Unmasked). Su celebridad comenzó en aquella Bruselas adonde arriba Tintín en tren, mientras Milú se cepilla el lomo. En 1929, Hergé rubricó la primera historieta del reportero Tintín. Más famoso y polémico, incluso, que la intrépida Titaÿna.

Tintín en la Cheka

El terror de la policía soviética, la GPU, atraviesa la historieta de Hergé. Tintín descubre tesoros robados al pueblo y las exportaciones de trigo y vodka que consolidan en el extranjero el mito del «paraíso proletario». Huirá del país de los soviets al modo de Titaÿna: volando; tras diversas peripecias, será recibido en loores de multitud como si hubiera culminado un heroico raid de los años veinte.

La alegría se esfuma entre burbujas de champán; el reportero belga es capturado por agentes de la GPU disfrazados de shupos berlineses. Tintín da con sus huesos en una cheka donde le proponen integrarse a la red bolchevique, esto es, convertirse en seksot. Hergé plasmaba las advertencias de Douillet: «La mirada de la GPU atraviesa todas las instituciones y organismos soviéticos… Los extranjeros son particularmente vigilados en la URSS. Cada uno tiene un expediente personal. Allí están sus cartas más íntimas, noticias de sus conversaciones, de sus viajes, la lista de sus conocimientos. A los extranjeros, como suele decirse, no se les quita ojo. Yo no escapé a esta regla general e inflexible: me vigilaron estrecha, continua, obstinadamente». La deriva estalinista corroboraría lo que en en 1929 se tomó como paranoia anticomunista.

Fuente: abc.es, 2 Marzo 2008
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Mayakovski
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Re: Tintín nació de Titaÿna y de un viaje a la URSS

Mensaje por Mayakovski »

Interesante artículo. El año pasado (creo que se celebraban los cien años de algo relacionado con Tintín) se insistió en que no era un personaje tan reaccionario como se había dicho. Pero veo que no, que efectivamente la URSS no le caía demasiado bien :?

Gracias,

Juli
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