LA CRUCIAL BATALLA DE STALINGRADO
Rusia conmemora el sexagésimo quinto aniversario de la victoria en la Batalla de Stalingrado. Los festejos centrales se realizan en la ciudad del Volga, la que a fines de 1942 y comienzos de 1943 devino epicentro de la contienda mas encarnizada y dramática en el frente soviético-germano. El viceprimer ministro de Rusia y candidato a presidente Dimitri Medviedev, en un encuentro con los veteranos los saludó cordialmente con motivo del sexagésimo quinto aniversario de su victoria y declaró:
-Hoy es una fecha especial en la historia de nuestra Patria: se cumplen 65 años de la Batalla de Stalingrado, de una batalla que marcó el comienzo del un vuelco radical en la guerra. De no haber sido librada la batalla de Stalingrado no habría habido marcha triunfal del Ejército Rojo por nuestro país, la liberación de nuestro país y la posterior liberación de Europa, indicó Dimitri Medviedev.
En la campaña de 1942, el mando político-militar del tercer Reich decidió lanzar un ataque descomunal en el flanco sur del frente soviético-germano con las fuerzas de dos grupos de ejércitos. Los objetivos que se proponían alcanzar eran salir a las áreas petrolíferas del Cáucaso y cortar las comunicaciones que unían las regiones centrales y meridionales de la URSS. Y una tarea de las centrales era, además, la ocupación de Stalingrado. El sexto ejército de campo comandado por von Paulus lanzó la ofensiva en esa dirección, y la comenzó desde una sinuosidad del Don. Los alemanes, que tenían la superioridad de fuerzas y medios llegaron, a principios de septiembre de 1942, a la ciudad y acometieron unos cuantos asaltos, pero sin éxitos algunos. Los combates encarnizados se libraban por cada calle, por cada casa, por cada piso, por cada metro de suelo. La ciudad, que quedó así prácticamente destruida, resultó invencible. Las tropas nazis quedaron tan extenuadas y mermadas en los combates recrudecidos librados en los accesos a la ciudad, y en la ciudad misma, que en noviembre se vieron obligadas a pasar a la defensiva. En tales condiciones, el 19 de noviembre de 1942, el mando soviético pasó a la realización del plan trazado de la contraofensiva.
La batalla de Stalingrado terminó con la brillante victoria de las tropas soviéticas el 2 de febrero de 1943. Su resultado ejerció enorme influencia en el movimiento liberador de los pueblos de todo el mundo. Aquella contundente derrota y las considerables pérdidas del ejército fascista en Stalingrado agravaron sobremanera la situación de Alemania y la puso ante una crisis muy profunda. Para Alemania, la derrota en el Volga fue una catástrofe nacional de que nunca mas pudo recuperarse.
Fuente: La Voz de Rusia, 2-2-2008
Unos vídeos informativos del aconteciemiento: http://news.ntv.ru/125622/UNA CANCIÓN DE GLORIA A STALINGRADO
Hoy, 2 de febrero, se conmemora el sexagésimo quinto aniversario de la derrota de las tropas nazis de Alemania y de sus aliados en la Batalla de Stalingrado. En Moscú fue editado, en una tirada pequeña, un poema de Pablo Neruda en español, ruso e inglés, con fotografías de aquellos días, dedicada a los defensores de aquella heroica ciudad. La excepcional edición incluye los tres “Cantos de Amor a Stalingrado”. El poeta chileno expresó con suma plenitud los sentimientos de solidaridad de los latinoamericanos y de las gentes de buena voluntad de todo el mundo con el pueblo soviético y su ejército que libraron una lucha encarnizada en las riberas del Volga en aras del futuro de la humanidad. La victoria en Stalingrado marcó un vuelco cardinal en el desarrollo de la segunda guerra mundial, cuando en nadie quedaban dudas algunas de la inminente derrota de los países del eje Berlín-Roma-Tokio. El comentarista de “La Voz de Rusia” Guenadi Sperski les invita, estimados oyentes, a recorrer las huellas de la memoria y a recordar aquel tiempo vertido en los acuñados versos del célebre poeta chileno.
La ciudad del Volga fue bautizada con el nombre del dirigente de entonces de la URSS, José Stalín, y que hoy conocemos como Volgogrado. Después de la derrota en las afueras de Moscú, a fines de 1947, Hitler acometió una ofensiva en la dirección meridional. Para ello concentró allí decenas de divisiones y cantidades de material de guerra. En las estepas ubicadas entre los ríos Don y Volga se desplegó una contienda feroz, la que duró justo 200 días: desde el 18 de julio de 1942 hasta el 2 de febrero de 1943. Las tropas soviéticas, ante el empuje de las fuerzas superiores del enemigo, debieron retroceder. La última línea de defensa fue para ellas Stalingrado. Los alemanes lograron, en algunos lugares, incluso alcanzar las riberas del Volga, y en Alemania se aprestaban entonces a festejar la victoria.
Hitler confiaba, con la ocupación de Stalingrado, en aislar el ejército soviético y los centros industriales del petróleo del Cáucaso y de las riquísimas regiones agrarias del Don y del Suban. Los aliados de la coalición antihitleriana no se apresuraban a ayudarnos, lo que hacía considerablemente mas difícil la situación de la URSS. Por ejemplo, el futuro presidente de EEUU, Harry Truman, declaraba cínicamente que, mientras mas alemanes y rusos se maten, tanto mejor para los norteamericanos. A políticos de tal índole se dirigía airado, en plena batalla en el Volga, el poeta Pablo Neruda en septiembre de 1942, en su “Canto de Amor a Stalingrado. El vate se desempeñaba entonces como Cónsul en México y recitaba los versos en manifestaciones de solidaridad con la URSS. Al día siguiente, el texto de ese poema aparecía pegado en las murallas de las casas de México. En la fonoteca de nuestra emisora guardamos la voz de Pablo Neruda.
Nueva York baila, Londres medita, y yo digo merde,
porque mi corazón no puede mas y nuestros corazones
no pueden mas, no pueden
en un mundo que deja morir solos a sus héroes…
Queréis mas muertos en el frente del Este
hasta que llenen totalmente el cielo vuestro?
Pero entonces no os va a quedar sino el infierno.
La propaganda fascista barritaba que Stalingrado caería de un día para otro. Pero, pasaban los meses y la resistencia de los defensores de la ciudad crecía la lucha se libraba por cada calle, e incluso por cada edificio. Los soldados y oficiales entendían que del desenlace de la contienda dependía la suerte de sus familiares y seres queridos. Las fuerzas de los fascistas se agotaban y, en aquel tiempo, el mando soviético preparaba la contraofensiva. Esta comenzó el 19 de noviembre. La batalla se libró en un territorio de 400 kilómetros cuadrados. Berlín exhortaba a sus soldados a no rendirse y les prometía la ayuda. Pero, todo fue en vano. Las tropas soviéticas tendieron un cerco a la agrupación enemiga de unos 400 mil hombres. El mariscal de campo Von Paulus se negó a capitular y, entonces comenzó el exterminio paulatino del enemigo. El 2 de febrero terminaron de ser aplastados los últimos focos de resistencia del enemigo y, Von Paulos se entregó prisionero junto con su Estado Mayor. Neruda dedicó a esa victoria un “Nuevo canto de amor a Stalingrado”. Les invitamos a escuchar un fragmento suyo, leído por su autor:
Honor al combatiente de la bruma,
honor al Comisario y al soldado,
honor al cielo detrás de tu luna.
Honor al sol,de Stalingrado
…
Dejo en tu honor esta granada oscura,
este canto de amor a Stalingrado.
Los aliados de la coalición antihitleriana abrieron el segundo frente, con el desembarco en las costas de Francia, en Normandía, tan solo el 6 de junio de 1944, cuando las fuerzas principales y mejores de Alemania habían sido ya derrotadas en el frente soviético. Alemania capituló el 9 de mayo de 1945. La Batalla de Stalingrado tuvo un significado crucial, trascendental en la marcha de la Segunda Guerra Mundial.
Pablo Neruda visitó por primera vez la ciudad del Volga en 1949, durante su también primera visita a la URSS. Stalingrado estaba curando sus heridas, resurgía de las ruinas con la voluntad y el trabajo de los habitantes de todo el país. Sobre ello versa su “Tercer canto de amor a Stalingrado”, que les invitamos a escuchar en la voz de Pablo Neruda.
Y cuando tu mirabas para verla caer,
cuando mirábamos su final de fortaleza,
ella nos sonreía. Stalingrado nos sonreía.
…
Espinas defensoras, la extensa primavera
de Stalingrado.
El invencible aroma de Stalingrado.
Con estas palabras, el futuro Premio Nóbel, el chileno Pablo Neruda finaliza su “Tercer canto de amor a Stalingrado”.
Este fue un programa dedicado al sexagésimo quinto aniversario de la derrota de las tropas nazis de Alemania y de sus aliados en las riberas del Volga, y que fue preparado por el comentarista de “La Voz de Rusia” Guenadi Sperski.
01.02.2008
http://news.ntv.ru/125638/
http://news.ntv.ru/125644/
http://news.ntv.ru/125535/