Acabo de ver que la figura de Eduard Limónov aparece comentada en algunos hilos del foro, por ejemplo en Rebuznando sobre Rusia. Aprovechando el descanso veraniego, acabo de leerme el libro de Emmanuel Carrère (publicado por Anagrama en la colección Panorama de narrativas). Y debo decir que es uno de los mejores que han pasado por mis manos en los últimos tiempos. Dejando de lado las antipatías (lógicas) que puede generar el personaje en cuestión (hijo de chekista, estalinista en tiempos de Stalin, disidente en la época de Brezhnev, chapero y mendigo en Nueva York, activista pro-serbio en la guerra de los Balcanes, neo-fascista en tiempos de Yeltsin y anti-Putin en la actualidad), la verdad es que el libro es un puñetazo al estómago sobre cualquier intento de querer simplificar el carácter poliédrico y caleidoscópico del ser humano (y de sus ideologías) a un simple esquema del tipo bueno-malo.

Dejo aquí el enlace al artículo de El País (firmado por Miguel Mora el 31/01/2013) sobre la publicación de este libro:

Un saludo.