Hola.
Lo cierto es que la noticia es una más entre todas las noticias tristes que leemos/escuchamos cada día. Sin embargo, habría que decir que por desgracia la violencia es algo que se ha generalizado en nuestra sociedad más allá del ámbito doméstico:
Juli escribió:Aquí, aquí... por aquí voy yo. Sin quitarle la razón a Vladi (y yo sé que el sabe que yo sé que lo que dice lo dice con buen criterio) sólo con un cambio (con una evolución) en los valores sociales se conseguirá mejorar algo. El día que nos quitemos de la cabeza eso de que "mi mujer es mia y de nadie más", posiblemente descenderá el número de casos de violencia doméstica.
Sin duda es una cuestión de valores sociales, o mejor dicho, de que dichos valores están en vías de extinción. Las estadísticas hablan de un incremento de los casos de violencia contra los mayores, del aumento de los malos tratos contra los niños, de las agresiones al personal sanitario en los servicios de urgencia, del auge de los delitos violentos... No creo por tanto que el problema sea el machismo, en Suecia fallece un promedio de una mujer a la semana por agresión (en un país con un quinto de nuestra población) y dudo que los suecos sean más machistas que nosotros. Aceptaría esa explicación si
sólo la violencia de género se incrementara y no
toda la violencia en general, como está sucediendo.
Hay una cosa obvia: esta sociedad impone la competitividad, el ver al otro como un rival, nunca como alguien con quien cooperar, y deja como únicas alterntivas las de dominar o ser dominado, con el efecto de ese individualismo egoista y feroz del que se cree independiente y es por tanto incapaz de reconocer lo que le debe a quienes le rodean. Y la propiedad... creo que la economía es la base de todo, hasta de nuestra mentalidad, y ahí le andas cerca,
Juli: una sociedad como ésta transforma todo y a todos en mercancía, en una propiedad con la que uno es libre de hacer lo que le plazca, convirtiendo aquél lema de "la maté porque era mía" en algo literal (pero también extensible a los hijos, por ejemplo). Luego se le está diciendo a la gente constantemente que es libre de hacer lo que quiera y se le hace aspirar a niveles de vida muy por encima de sus posibilidades; cuando esa gente choca de bruces con una relidad muy distinta, ¿cómo esperar que no reaccionen con ira o frustración y, lo que es peor, que la descarguen con quien tienen más cerca? Mientras se nos siga mentalizando como a lobos, no haremos sino darle la razón a Hobbes. De hecho, recordad lo que se escribía en el hilo sobre educación y ponedlo en conexión con esto, a mí me parecen ditintas piezas del mismo puzzle.
El endurecimiento de las penas,
Vladibostok, no ha funcionado, ahí están esas 69 víctimas; y no es que no tengas razón en parte pero, honestamente, en este país las leyes son una cosa y su aplicación otra. No sirve de nada endurecer un código si luego éste no se aplica, fíjate en lo sucedido con el carnet por puntos, mucho miedo al principio y luego...
Lo del titular, supongo que te ha molestado la alusión a la nacionalidad de la fallecida, como si con esto se quisiera indicar una cierta propensión de los rusos al maltrato, a mí tampoco me ha gustado. Por desgracia es una costumbre muy frecuente en la prensa: si el asesino es atóctono no se alude al hecho (no se dice "Un cacereño asesina a...", por ejemplo), pero si es de fuera enseguida se recalca por si quedaban dudas. En fin, con medios como éstos "formando" al personal no nos extrañemos de lo que sucede después.
Saludos.