8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer

8 de Marzo - Día Internacional de la MujerCon ocasión de este día enviamos un mensaje de felicitación a todas las mujeres.

El 8 de marzo fue instalado en 1952 como Día Internacional de la Mujer, Международный Женский День, por la Asamblea General de Naciones Unidas.

En un principio la celebración se hacía en distintos días, según los países: desde 1909 en los Estados Unidos se estableció el último domingo de febrero como «Woman’s Day»; y en Austria, Alemania y Dinamarca, la movida comenzó el 19 de marzo de 1911, cuando un millón de mujeres manifestaron por su derecho al voto.

Pero la determinación de elegir el 8 de marzo fue tomada por los partidos socialistas de todo el mundo en 1917 y se debe a una sublevación de mujeres rusas contra la guerra, que fue el prolegómeno de la Revolución bolchevique. Tal manifestación tuvo lugar en San Petersburgo el 23 de febrero del calendario juliano -por entonces vigente en Rusia- que se corresponde con el 8 de marzo gregoriano.

Contra todo lo que se ha dicho y escrito, los registros históricos no dan cuenta de que el 8 de marzo de 1908 (o de 1857, según otra fuente) haya habido un incendio en la fábrica Cotton de Nueva York donde murieran obreras. La investigadora española Isabel Alvarez González («Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer») dice que el famoso incendio no sucedió en la fábrica Cotton sino en Triangle Shirtwaist neoyorquina, y que no sucedió un 8 de marzo, sino el 25 de marzo de 1911.
El mismo dato recoge la norteamericana Marie Jo Buhle («Women and American Socialism 1870-1920») quien estudió el incendio en la Triangle por la conmoción social que causó la muerte de quienes un año antes habían hecho la primera huelga exclusiva de mujeres. A raíz de un despido masivo, el sindicato textil había iniciado el 28 de septiembre de 1909 la huelga conocida como «la sublevación de las 20.000», por la cantidad de mujeres implicadas.
El paro terminó el 15 de febrero de 1910 sin que se hubieran satisfecho las demandas de seguridad y esto fue fatal: el 25 de marzo de 1911 murieron en un incendio 146 de las huelguistas, pero esto no explica para nada la elección del 8 de marzo.

La decisión de hacer una celebración internacional fue incluso anterior a este incendio: lo propusieron en agosto de 1910 las delegadas del Partido Socialista norteamericano, Lena Morrow Lewis y May Wood Simons, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas que tuvo lugar en Copenahue, Dinamarca. La propuesta fue apoyada por la líder alemana Clara Zetkin, quien sostuvo que «siguiendo el ejemplo de las camaradas norteamericanas (el Woman’s Day) se dedicará un día especial a las mujeres para promover el sufragio», y aunque se incluyó en la resolución final, se dejó a voluntad de cada país fijar la fecha. En algunos el día elegido fue el 19 de marzo, pero a partir de 1914 se prefirió el 8 de marzo. También el Woman’s Day, que desde 1909 se hacía el último domingo de febrero, cambió al 8 de marzo. Esto se debió a un gesto de solidaridad: ese día de 1914 millones de mujeres alemanas, francesas y suecas salieron a la calle para manifestar contra de la guerra y a favor del voto.

Sin embargo, fue a partir de 1917 cuando el 8 de marzo comenzó a universalizarse, en principio, como Día de la Mujer Comunista en los países bajo la órbita soviética, y luego, ya despojado del calificativo, en los restantes.

Las mujeres del mundo habían tomado nota de lo que había sucedido ese día en San Petersburgo, cuando una extraordinaria manifestación de mujeres salió a la calle en reclamo de su derecho a comer, a votar y a conseguir el regreso inmediato de los combatientes, dos millones de los cuales murieron en el frente. Tal marcha fue el detonante de la Revolución bolchevique: a los cuatro días el zar abdicó y el gobierno provisional le otorgó a las mujeres rusas el derecho al voto.

De ahí que las historiadoras Liliane Kandel y Francoise Picq apunten que «el mito del incendio (de las obreras de Nueva York) fue creado en 1955 para eliminar el carácter comunista del día». Y de ahí también la investigadora Alvarez González consigne en su libro que «es interesante ver cómo en su informe Naciones Unidas silencia los sucesos de Rusia en 1917».

En Rusia la fiesta fue celebrada por primera vez el 2 de marzo de 1913 cuando fue organizado un ciclo de conferencias dedicadas a los derechos de la mujer y a los problemas sociales. Cuatro años después, el 23 de febrero de 1917, las mujeres de Petrogrado (hoy, San Petersburgo) protagonizaron una manifestación que aproximó la Revolución de Febrero. En tiempos de la URSS, el Día Internacional de la Mujer se convirtió en fiesta civil.

La edición de la fiesta correspondiente a 1971 podía haber sido la más extraordinaria de todas. Constantín Davidovsky, navegante de un módulo lunar, quiso felicitar a las mujeres del Centro cósmico haciendo una inscripción en la superficie de La Luna. Pero la idea fracasó ya que el aparato no tuvo suficiente energía para escribir las palabras «8 de marzo». Pero sí que tuvo tiempo para escribir la cifra «8» que hasta ahora se puede contemplar en la superficie lunar.

A continuación se ofrece el Mensaje del Secretario General de Naciones Unidas, en ruso y en español, correspondiente al Dia Internacional de la Mujer del 8 de marzo de 2007:

Послание Генерального секретаря

Я рад и считаю для себя честью направить мои самые теплые пожелания по случаю Международного женского дня — первого для меня на посту Генерального секретаря Организации Объединенных Наций. Я надеюсь, что вы все найдете во мне своего представителя и союзника в предстоящие годы.
Этот день дает всем нам — женщинам и мужчинам — возможность сплотиться в деле, заключающем в себе все человечество. Наделение женщин всеми правами и предоставление им всех возможностей для самореализации не самоцель. Это условие улучшения жизни всех людей на планете.
Никто не может ставить под сомнение этот самоочевидный факт. И никто не может не признать итоги Всемирного саммита 2005 года, на котором мировые лидеры подтвердили, что равенство мужчин и женщин и права человека всех людей являются необходимой предпосылкой укрепления процесса развития, мира и безопасности.
И все же мы еще очень далеки от того, чтобы воплотить это понимание в реальность повсюду в мире. Почти во всех странах женщины по-прежнему недопредставлены на руководящих должностях. Труд женщин по-прежнему недооценивается, недооплачивается или вообще остается без вознаграждения. Из более чем 100 миллионов детей, не обучающихся в школе, большинство — девочки. Из более чем 800 миллионов взрослых, которые не умеют читать, большинство — женщины.
Хуже всего, что насилие в отношении женщин и девочек продолжает оставаться нерешенной проблемой на каждом континенте, в каждой стране и культурной среде. Оно имеет тяжелейшие последствия для жизни женщин, их семей и общества в целом. В большинстве обществ такое насилие запрещено — однако реальность слишком часто такова, что оно утаивается или молчаливо одобряется.
Вот почему Международный женский день столь важен. Он напоминает нам о нашей обязанности бороться за изменение ценностей и отношения и сделать его необратимым. Он призывает нас работать в партнерстве — правительства, международные организации, гражданское общество и частный сектор. Он побуждает нас добиваться изменения отношений между мужчинами и женщинами на всех уровнях общества. Он обязывает нас укреплять любые средства расширения прав и возможностей женщин и девочек — от образования до микрокредитования.
Организация Объединенных Наций должна быть в авангарде этих усилий. Я обещаю делать для этого все возможное — не только в Международный женский день, а каждый день. Я с нетерпением ожидаю сотрудничества с вами в нашей коллективной миссии.

Secretario General
Mensaje del Día Internacional de la Mujer
8 de marzo de 2007
Es un honor y un agrado hacerles llegar mis más calurosos saludos en este Día Internacional de la Mujer, para mí el primero como Secretario General de las Naciones Unidas. Espero que me lleguen a conocer como su representante y su aliado en los años futuros.
Este día ofrece una oportunidad para que todos, mujeres y hombres, nos unamos en pro de una causa que toca a toda la humanidad. El empoderamiento de la mujer es no sólo un objetivo en sí mismo, sino una condición indispensable para mejorar la vida de todos los habitantes del planeta.
Nadie puede negar las claras pruebas de ello y nadie puede discutir los resultados de la Cumbre Mundial 2005, en que los dirigentes del mundo reafirmaron que la igualdad de género y los derechos humanos para todos son imprescindibles para el desarrollo, la paz y la seguridad.
No obstante, aún estamos muy lejos de convertir ese entendimiento común en práctica universal. En casi todos los países las mujeres siguen estando subrepresentadas en los puestos de adopción de decisiones. El trabajo de la mujer es subvalorado, insuficientemente remunerado o no remunerado en absoluto. De los más de 100 millones de jóvenes que no asisten a la escuela, la mayoría son niñas. De los más de 800 millones de adultos analfabetos, la mayoría son mujeres.
Lo más grave es que la violencia contra las mujeres y las niñas persiste sin disminución en todos los continentes, todos los países y todas las culturas, con efectos devastadores en la vida de las mujeres, sus familias y toda la sociedad. La mayor parte de las sociedades prohíben esa violencia, pero en la realidad frecuentemente se encubre o se tolera tácitamente.
Por eso es tan importante el Día Internacional de la Mujer. Nos recuerda nuestra responsabilidad de esforzarnos en pro de un cambio duradero de los valores y las actitudes. Nos llama a trabajar en alianzas de los gobiernos, las organizaciones internacionales y el sector privado. Nos insta a procurar una transformación de las relaciones entre mujeres y hombres en todos los niveles de la sociedad. Nos urge a fortalecer todos los medios de empoderar a la mujer y a la niña, desde la educación hasta el microcrédito.
Las Naciones Unidas deben ir a la vanguardia de esos esfuerzos. Me comprometo a hacer cuanto esté a mi alcance para que así sea, no sólo en el Día Internacional de la Mujer, sino cada día. Me preparo ansioso a trabajar con ustedes en esta misión colectiva.