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Recién salida del horno está esta novedad inédita en español, de un autor para mí desconocido. Nunca estaré suficientemente agradecido a las pequeñas editoriales que rescatan sin cesar obras de la literatura rusa.
Como otros escritores rusos, Gaito Gazdánov llegó a París en 1920 huyendo del régimen soviético. Establecido como taxista nocturno recorrió durante muchos años las calles de la capital bajo la luz de la luna, convirtiéndose en testigo de excepción de su vertiente más oculta: el exilio, el alcohol, la prostitución y la locura. En Caminos nocturnos Gazdánov rememora tal experiencia, y rescata del olvido, a modo de redención, a ciertos habituales de aquel mundo subterráneo como la vieja Raldy, antigua cortesana, el alcohólico Platón, o Fedórchenko, exiliado a quien aguarda un trágico destino. De todos ellos ofrece Gazdánov un retrato crudo y veraz, a la manera de Céline, que sin embargo no elude ni el lirismo ni la humanidad características de la mejor tradición rusa. Testimonio elocuente de la aspereza existencial y de la condición de expatriado de su autor, Caminos nocturnos es una de las obras más relevantes del exilio ruso, que Sajalín editores publica por primera vez en castellano.
«En este libro se encuentra el arte mismo de escribir.» Claude-Michel Cluny (Le Figaro littéraire)
«Uno de esos autores meteóricos invisibles para la mayoría de sus contemporáneos.» Edgar Reichmann (Le Monde)
«Esta apasionante meditación sobre la existencia al borde del abismo espiritual recuerda los oscuros infiernos de Louis Ferdinand Céline y Thomas Bernhard.» World Books Review
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lo he terminado esta misma mañana. Al principio tengo que reconocer que no me enganchó, por la ausencia de una trama temporal, ya que el libro solo es una colección de recuerdos. Pero poco a poco, tanta sordidez y bajezas humanas me han llegado a cautivar. Trata sobre las miserias de la emigración rusa en París: sus vicios, miserias, orgullos, alcoholismo. Todo narrado desde los ojos de un taxista nocturno blanco.