Desde la caída del muro se pudo presenciar el surgimiento de una pequeña moda de toque ruso-soviético que aprovechaba los elementos de la estética propia de Rusia y la URSS para reducirlos a un mero producto de consumo. Libre de implicaciones políticas "molestas", esta estética ha pemanecido desde entonces como una constante más o menos destacada en el imaginario de la cultura de masas. No todo el mundo que lleva una camiseta de la URSS es prosoviético (salvo para los polacos, pero ésa es otra historia) ni son filorusos todos los oyentes de las Tatu.
A esta moda no fueron ajenos los juegos "de sociedad", de mesa o de tablero. Es más, en los últimos diez años ha habido un verdadero "boom" de elementos de estética soviética y/o rusa en las mesas de europa y EEUU. No me refiero a juegos rusos, sino a juegos de otros países que, o han incluído a Rusia en sus diseños, o a personajes o bandos que sin ser rusos beben directamente en su imagen para crear una identidad. A veces esa aproximación se ha planteado desde una perspectiva humorística, otras, fantástica (qué curioso, igualito que nuestra prensa), pero se agradece que ese papel de "malvado enemigo" haya ido desapareciendo rápidamente. Y los por qués son evidentes: al público le encanta.
Rusia siempre había estado en los tableros de los juegos de guerra: ya fuera en Borodino, frente a Napoleón, o en Stalingrado, frente a los nazis, la historia bélica de Rusia era demasiado importante como para obviarla. Sin haberse perdido esa faceta en absoluto, ahora ésta se ha ampliado enormemente. Es más, pese a los que augurábamos una desaparición de los juegos de tablero a manos de los ordenadores, los hechos nos han quitado (afortunadamente) la razón. Las empresas de este ramo se han percatado de que pueden ofecer al jugador algo de lo que carecen los ordenadores: la presentación, el "tacto". Las viejas fichas de cartón han ido siendo paulatinamente desplazadas por piezas de plástico y aún miniaturas, en plástico o metal, los tableros son cada vez más espectaculares y detallados, los materiales de mejor calidad, y algunas cajas verdaderos artículos de lujo. Y no tan caros, si pensamos que no cuestan mucho más que el último videojuego de moda. Además, no se cuelgan ni requieren una máquina de última generación para funcionar. Sólo una mesa y un grupo de amigos con el que coincidir.
En este hilo se pretende dar un repaso, bien que somero, a esos juegos que pretenden poner a Rusia en nuestra mesa. Conozco unos cuantos e incluso he jugado a alguno, pero se agaradecerá cualquier aprtación, porque el filón es considerable.

Saludos.