En 1926 el Frankfurter Zeitung propuso a Joseph Roth ir a la Unión Soviética y relatar su experiencia. Curioso, atento, avisado testimonio, visitó las grandes ciudades, siguió el curso del Volga y llegó hasta el mar Caspio. Los textos aquí reunidos son sagaces y apasionados, reflejo fiel de sus impresiones. Este libro, además, marca un momento importante en la evolución personal y política de Roth. Tal como él mismo afirmó en una carta que envió desde Odesa: «Es una suerte que haya emprendido este viaje, de otra forma no me habría conocido jamás.»




