La siguiente noticia no sé si tiene mucho que ver realmente con Rusia.
Sin embargo, hay imágenes que forman parte ya de nuestra vida, de la cultura pop que hemos recibido en la infancia o adolescencia. Y pese a que ahora nos damos cuenta de los enormes defectos que tenía aquella película y somos conscientes de que todo formaba parte de una campaña rusófoba de desprestigio geopolítico orquestada al más puro estilo Reagan...
¿Quién puede olvidar a Iván Drago?
¿Y qué fue de Iván Drago tras el inesperado final de la URSS?
Es posible que pronto tengamos la respuesta, ya que Sylvester Stallone ha anunciado recientemente vía Instagram que le gustaría recuperar el personaje de Iván Drago para la película "Creed 2".
Tras poner el broche final a la franquicia en 2006 con "Rocky Balboa" (Rocky VI), Stallone sorprendió a propios y extraños en 2015 con un "spin-off" de la saga titulado "Creed", en el que el viejo Rocky recibía el encargo de entrenar al hijo de Apollo Creed, fallecido en el ring treinta años atrás (Rocky IV, 1986) durante una pelea de exhibición contra el boxeador soviético Iván Drago.
Ahora Stallone pretende dar una nueva vuelta de tuerca a la historia, planteando en la próxima película el combate entre el hijo de Creed y el asesino de su padre, Iván Drago.
Todo depende de cómo se escriba el guión, que en la anterior entrega (Creed) consiguió convencer tanto a la crítica imparcial como a los fans incondicionales. Sería interesante que mostraran cómo rehizo su vida el militar soviético tras el hundimiento de la URSS y cuáles son sus ideas políticas actuales. Sin embargo, considerando la nacionalidad de la película, lo más probable es que planteen el personaje como un mercenario descreído de toda filosofía comunista, un renegado que ha sobrevivido participando en actividades mafiosas y ahora pretende volver a dar la campanada con una inesperada victoria en el ocaso de su carrera.
En cualquier caso, será interesante volver a ver a Iván Drago sobre el ring.
O al menos eso espero, porque la tendencia suele ser la contraria, los remakes de los 80's acostumbran a destrozar las idílicas imágenes que conservamos en la memoria y hay cosas que es mejor dejar en el pasado. Y a Iván Drago es mejor recordarlo como el soviético fanático que era, y no como un mafioso capitalista que se arrepiente de lo que fue.
