La Rusia que nació con el Golpe de Agosto

Este año se cumplen 13 años del Golpe de Agosto que significó el final de la Unión Soviética y el inicio de la Rusia moderna que hoy conocemos. A mi no me queda muy claro que el cambio que se inició en estas fechas fuese a mejor.La Historia Moderna de Rusia comienza el 19 de agosto de 1991, fecha de una intentona golpista para intentar detener los cambios que Mikhail Gorbachev y su Perestroika pretendían llevar a la Unión Soviética. Siendo muy joven, las imágenes que ese día mostraban las televisiones se quedaron marcadas en mi memoria.

Se han realizado muchas interpretaciones sobre lo que realmente significaron los hechos que ocurrieron entre el 19 y el 21 de agosto de aquel 1991. Desde la distancia, y con cierta subjetividad, estos hechos marcaron las posiciones de partida de esta Rusia Moderna.

No pretendo ni quiero hacer un análisis ni un repaso de lo acontecido en esos tres días, ni de la postura que adoptó el ejército (en Moscú y en otras ciudades rusas), ni de la movilización ciudadana. Más bien aprovecho el aniversario para hacer unas reflexiones.

Ese Golpe de Agosto fue la oportunidad para Boris Yeltsin. Una oportunidad de oro para llegar al poder y hacerse con el protagonismo de la Historia: declara ilegal el Partido Comunista y prácticamente obliga a Gorbachev a la disolución de la URSS. El Día de Navidad de 1991 desaparece la Unión Soviética de manera oficial.

Del quehacer de Yeltsin en los primeros años de vida de la Rusia post-soviética, se puede destacar:

– El 2 de enero de 1992 se eliminan todos los controles sobre los precios.
– En 1993, violentas manifestaciones de nacionalistas y comunistas. 138 muertos.
– En 1994, inicio de la primera guerra en Chechenia.
– Agosto de 1998, tremenda devaluación del rublo.
– En 1999 abandona la presidencia, sustituido por Vladimir Putin.

El único que ganó con el Golpe de Agosto fue Boris Yeltsin y todos los allegados que se han podido beneficiar de una u otra manera de tener a un personaje como éste en la presidencia de un país como Rusia. Ahora, Putin persigue a algunos de estos beneficiados, pero no como un Robin Hood que roba a los ricos para repartir entre los pobres. Demasiado tarde.

Sólo unos pocos han ganado con los cambios. El resto de personas, la grandísima mayoría, continúa madrugando y trabajando los siete días de la semana mientras diputados y políticos discuten sobre la elección de la mascota de su selección olímpica y el recorte de beneficios sociales que pretenden imponer. Realmente hay más libertad, más oferta de servicios, más comercio… pero para la gente de a pie, los recursos no han crecido en la misma medida. Y esto, básicamente, les deja como estaban.

Resumiendo, trece años después de estos hechos, por cada ventaja que el cambio ocasionó, apareció una desventaja. El cambio, indudablemente, era necesario en la Unión Soviética de 1991… pero con un ritmo y con unos protagonistas diferentes a los que quedaron pasado ese Agosto de 1991. Con menos prisas y otro reparto, quizás algo sería diferente. La Historia pondrá a cada cual en su sitio.

Soy el artífice de que este sitio web funcione. Me fascina la historia de la Unión Soviética y Rusia, su cultura, sus tradiciones, su idioma (aunque con este último mantenga una relación de amor-odio). Me quedo con momentos históricos: todo lo que sucedió en el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial y la Perestroika.