Los generales de Stalin:
La compleja y férrea relación de Stalin con sus generales es una de las claves que permitieron a la casi aniquilada Unión Soviética vencer finalmente en la "Gran Guerra Patria" de 1941-1945 frente a los divisiones alemanas de Adolf Hitler. La contribución fundamental de Stalin a la victoria no consistió en su habilidad como jefe militar, y menos todavía en el terreno de la planificación de las operaciones, sino en su capacidad para administrar y organizar la movilización de las fuerzas humanas y de los recursos materiales de la Unión Soviética. De hecho, su mejor cualidad como dirigente militar fue su habilidad para escoger a los mandos mejor dotados y permitirles planear las operaciones, al tiempo que se reservaba para sí mismo el poder final de decisión. Evidentemente, los generales soviéticos temían más a Stalin que a los alemanes. Pero, aún así, consiguieron ejercer una influencia mayor en la dirección de la guerra que sus colegas alemanes, una labor sacrificada siempre y en muchos casos suicida, que sólo después de la muerte de Stalin, en 1953, comenzó a ser ponderada y analizada en sus justos términos por la historiografía oficial soviética.
Seweryn Bialer nació en Polonia en 1926. Se unió al ilegal movimiento antifascista y estuvo prisionero en el campo de concentración de Auschwitz hasta el final de la guerra. Durante los años siguientes ocupó diferentes cargos en el Partido Comunista de Polonia y en las estructuras del Estado. En enero de 1956, Bialer huyó a Berlín Occidental, desde donde se trasladó a Nueva York. Está considerado como uno de los más destacados analistas sobre la historia, la política y la sociedad soviéticas.
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El nº 38 de la colección va sobre el Mariscal Zhukov.
