Creación, actuación y breve historia de la DA y su campaña

La Segunda Guerra Mundial, la Gran Guerra Patriótica.

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espectral
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Creación, actuación y breve historia de la DA y su campaña

Mensaje por espectral »

Como siempre, y sin el menor ánimo de polémica he cargado en la dirección:

http://www.swoopshare.com/file/2a2d6e06 ... 0911929905

Un artículo escaneado de la Revista Historia y Vida, nº 285 de Diciembre de 1991 de 11 páginas en formato pdf que trata sobre la génesis, actuación e historia de la campaña de la División Azul en el Frente Norte. Personalmente, y es una opinión muy propia, creo que falta destacar algún punto que en él no se menciona y que corresponde a las "características" de los voluntarios según la época... lo dejo para otra carga posterior...

En cualquier caso los datos estadísticos que en él aparecen puede dar interesante información.

El archivo estará disponible para descarga gratuita durante un mes, pasado él podré enviarlo a quien me lo solicite via email.

Saludos.

Siberia
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Re: Creación, actuación y breve historia de la DA y su campa

Mensaje por Siberia »

Dos artículos sobre la División Azul publicados recientemente en RIA Novosti:
"Soldados de botas quemadas", los voluntarios de la División 250 en el recuerdo de los civiles rusos

1-4-13 / RIA Novosti


Imagen
Soldados de la División Azul pasean con niños rusos


A medio camino entre Moscú y San Petersburgo, antiguo Leningrado, yace la ciudad rusa de Nóvgorod. En sus arrabales pasó gran parte de su tiempo en el frente soviético la División Azul española (División 250 de la Wehrmacht), allí queda hoy un cementerio de los divisionarios y la población aún recuerda a sus combatientes.

“Frente a lo que se permitían otros (alemanes y sus aliados) en territorios ocupados, el comportamiento de los divisionarios fue el más digno”, continúa su relato el historiador ruso Borís Kovaliov.

Cuando en 1941 los voluntarios ocuparon una franja de 50 kilómetros cerca del lago Ilmen, en las inmediaciones del río Voljov, comenzó el invierno ruso. La magnitud del “general invierno”, con temperaturas de 25-30 grados centígrados bajo cero, tomó por sorpresa a los divisionarios, a quienes el mando alemán “olvidó proveer de equipo invernal”.

Para no morir de frío, relata Kovaliov, los españoles irrumpían en las “izbas” (casas de troncos de madera), y se peleaban por el mejor lugar frente a la estufa, en la que, a veces, introducían los pies para entrar en calor. Por esta actitud los lugareños les comenzaron a llamar “soldados de botas quemadas”.

“Compartían alimentos con los civiles. Algunos habitantes de Nóvgorod me contaron que la primera vez que probaron naranjas fue cuando los divisionarios los obsequiaron con ellas”, reseña Kovaliov.

Por este y otros detalles su imagen entre la población de los territorios ocupados difiere mucho de la fama que se merecieron otros soldados de las potencias del Eje.

Los habitantes de territorios ocupados apenas tienen malos recuerdos de los españoles. Sus testimonios evidencian que los divisionarios sentían más apego hacia los lugareños que a sus aliados alemanes, cuyo comportamiento tachaban de inhumano, asegura el investigador.

Esta información queda respaldada, en parte, por los documentos secretos soviéticos a los que tuvo acceso Kovaliov, donde se indica que los delitos graves perpetrados por los divisionarios españoles fueron siempre casos puntuales que nunca tuvieron carácter masivo.

“Los españoles no destacaron por la crueldad. Se les podría llamar buenos invasores”, resume el historiador ruso.
Falangistas, republicanos y otros soldados de la División Azul española

22-3-13 / Anush Janbabyan, RIA Novosti


La División Azul, la contribución de la España de Franco a la Segunda Guerra Mundial, estaba formada por militares de carrera y voluntarios, deseosos, en su mayoría, de combatir el comunismo en la Unión Soviética. El historiador ruso Borís Kovaliov vive en Nóvgorod, escenario de las principales actuaciones de la División Azul en el frente ruso, y que tras el fin de la guerra fue lugar de cautiverio para muchos españoles.

“Entre 1941 y 1942 (los divisionarios españoles) retuvieron una franja de 50 kilómetros del frente de Voljov y fueron una pieza pequeña pero importante de la máquina militar alemana”, comienza su relato Kovaliov.


“¡Rusia es culpable!”

Durante la Guerra Civil española (1936-1939), el apoyo de Alemania e Italia fue decisivo para la victoria del régimen franquista. De este modo, al terminar la guerra Franco se vio atado a las potencias del Eje por los lazos de aliado y también por la deuda de centenares de millones de marcos alemanes por la ayuda material, militar y económica que le facilitaron Hitler y Mussolini.

La situación geoestratégica era sin duda el haber más preciado para Hitler, interesado ante todo en arrebatar a los británicos el control del Mediterráneo, cuya clave era Gibraltar.

“Las negociaciones comenzaron en 1940. Franco, consciente de que España no podía entrar en una nueva guerra, prometió apoyo al Führer, pero sin detalles”, cuenta Kovaliov.

Sin embargo, cuando el 22 de junio de 1941 Alemania invadió la URSS, el régimen franquista no dudó en manifestarse en apoyo a la cruzada contra “la Rusia de Stalin”.

En junio de 1941 sonó la célebre frase de “¡Rusia es culpable!”, con la que las autoridades españolas acusaban a Moscú por la Guerra Civil española y llamaban a acabar con el comunismo en aras del “porvenir de Europa”.

Aprovechando estos ánimos, Franco ofrece a Hitler una división para combatir contra la URSS, pero se cuida de que solo sean voluntarios, integrados en una unidad de la Wermacht, lo cual le permite conservar la “no beligerancia” de España.

La convocatoria de voluntarios fue un éxito, para julio de 1941 en la División de Voluntarios Españoles (nombre oficial de la División Azul) se alistaron muchos más de lo necesario.


Falangistas, republicanos, pragmáticos y otros

¿Quiénes eran aquellos voluntarios, dispuestos a jugarse la vida a 6.000 kilómetros de sus casas en aras de erradicar el comunismo?

Algunos no tenían otra opción. La cúpula castrense y los efectivos de altos rangos de la unidad debían ser militares de carrera. En cuanto a los voluntarios, el historiador ruso les divide en categorías:

- “Falangistas idealistas”, que querían devolver la visita a los rusos por la Guerra Civil española. Franco comenzaba a desconfiar de ellos por su intransigencia y extremismo y se alegró de poder mandarlos lejos. A ellos se sumaban los anticomunistas, que ansiaban venganza por lo sufrido por sus familias “bajo los rojos”.

- Miembros de organizaciones juveniles profranquistas. Tenían preferencia para ingresar en la División Azul.

- “Desertores planificados”, comunistas y prisioneros republicanos que aprovecharon el alistamiento a la División Azul para cruzar el frente con la esperanza de poder continuar la lucha contra el fascismo.

- Ex-republicanos que pretendían así limpiarse del pasado y expiar las culpas ante el nuevo régimen.

- Los “pragmáticos”, que veían la División Azul como trampolín para una próspera carrera en la España de Franco.

- Por último, emigrantes rusos, dispuestos a aliarse a cualquiera con tal de poder continuar la lucha contra los bolcheviques.

Los primeros destacamentos de la División, integrada por un general, 641 oficiales, 2.272 militares de rangos inferiores y 15.780 voluntarios, partieron rumbo a Alemania el 14 de julio de 1941. En Bayreuth (Baviera), la unidad pasó a llamarse División 250 de Wehrmacht, recibió armamento y uniformes alemanes y comenzó los entrenamientos intensivos.

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