El Día de la Victoria visto desde lejos

Ha de conocerse muy bien Rusia para llegar a entender y comprender, de verdad, el siginificado que tiene el 9 de mayo en Rusia. Y me repito en lo de conocer Rusia, que no la Historia de Rusia y la Segunda Guerra Mundial, porque la Historia, que se limita al hecho y al dato, no es capaz de hacernos entender el Día de la Victoria.

Con los años, uno va comprendiendo que el 9 de mayo supera en significado a todas las fechas señaladas del calendario ruso, ortodoxo, católico o musulmán… comunista o capitalista…

Y así lo será, mientras las generaciones tengan memoria y no olviden.

Hay días muy señalados a lo largo de los doce meses en Rusia, pero el Día de la Victoria es el día en el que se aparcan prejuicios de todo tipo y los rusos se unen para recordar el día en que la Unión Soviética ganó la Gran Guerra Patriótica a la Alemania nazi.

Desde lejos
Veo el Día de la Victoria desde lejos, porque soy extranjero en Rusia. Desde lejos, porque hace tiempo ya que descubrí este Día y hoy recuerdo su descubrimiento ya lejano. Uno lee y aprende que el 9 de mayo es el Día de la Victoria en Rusia y se dice «vale, pues algo así como el 12 de octubre en España, aunque no ganamos a nadie, o el 14 de julio en Francia».

Pero hace unos años tuve la suerte de estar en Moscú en un 9 de mayo, y en la Rusia que conozco hay un antes y un después de aquel día. Algo me caló hondo y según ha ido pasando el tiempo, es una sensación que ha crecido en intensidad. Más que una sensación, es un sentimiento. Llevo dos noches acostándome con el 9 de mayo en la cabeza, como el que se acuesta con la ilusión del día de su cumpleaños pocos días antes de que llegue la fecha.

Supongo que el ir conociendo mejor la Historia rusa y haber visto de primera mano la Rusia heredera de la Gran Guerra Patriótica me ha abierto los ojos y el corazón a una realidad indiscutible. Y esta realidad, para mí, no es otra que Rusia ganó la Segunda Guerra Mundial. Pero a un precio tan elevado que es entonces cuando se revela la importancia que la Victoria tiene, y el 9 de mayo es el día en que se recuerda y no se olvida.

Cartel de los años 40: Defendamos la ciudad de Lenin

Me pena haber dado con muy pocos autores, escritores o investigadores que apunten y defiendan la teoría… el hecho, más bien, de que fue Rusia, la Unión Soviética, quien ganó la Segunda Guerra Mundial. Y yo estoy convencido de que fue así.

A uno le han metido muchos cuentos en modo de película, de libro o batallitas, y muchos de esos cuentos son más bien de ciencia ficción. Hay dos datos que me ponen los pelos de punta. Uno es que Hitler destinó dos tercios (2/3) de sus ejércitos al frente soviético, lo que supone aproximadamente un 70-75% de sus efectivos. El otro dato se ha ido revisando con los años, y es el número de muertos que se cobró la guerra en la Unión Soviética. De los 20 millones que se cifraban al terminar el conflicto la cifra, a finales de la década de los 90 se revisó hasta los cerca de 30 millones. Y esta cifra puede estar tristemente aún lejos de la realidad, que seguramente nunca sabremos, pero que algunos sitúan entre los 60 y 70 millones. No obstante, una frase lo dice todo «la Unión Soviética se quedó sin hombres en 1945».

Respecto a esta última frase, cuando uno se aleja de Moscú, nota que algo de cierto tiene. Una de las cosas que más llaman la atención es el gran número de mujeres mayores que uno ve en la calle, algunas vendiendo lo que cosechan en sus huertos para salir adelante, otras comprando lo que pueden permitirse en los mercados. Y cuando la ocasión lo requiere, llama la atención el orgullo con el que visten las medallas y distinciones, algunas ganadas por ellas mismas, pero otras muchas ganadas por sus maridos o quizás padres, víctimas o desaparecidos de la guerra. La figura del veterano es enórmemente respetada en Rusia… pero solo por el momento.

Veteranos un día de celebración

No olvidar
Que pena da ver a las nuevas generaciones renegar del pasado y olvidarlo. Que pena ver como un crío de no más de 16 años no le cede el asiento a un veterano de guerra en el metro, que tiene que hacer su trayecto de pie y agarrado a una barra. Si hay algo peor que el perder la educación, ese algo es perder la educación y la memoría.

Para que no olvidar, hay excelentes iniciativas, que nunca serán las suficientes. Una de ellas es el sitio web http://www.pobediteli.ru, en el que se pueden consultar datos históricos, de excelente elaboración gráfica, y una lista de los veteranos que actualmente viven, clasificados y organizados perfectamente por las distintas regiones geográficas de Rusia y los países ex-soviéticos.

Pero como lo más normal es que un veterano de guerra ruso no tenga acceso a Internet, por edad, por ingresos… un reconocimiento como este quizás pase desapercibido. Por eso, sería milagroso que algún gobernante o alguno de los grandes magnates rusos (de esos que suelen irse a vivir a Londres) echase un vistazo a lo que ha dejado atrás, le llegase de repente un ataque de memoria histórica, de esa que pierden las nuevas generaciones, y tuviese una inspiración para invertir parte de ese capital que parece que les sobra. Sería bonito…

Una deuda eterna
Desde lejos, el Día de la Victoria, aquel en que se reconoce públicamente la incalculable aportación de los veteranos de guerra a la Rusia actual, es uno de cada 365 días, pero debería de ser todos y cada uno de los días del año. Cuando Putin decide dar un puñado de rublos a cambio de los beneficios sociales a los pensionistas, le está dando un puñado de rublos a una persona que luchó para que él pudiera sentarse hoy en los lujosos salones del Kremlin. Y con esos rublos ha de pagarse las medicinas, el autobús… Hasta ahora, nadie se había atrevido a tanto.

Imagino que en la Rusia actual no hay ninguna familia que no haya tenido o perdido a alguien en el frente de la Segunda Guerra Mundial. Algunos de ellos llegaron hasta el mismísimo Berlín. En los cementerios de las ciudades del interior de Rusia, aquellos cementerios que no salen en la televisión, hay miles de lápidas con soldados de apenas 18 años que cayeron en la guerra. ¿Acaso sirvió para nada?

No es la Victoria lo único que se celebra el 9 de mayo. O al menos, no debería de ser lo único que se recordara. Aunque decorar la Plaza Roja y rodearse de presidentes y jefes de gobierno queda muy bien para la foto, pero luego nada queda.

Hay que acordarse de los que no salen en la foto. Y recordar a los que, aun queriendo, no podrían salir en la foto.

La victoria aún pasa factura… al menos mientras exista memoria.

Si quieres saber más:

» http://www.pobediteli.ru
» http://pobeda.rambler.ru
» http://www.pobeda-60.ru
» http://www.iremember.ru
» http://www.may9.ru

Soy el artífice de que este sitio web funcione. Me fascina la historia de la Unión Soviética y Rusia, su cultura, sus tradiciones, su idioma (aunque con este último mantenga una relación de amor-odio). Me quedo con momentos históricos: todo lo que sucedió en el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial y la Perestroika.