La experiencia de un viajero desafortunado: viva el tópico

Javier Cercas, sufrido viajero

En el suplemento EPS (El País Semanal) del periódico El País de hoy domingo 17 de julio, se publica la colaboración de Javier Cercas, en la foto, que con el título Una ciudad propia narra su periplo de cuatro días en la ciudad de Moscú, en los que sufrió cuatro atracos.

Me resulta muy triste leer estas cosas, porque únicamente fomentan la leyenda mafiosa de la capital rusa, cuando lo cierto es que te pueden atracar hasta en la mismísima puerta de tu casa, vivas donde vivas. Pero si te atracan en Moscú, ya permite jugar con tópicos y estereotipos tan manidos como los que siempre se están achacando a Rusia en general. Lo cual resulta indignante, máxime cuando se publica en el suplemento dominical de uno de los periódicos más vendidos y leídos de España.

El artículo en cuestión también está disponible para su lectura en la versión digital del suplemento dominical, en el sitio web de El País. Puedes acceder a él desde este enlace.

No se si dentro de siete días publicarán la respuesta que he remitido a la sección de Cartas del dominical, pero de todas formas, queda publicada aquí también.

Moscú no es así

Historias como la que narra el señor Javier Cercas en su colaboración «Una ciudad propia» de EPS del pasado domingo 17 de julio son las que agrandan la fama y leyenda de la ciudad de Moscú, y Rusia en general. La mala fama y la mala leyenda, aclaro.

He tenido ocasión de visitar Rusia en una decena de ocasiones, y en todas ellas he estado, entre otras ciudades, en Moscú. Y nunca jamás he tenido problema alguno, y aseguro que me he pateado la capital rusa monasterio arriba, monasterio abajo; taxi improvisado arriba, taxi improvisado abajo; de día y de noche, y nunca jamás he coincidido con un conductor ebrio o que se perdiera por extrañas rutas alternativas. Como jamás he sufrido robo o atraco, o intento ni tan siquiera. Todo lo contrario que en Madrid, por no irme muy lejos, que de todas las ciudades europeas que he tenido el placer de conocer, es de lejos la más insegura y en la que más indigencia he encontrado por las calles.

Lo que me resulta más triste es que las peripecias del señor Cercas serán leídas por miles de personas, que seguirán creyendo a pies juntillas que Moscú es la capital mundial del crimen organizado (organizado contra el turista occidental), cuando la realidad moscovita, y rusa por extensión, es algo que queda muy lejos de esa experiencia, curiosa y funesta a la vez, del señor Cercas.

Hacía mucho tiempo que no veía tanto tópico y estereotipo junto en tan poco espacio. Hecho en falta otro tan manido: el de la prostituta rusa. Aunque quizás sea esta la sorpresa que aguarda en el próximo viaje a tierras de los zares, para el que le deseo mejor suerte.

Nota: Javier Cercas es escritor y autor de Soldados de Salamina, entre otras obras.

Soy el artífice de que este sitio web funcione. Me fascina la historia de la Unión Soviética y Rusia, su cultura, sus tradiciones, su idioma (aunque con este último mantenga una relación de amor-odio). Me quedo con momentos históricos: todo lo que sucedió en el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial y la Perestroika.