Compré este libro más como homenaje al Centenario de la Revolución de Octubre que por el interés que, a priori, me suscitaba su lectura. Mi sorpresa ha sido mayúscula al descubrir una obra perfectamente condensada, rica en contenidos, dinámica en su lectura (capítulos de 5 o 6 páginas), muy bien documentada y llena de anécdotas personales que explican, en su conjunto, el devenir de los acontecimientos. "La Revolución rusa" de Orlando Figes es la biblia de los estudios exhaustivos sobre este acontecimiento crucial, pero para mi gusto en algunos momentos se dispersa en exceso y da demasiadas vueltas a temas secundarios. La obra de Ollivier es como un diario, con un lenguaje directo, casi telegráfico. Incluye citas de la familia imperial (meses antes de la Revolución de Febrero aún pensaban que era cosa de cuatro locos de la "chusma"), pequeños extractos biográficos y, lo más importante, un relato cada vez más pausado y detallado a medida que se llega al final del libro, ambientada esta parte en la noche del 25 de octubre de 1917 y los días inmediatamente posteriores. Es una obra que va "desacelerando" su ritmoTítulo: ¿Cuándo amanecerá, camarada? Crónica de la Revolución rusa: 1876-1917
Autor: Jean-Paul Ollivier
Año: 1967
Editorial: Clave intelectual, 2017
Páginas: 452
Sinopsis: La primera edición de este libro se publicó en Francia en 1967, cuando se habían cumplido 50 años de la Revolución de Octubre. Diez años después, tras la muerte de Franco, se publicó en España alcanzando un notable éxito. Ahora, medio siglo después de la edición francesa, Clave Intelectual vuelve a publicar esta obra con nueva traducción al español. En 1964, Jean Paul Ollivier asistió en Moscú al desfile del 47 aniversario de la Revolución rusa. Allí le surgió la idea de escribir este libro. Formó un equipo de investigadores y recopiló una amplia documentación. Con la incorporación de los testimonios de algunos de los protagonistas, que aún vivían, preparó esta crónica en la que reviven más de doscientos personajes que tuvieron un papel protagonista en la revolución. El relato de Ollivier comienza en 1876 y finaliza el día que triunfa la revolución rusa en 1917, por lo que en el libro no aparecen los acontecimientos posteriores al triunfo de la insurrección. Gracias a los testimonios de los personajes protagonistas de la revolución, tanto favorables como contrarios a los bolcheviques, que el autor entrevistó en Rusia y en Occidente, Ollivier traza una crónica muy viva de la Revolución rusa. La aportación de datos, en su mayoría inéditos, detalles aparentemente insignificantes pero muy valiosos para entender el día a día en la Rusia de esa época, nos permite asistir, como si los estuviéramos viendo en directo, a los acontecimientos que desencadenaron la Revolución rusa y especialmente a los sucesos que se produjeron en la noche del 6 al 7 de noviembre de 1917. Todo ello contribuye a hacer de este libro una de las obras más originales y dinámicas, un relato único sobre la Revolución rusa, uno de los acontecimientos históricos con más trascendencia mundial.
Jean Paul Ollivier, periodista e hijo de periodistas, nació en 1923. Fue corresponsal permanente de Paris-Match en el sur de Francia desde 1944, pasando a formar parte de la dirección de informaciones y reportajes de esta revista en 1957. Publicó varios libros, entre otros, Le temps des filles, que fue elegido como mejor libro del año en 1966
Además, el hecho de haber sido escrita entre 1964 y 1967 por un periodista extranjero le confiere una perspectiva que elimina los supuestos y conjeturas muy típicos de los libros actuales, que ya parten de los defectos del sistema que acabaron con él en 1991. Lo único objetable de esta edición es la cantidad de errores tipográficos que contiene (como escribir 195 en lugar de 1905), comenzando con equivocaciones en las fechas de la primera página (¡por favor, que las corrijan en las siguientes ediciones!
)El libro de Ollivier -que tiene, no lo olvidemos, medio siglo- lleva algunas perlas que demuestran aquello de que pasan los años pero hay cosas que no cambian. Por ejemplo, las campañas de desinformación por parte de los medios de comunicación contra Lenin. ¿Lo escribió La Razón? ¿Salió en Antena 3? ¿Lo dijo Jiménez Losantos o algún otro miembro del facherío patrio? No, esto es de mayo de 1917:
Sí señor, Lenin era ETA, compraba en Alcampo y era también bolivariano...La prensa de derechas y periódicos de la izquierda se alían para desprestigiar a Lenin. Su vida es vista con microscopio. Todo es objeto de crítica: su deportación confortable a Siberia, su matrimonio ortodoxo con Krúpskaya, su "resistencia" en los cafés ginebrinos, su amistad con el agente doble de la Ojrana Roman Malinovski, su tren de vida que ha mejorado con la guerra, sus relaciones con el espía socialista Parvus al que Alemania mantiene como un millonario y con el que se reunió en mayo de 2015 en Zúrich, su reciente repatriación a través de un país enemigo, su incurable necesidad de quemar etapas para ir siempre más lejos que los acontecimientos... (pág. 238)
Y a los que se llenan la boca hablando del "golpe de Estado bolchevique":
Los burgueses comprenden que no podrán gobernar sin el apoyo de una fuerza capaz de detener la efervescencia de los elementos populares. Esta fuerza no puede ser otra que el ejército. Se organizan complots para sustraerlo a la autoridad del soviet y erigirlo en el instrumento de maniobra de la derecha. El fabricante de cañones Putilov funda una "Unión para el renacimiento económico de Rusia", a la que banqueros, industriales y aseguradores se adhieren en masa. Gutchov, ministro de la guerra, pide aportaciones de fondos destinados a reagrupar a las fuerzas reaccionarias. (...) Zavoiko lleva en su maletín una fortuna cuatro millones de rublos recaudados por la Unión. (...) El general-barón Pedro Wrangel, exayuda de campo de Nicolás II, se une a las filas de Putilov y le propone preparar a los oficiales para una dictadura militar. (pág. 237)
